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Yemen

Yemen: Un año después, los huzíes deben liberar al personal de la ONU y de la sociedad civil

Las autoridades de facto huzíes deben poner en libertad de inmediato y sin condiciones a decenas de miembros del personal de la ONU y de organizaciones yemeníes e internacionales de la sociedad civil que fueron detenidos arbitrariamente en el transcurso del año pasado, han declarado hoy Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Las detenciones arbitrarias de personal de ayuda humanitaria llevadas a cabo por los huzíes repercuten directamente en la prestación de asistencia vital a las personas que la necesitan urgentemente.

Desde el 31 de mayo de 2024, los huzíes han llevado a cabo incursiones en zonas bajo su control y han detenido arbitrariamente a 13 miembros del personal de la ONU y no menos de 50 personas que trabajaban para organizaciones yemeníes e internacionales de la sociedad civil. Entre el 23 y el 25 de enero de 2025, los huzíes emprendieron otra campaña de arrestos y sometieron a detención arbitraria a otros ocho miembros del personal de la ONU. Los arrestos llevaron a la ONU a anunciar en enero que suspendería todos los movimientos oficiales hacia y dentro de las zonas bajo control huzí.

Es escandaloso que la mayoría de estos miembros del personal de la ONU y de la sociedad civil lleven ya casi un año en detención arbitraria, por el simple hecho de realizar su trabajo de proporcionar asistencia médica y alimentaria o promover los derechos humanos, la paz y el diálogo.

Diala Haidar, investigadora de Amnistía Internacional sobre Yemen

“Es escandaloso que la mayoría de estos miembros del personal de la ONU y de la sociedad civil lleven ya casi un año en detención arbitraria, por el simple hecho de realizar su trabajo de proporcionar asistencia médica y alimentaria o promover los derechos humanos, la paz y el diálogo”, ha manifestado Diala Haidar, investigadora de Amnistía Internacional sobre Yemen. “Para empezar, nunca deberían haber sido detenidos”.

Los gobiernos con influencia sobre los huzíes y la dirección de la ONU deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la liberación del personal de organizaciones no gubernamentales y de la ONU.

Los huzíes sólo han liberado a siete personas: un miembro del personal de la ONU, cinco miembros del personal de grupos no gubernamentales y un miembro del personal de una misión diplomática. Al menos otras 50 personas detenidas por los huzíes el año pasado permanecen recluidas sin acceso adecuado a asistencia letrada ni a sus familias, y sin cargos.

El 11 de febrero, un trabajador de ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos murió bajo custodia huzí. Su muerte acrecienta el temor por la seguridad y el bienestar de otras personas que permanecen recluidas arbitrariamente en centros de detención dirigidos por los huzíes, dado que éstos tienen un historial de tortura y otros malos tratos contra las personas detenidas.

Estas brutales oleadas de detenciones también han agravado una situación humanitaria ya de por sí desesperada en Yemen, porque muchas de las personas detenidas estaban trabajando para proporcionar asistencia o protección a quienes más lo necesitan en el norte de Yemen, señalaron las organizaciones. Los huzíes deben liberar de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente.

El 10 de febrero, la ONU anunció que había suspendido todas sus actividades en Sada en respuesta a la detención de seis miembros de su personal de ayuda humanitaria por parte de los huzíes en enero.

Las detenciones de los Huzíes se encuadran en un ataque más amplio contra el espacio cívico en las zonas que controlan. Estas detenciones también han ido acompañadas de una campaña mediática dirigida por los huzíes en la que se acusa a las organizaciones humanitarias y a su personal de “conspirar” contra los intereses del país a través de sus proyectos y se les advierte de los peligros que conlleva practicar el “espionaje”.

Desde 2015, Amnistía Internacional ha documentado decenas de casos en los que las autoridades huzíes parecían haber presentado las acusaciones de espionaje como medio para perseguir a oponentes políticos y silenciar la disidencia pacífica.

Las organizaciones locales e internacionales de la sociedad civil desempeñan un papel fundamental para aliviar la crisis humanitaria de Yemen. A pesar de los drásticos recortes de financiación de los Estados donantes, en particular de Estados Unidos, que están poniendo en peligro la salud y los derechos humanos de millones de personas en Yemen, el personal de ayuda humanitaria sobre el terreno está prestando asistencia vital y servicios de protección, incluso en los territorios de Yemen controlados por los huzíes.

Las autoridades huzíes ya han atacado anteriormente a personal humanitario y de derechos humanos. Cuatro miembros del personal yemeníes, pertenecientes a la OACNUDH y a la UNESCO y que fueron arrestados en 2021 y 2023, permanecen detenidos arbitrariamente y desde su arresto han estado recluidos en régimen de incomunicación. En septiembre de 2023, los huzíes detuvieron a Hisham Al Hakimi, director de Seguridad y Protección de Save the Children, y lo recluyeron en régimen de incomunicación.Murió el 25 de octubre de 2023, mientras estaba en detención arbitraria.

Todos los países con influencia, así como las Naciones Unidas y las organizaciones de la sociedad civil, deben utilizar cuantas herramientas tengan a su alcance para instar a la liberación de las personas detenidas arbitrariamente y dar apoyo a sus familiares.

Niku Jafarnia, investigadora de Human Rights Watch sobre Yemen y Bahréin

“Los huzíes deben facilitar la labor del personal de ayuda humanitaria y la circulación de la ayuda”, ha manifestado Niku Jafarnia, investigadora de Human Rights Watch sobre Yemen y Bahréin. “Todos los países con influencia, así como las Naciones Unidas y las organizaciones de la sociedad civil, deben utilizar cuantas herramientas tengan a su alcance para instar a la liberación de las personas detenidas arbitrariamente y dar apoyo a sus familiares”.

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