Asamblea General
Septuagésimo octavo período de sesiones
Tema 21 a) del programa provisional
Grupos de países en situaciones especiales
Consejo Económico y Social
Período de sesiones de 2023
Tema 11 b) del programa
25 de julio de 2022 a 26 de julio de 2023
Aplicación y seguimiento de los resultados de
las grandes conferencias y cumbres de las
Naciones Unidas: examen y coordinación de
la ejecución del Programa de Acción en favor
de los Países Menos Adelantados para el
Decenio 2022-2031
Resumen
El presente informe proporciona información sobre la ejecución del Programa de Acción de Doha en favor de los Países Menos Adelantados para el decenio 2022-2031 durante su primer año y se presenta de conformidad con lo establecido en la resolución 77/177 de la Asamblea General y la resolución 2022/19 del Consejo Económico y Social. Ofrece una reseña de los últimos avances hacia la consecución de los objetivos y metas del Programa de Acción de Doha, así como recomendaciones para su plena ejecución. Los datos correspondientes se publican en el sitio web de la Oficina de la Alta Representante para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo Sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
I. Invertir en las personas en los países menos adelantados: erradicar la pobreza y crear capacidad para no dejar a nadie atrás
Recuperación tras la enfermedad por coronavirus (COVID-19)
1. Las previsiones para 2020 muestran que los aproximadamente 377 millones de personas que viven en la pobreza extrema en los países menos adelantados representan más del 50 % de todas las personas que viven en situación de pobreza extrema en el mundo. Solo en 2020, 32 millones de personas de los países menos adelantados se vieron abocadas a la pobreza extrema, lo que hizo aumentar la proporción de personas que viven en la pobreza en estos países respecto al total mundial. La enfermedad por coronavirus (COVID-19) tendrá consecuencias sociales y económicas duraderas en la senda de desarrollo de los países menos adelantados debido a su limitada capacidad para hacer frente a las perturbaciones externas, la debilidad de los sistemas sanitarios, la insuficiente protección social y el escaso apoyo gubernamental y ayuda exterior. Las características estructurales subyacentes que limitan la capacidad de estos países para promover el desarrollo sostenible también amplifican los efectos devastadores de la pandemia.
Participación igualitaria de las mujeres y las niñas en la vida social, política y económica
2. Corresponde a los parlamentos nacionales un papel fundamental en la promulgación de leyes y la asignación de fondos al servicio de todos para no dejar a nadie atrás. Los avances en el número de mujeres parlamentarias en los países menos adelantados son desiguales, pero en 2022 el número medio de parlamentarias alcanzó el 23 %. Pese a estar muy por debajo de la paridad, esta cifra se compara favorablemente con el promedio mundial del 26,5 %. Desde 2021, unos 29 países han progresado en este ámbito; en concreto, 3 países alcanzaron el 40 % de parlamentarias y 1 se mantuvo por encima del 60 %. Sin embargo, las mujeres representan menos del 10 % de los parlamentarios en cinco países y han sido efectivamente excluidas de la esfera pública en un país.
3. Las tasas de natalidad en adolescentes se han reducido en muchos países menos adelantados en los últimos años, registrándose descensos de dos dígitos en 25 de los 46 países. Aunque en conjunto las tasas de natalidad en adolescentes han disminuido un 13 %, las niñas siguen siendo madres a los 15 años en muchos de estos países.
4. La tasa media de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo en los países menos adelantados ha variado ligeramente a lo largo de los años, situándose en un máximo del 57,08 % tanto en 2019 como en 2020. Sin embargo, sigue siendo inferior a la media mundial. Casi nueve de cada diez trabajadores tenían un empleo informal (88,9 %) justo antes de que estallara la pandemia de COVID-19. El empleo informal es una fuente de empleo mayor para las mujeres (92 %) que para los hombres (86,8 %) en los países menos adelantados. Las mujeres empleadas en el sector informal suelen trabajar en los segmentos más vulnerables de la economía informal, por ejemplo, como trabajadoras domésticas, como trabajadoras a domicilio contratadas a destajo en los niveles inferiores de la cadena mundial de suministro o como trabajadoras familiares auxiliares. Tienen casi tres veces más probabilidades de ser trabajadoras familiares auxiliares que los hombres (36,1 % y 13,3 %, respectivamente).
5. La proporción de niñas no escolarizadas en la educación primaria fue del 17,89 % en 2019 en los países menos adelantados, casi el doble del promedio mundial del 8,96 %. Las niñas que reciben una educación tienen menos probabilidades de casarse jóvenes y más posibilidades de llevar una vida sana y productiva. El acceso a la educación superior y a la capacitación es especialmente importante para las mujeres, ya que siguen estando infrarrepresentadas en la vida política y en ámbitos de especialización clave, como los sectores de la ciencia y la tecnología. Es vital que las mujeres participen en pie de igualdad en la toma de decisiones y la formulación de políticas en los países menos adelantados para que puedan hacer frente a los retos de manera eficaz para todos.
Invertir en los jóvenes y en la educación
6. De aquí a 2030, uno de cada cinco jóvenes en el mundo habrá nacido en un país menos adelantado. Facilitar el acceso a una educación, competencias y capacitación de calidad es esencial para ayudar a satisfacer las necesidades humanas fundamentales que potencian la autonomía, las aptitudes y la capacidad del individuo para participar como miembro de pleno derecho en la sociedad.
7. Más de una cuarta parte de los jóvenes de los países menos adelantados no tiene estudios, trabajo ni formación; más de un tercio tiene necesidades insatisfechas de planificación familiar.
8. En 2022, el 21,9 % de los niños en edad de asistir a la escuela primaria estaban sin escolarizar en los países menos adelantados, más del doble de la media mundial. El acceso a una educación de calidad es necesario para promover mejores resultados en el ámbito del desarrollo humano y constituye un factor decisivo para atender las limitaciones a largo plazo que impiden el crecimiento económico a través de actividades de mayor valor añadido.
9. Las tasas de matriculación en la enseñanza secundaria y terciaria siguen siendo obstinadamente bajas. El acceso a la educación superior o a la formación profesional de calidad es especialmente importante para garantizar que los jóvenes cuenten con los conocimientos y aptitudes que necesitan para el futuro. Ante los retos climáticos y de gobernanza a escala mundial que afectan inevitablemente a las sociedades de los países menos adelantados, es esencial que los jóvenes de estos países contribuyan a encontrar soluciones.
10. Los jóvenes pueden acelerar la transformación de los países menos adelantados, pero si no se invierte en ellos el crecimiento se estancará y aumentarán la desigualdad, la inseguridad y la inestabilidad. Al igual que la adolescencia constituye un punto de inflexión en la vida, la numerosa generación actual de adolescentes puede suponer un punto de inflexión para los países menos adelantados.
11. El aprendizaje en línea tiene el potencial de ampliar y democratizar el acceso a la educación en todo el mundo y mantener en funcionamiento los sistemas educativos incluso durante las crisis mundiales. Así pues, la universidad en línea que se propone en el Programa de Acción de Doha aprovechará el potencial de la digitalización para impulsar la educación de calidad en los países menos adelantados, lo que permitirá colmar las brechas educativas existentes a nivel mundial y superar algunos de los retos que plantea ofrecer una educación de calidad a estos y otros países.
Protección social universal
12. Los países menos adelantados tienen niveles más bajos de protección social en comparación con otros países en desarrollo. Solo el 14 % de la población de estos países está cubierta por al menos un ámbito de protección social, excluidas la asistencia sanitaria y las prestaciones por enfermedad. Tan solo el 6,2 % de la fuerza de trabajo, y apenas el 4,2 % de las mujeres en activo, cotiza activamente a un plan de pensiones, frente al 53,1 % y el 55,6 %, respectivamente, en otros países en desarrollo. El alto grado de informalidad en las economías de los países menos adelantados frena la ampliación de las redes de protección social.
13. La debilidad de los sistemas de protección social limita la erradicación de la pobreza y las perspectivas de desarrollo, lo que repercute de forma generalizada en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las carencias en materia de protección social amplificaron los efectos devastadores de la pandemia en los países menos adelantados. El fortalecimiento y la ampliación de los sistemas de protección social en los países menos adelantados exige una mayor cooperación internacional y ajustes en el sistema financiero y fiscal internacional que tengan en cuenta las necesidades específicas de estos países.
Hambre y malnutrición
14. La tasa media de subalimentación de los países menos adelantados disminuyó lentamente del 31,3 % en 2004 al 22,1 % en 2022. A pesar de los avances, la subalimentación sigue siendo un obstáculo persistente para estos países. Los sistemas alimentarios son muy vulnerables a las perturbaciones externas y muchos han sufrido a menudo emergencias alimentarias. La Organización Mundial del Comercio clasifica a todos los países menos adelantados como países en desarrollo importadores netos de alimentos. Las importaciones de alimentos como porcentaje de las importaciones de mercancías fueron del 15 % para los países menos adelantados en 2020, casi el doble de la media mundial del 8 %. La elevada dependencia de muchos países menos adelantados del comercio internacional para garantizar el acceso a productos alimentarios e insumos agrícolas clave ha deteriorado su seguridad alimentaria y expuesto a millones de personas al riesgo del hambre y la malnutrición. Las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura muestran que el número de personas que padecen inseguridad alimentaria grave en estos países aumentó de 243,2 millones en 2020 a 265,9 millones en 2021, una situación que se ha visto agravada por las repercusiones persistentes de la pandemia de COVID-19 y las consecuencias mundiales de la guerra en Ucrania, tal y como destacó el Grupo de Respuesta Mundial a la Crisis de la Alimentación, la Energía y las Finanzas.
15. La inseguridad alimentaria, la malnutrición y las consecuencias de las emergencias alimentarias en los países menos adelantados ponen en peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los Estados Miembros pusieron en marcha un proceso en el Programa de Acción de Doha con el fin de establecer un sistema de almacenamiento específico para los países menos adelantados. El Secretario General elaboró un informe en el que se identificaban una serie de medidas para contribuir a mejorar la seguridad alimentaria en estos países, entre ellas un sistema de almacenamiento de alimentos, que les ayudaría a aumentar su resiliencia ante las perturbaciones externas y a crear las capacidades para construir sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes. Se seguirá trabajando en la puesta en marcha de un sistema de almacenamiento de alimentos para los países menos adelantados, conforme a lo solicitado por la Asamblea General en su resolución 77/177, a fin de seguir evaluando las recomendaciones propuestas para estos países, especificando sus modalidades, atribuciones y estructuras de gobernanza y apoyo, y de presentar un informe con las recomendaciones del Secretario General a la Asamblea General en su septuagésimo octavo período de sesiones para que las examinen los Estados Miembros.
Promover la salud y el bienestar
16. La tasa de mortalidad de lactantes sigue siendo elevada en los países menos adelantados, situándose en 44,8 por cada 1.000 nacidos vivos, un 59 % más que la media mundial de 28,2 por 1.000 nacidos vivos. En 2019, 1,4 millones de niños murieron antes de cumplir un año en los países menos adelantados, en muchos casos por afecciones prevenibles o tratables, como la neumonía, la diarrea y la malaria. Es posible reducir la mortalidad de menores de 5 años estableciendo intervenciones preventivas y curativas centradas en las principales causas de muerte por edad y en las poblaciones más vulnerables. Esto implica el acceso gratuito y asequible a la vacunación para prevenir enfermedades infecciosas, una mejor nutrición y mejores servicios sanitarios.
17. El 59 % de las mujeres en edad reproductiva de los países menos adelantados emplearon métodos modernos de planificación familiar en 2021, muy por debajo de la media mundial del 76,8 %. El escaso acceso a la salud sexual y reproductiva obstaculiza la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Brindar acceso a la planificación familiar puede minimizar las complicaciones potencialmente mortales para las madres y sus hijos al reducir los riesgos relacionados con la fecundidad. Entre estos se incluyen los embarazos en los que la madre es demasiado joven o mayor, el exceso de embarazos demasiado seguidos y los embarazos que acaban en abortos peligrosos.
18. La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la interdependencia de todas las personas, independientemente de su posición, situación geográfica, nacionalidad o creencias. La implantación de campañas de vacunación en todo el mundo también ha puesto al descubierto las desigualdades existentes entre grupos de países, como lo demuestra el escaso número de vacunas administradas en los países menos adelantados. El apoyo a la producción de vacunas o de suministros y equipos médicos esenciales en estos países debe ser un componente vital de las iniciativas mundiales para aumentar la resiliencia del mundo frente a cualquier otra futura pandemia. A los países que ya cuentan con las capacidades necesarias para producir vacunas se les debe facilitar el acceso a las tecnologías pertinentes. A medio plazo, los países que no dispongan de las capacidades necesarias para producir vacunas o equipos médicos esenciales deben recibir apoyo para desarrollarlos internamente o a nivel internacional en colaboración con sus asociados.
Agua, saneamiento e higiene
19. El acceso a agua potable segura y servicios básicos de saneamiento está relacionado con el desarrollo humano y el bienestar. El 35,5 % de la población de los países menos adelantados carecía de acceso a servicios básicos de agua potable en 2021, frente al 10,4 % mundial. Aún más llamativo es que el 65,25 % de la población no utilizaba servicios de agua potable gestionados de forma segura en 2017. La situación es peor en las zonas rurales, donde el 73,84 % de la población no utilizaba agua potable gestionada de forma segura y el 72,35 % no tenía acceso a instalaciones básicas para lavarse las manos. Sin embargo, el acceso al agua potable aumentó un 16 % en los últimos 20 años (entre 2002 y 2022), pasando del 50 % al 65,7 %. En la histórica Conferencia de las Naciones Unidas de 2023 sobre el Examen Amplio de Mitad de Período del Logro de los Objetivos del Decenio Internacional para la Acción “Agua para el Desarrollo Sostenible” (2018-2028) se presentaron compromisos e iniciativas concretos para hacer frente a la crisis del agua y garantizar a todo el mundo un acceso equitativo a este recurso.
Gobernanza y consolidación de la paz
20. Los conflictos suponen un grave obstáculo para el desarrollo sostenible de los países menos adelantados y son un factor importante para la estabilidad regional y mundial. Desde 1991, dos tercios de los países menos adelantados han sufrido conflictos armados. El apoyo a estos países para crear instituciones democráticas, fuertes y eficaces debe ser una prioridad clave para la comunidad internacional. El hecho de abordar los vínculos entre la falta de oportunidades, la pobreza, la desigualdad y los conflictos pone de relieve la importancia de vincular los objetivos de desarrollo a largo plazo con las necesidades inmediatas de consolidación de la paz y la seguridad. El Programa de Acción de Doha constituye un instrumento importante a este respecto para los países menos adelantados y sus asociados.