En vísperas de la Reunión Anual del Grand Bargain, nosotros, los líderes de ONG internacionales (ONGI) y plataformas de ONGI abajo firmantes, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional -especialmente a los gobiernos donantes, las ONGI y las agencias de la ONU- para que aceleren urgentemente los esfuerzos para promover e implementar una asociación equitativa con las organizaciones locales de la sociedad civil en la acción humanitaria.
¿Por qué hacemos esta declaración en este momento?
Como ONGI, reconocemos que tenemos que mejorar y acelerar esfuerzos para transformar la cultura organizativa, las prácticas y los comportamientos que conforman nuestra forma de trabajar y tratar con los actores locales. Antes de la ampliación de los programas de transferencias monetarias, el sector humanitario se planteaba la pregunta "¿por qué no realizar transferencias monetarias?". Del mismo modo, hoy deberíamos preguntarnos "¿por qué no localizar?". Plantearse esta pregunta, y actuar en consecuencia, exige que las agencias internacionales examinen su configuración para apoyar y reforzar de mejor manera a los diversos actores locales, incluyendo a grupos que a menudo se dejan de lado, como las organizaciones dirigidas por mujeres, por refugiados, por jóvenes y otras que representan a grupos de riesgo de la sociedad. Obviamente, los esfuerzos de localización deben estar basados en las prioridades de los actores nacionales y locales. Del mismo modo, ONGI y otras agencias internacionales tienen que responder a dichas prioridades y contribuir al esfuerzo colectivo. En este contexto, y basándonos en consultas con los actores locales, presentamos a los donantes y las agencias internacionales implicadas en la acción humanitaria las siguientes recomendaciones:
-
Establecer procesos seguros para promover la responsabilidad mutua entre los organismos internacionales y sus socios locales, incluida una reflexión honesta sobre el grado en el que las asociaciones son equitativas y potenciadoras, en lugar de transaccionales o verticalistas. Tanto los donantes como las agencias intermediarias deberían tener esto en cuenta en el diseño de futuras asociaciones, subvenciones y consorcios.
-
Establecer y evaluar periódicamente los progresos realizados en relación con los planes de localización cuantificables a nivel de toda la organización, tanto a escala mundial como nacional, incluidas las acciones encaminadas a (a) aumentar el acceso directo de los socios locales a las oportunidades de financiación; (b) apoyar a los socios locales para que asuman funciones de liderazgo o coliderazgo en la gestión de fondos, asociaciones y consorcios; y (c) financiar las inversiones en el intercambio de capacidades y el fortalecimiento institucional de los socios.
-
Gestionar los riesgos de manera conjunta ("riesgo compartido") durante el manejo de fondos y consorcios. Las ONGI, además de invertir en los esfuerzos y sistemas de los socios locales para prevenir, mitigar y gestionar los riesgos (por ejemplo, financiación para la seguridad y para un desarrollo institucional más amplio), es necesario que garanticen la aplicación de un enfoque basado en la gestión conjunta de riesgos. De modo que los costes y las consecuencias no recaigan desproporcionadamente en los socios locales.
Estas tres recomendaciones reflejan las prioridades planteadas por diversos agentes nacionales y locales a través del Grupo de la Gran Negociación sobre el Papel de los Intermediarios, el Grupo sobre Financiación de la Localización, el Marco de Riesgo Compartido de la Gran Negociación y los diálogos nacionales sobre localización.i Sin embargo, la brecha existente entre dichas recomendaciones políticas o prácticas derivadas de estos procesos y su aplicación sobre el terreno sigue siendo un asunto pendiente.
Más que nunca, la localización se considera una prioridad en las grandes crisis actuales, como Sudán, Ucrania, Siria y otros lugares. En una época de recortes de financiación y aumento de las necesidades, es necesario apoyar el liderazgo local para garantizar un sistema humanitario más eficiente y eficaz. Existen buenas prácticas compartidas a través de iniciativas como Charter4Change, Pledge4Change, RINGO y Shift the Power. Sin embargo, con demasiada frecuencia, la cuestión de la localización se queda en el ámbito de la retórica, con muy pocas acciones prácticas y aún menos rendición de cuentas. Se calcula que, en todo el mundo, los actores locales reciben directamente alrededor del 1,2% del total de la financiación humanitaria.
Los agentes nacionales y locales han defendido la adopción de medidas en relación con estas prioridades, pero sigue existiendo una brecha persistente entre los compromisos adquiridos a escala mundial y las prácticas de los organismos internacionales sobre el terreno. La rendición de cuentas en materia de localización sigue siendo escasa o inexistente entre la mayoría de los donantes y organismos intermediarios. De hecho, en la actualidad, algunos donantes desincentivan activamente los pasos hacia una asociación más equitativa. Por ejemplo, si una ONG internacional adopta una política global para proporcionar un nivel adecuado, justo y coherente de apoyo a los gastos generales de los socios locales, algunos donantes pueden considerar que esa ONG es menos competitiva que otras que no proporcionan a sus socios locales este apoyo fundamental. A medida que aumenta el impulso de la localización y las asociaciones equitativas, algunas ONGI están adoptando medidas importantes para cambiar sus políticas y prácticas. Sin embargo, otras se limitan a a cambiar el nombre de antiguos programas de subvenciones para llarmarlos "plataformas de localización" e imparten formación vertical a los socios locales para asegurar el cumplimiento de requerimientos de los donantes , etiquetado como "fortalecimiento de la capacidad". Hasta el momento, los donantes no han adoptado un enfoque coherente para que las ONG internacionales y los organismos de la ONU rindan cuentas de sus acciones de apoyo al liderazgo local.
El cambio transformador requiere la acción deliberada de todos, donantes, agencias de la ONU, ONGI y actores nacionales y locales por igual. Las ONGI abajo firmantes estamos recopilando ejemplos de acciones para cumplir las prioridades mencionadas que tenemos previstas poner en práctica de aquí a otoño de 2026, fecha en la que finaliza la fase actual del Grand Bargain, y que compartiremos en el diálogo sobre esta declaración. Reconocemos que ninguno de nosotros ha resuelto estas cuestiones, y que se requiere un cambio más profundo y ambicioso. Para catalizar ese cambio, tanto dentro de nuestras propias agencias como en el conjunto del sector, invitamos a las agencias homólogas a publicar sus compromisos para actuar en estas cuestiones; a los actores locales, a cuestionarnos qué más podríamos estar haciendo; y a los donantes, a trasladar estas prioridades a sus políticas y prácticas. Ha llegado el momento de actuar y rendir cuentas.
Firmantes
Erika Lysen: Directora General, Act Church of Sweden
Arthur Larok: Secretario General, ActionAid International
Christian Molke: Director / Presidente del Consejo, ADRA Alemania
Christine Allen: Directora, CAFOD
Reintje van Haeringen: Presidenta del Comité Ejecutivo de CARE Internacional
Andreas Knapp: Secretario General de Programas Internacionales, Caritas Austria
Luc Van Haute: Director General, Cáritas Bélgica
Dr. Oliver Müller: Director Internacional, Cáritas Alemania
David Bainbridge: Director Ejecutivo, CBM Global Disability Inclusion
Patrick Watt: Director General, Christian Aid
Heleen van den Berg: Directora General, CORDAID
Sean Callahan: CEO, CRS
Jonas Vejsager Nøddekær: Secretario General, Danish Church Aid
Charlotte Slente: Secretaria General, Consejo Danés para los Refugiados
Martin Kessler: Director, Diakonie Katastrophenhilfe (DKH)
Reintje van Haeringen (Presidenta de la Junta de Supervisores) y Tram Nguyen (Presidenta del Consejo de Administración), Dutch Relief Alliance
Dr. Thorsten Klose-Zuber: Secretario General, Help - Hilfe zur Selbsthilfe e.V.
Cherian Mathews: CEO, HelpAge Internacional
Waseem Ahmad: CEO, Islamic Relief Worldwide
Susanne Wesemann: Directora, Johanniter International Assistance
Maria Immonen: Directora, Federación Luterana Mundial
Tjada D'Oyen McKenna: Directora General, Mercy Corps
Betina Gollander-Jensen: Secretaria General, Mission East
Dagfinn Høybråten: Secretario General, Ayuda de la Iglesia Noruega
Jan Egeland: Secretario General, Consejo Noruego para los Refugiados
Amitabh Behar: Director Ejecutivo, Oxfam Internacional
Šimon Pánek: Director General, People in Need
Maciej Bagiński: Presidente del Consejo de Administración de Acción Humanitaria Polaca (PAH)
Jeremy Konyndyk: Presidente, Refugees International
Inger Ashing: Directora General, Save the Children Internacional
Christina Bennett: Directora General, Start Network
Tom Dannatt: Director General, Street Child
Nigel Harris: CEO, Tearfund
Caoimhe de Barra: CEO, Trocaire
Chris Lukkien: Director General, ZOA