Informing humanitarians worldwide 24/7 — a service provided by UN OCHA

World + 5 more

Orientaciones provisionales para la vigilancia entomológica y las medidas de prevención de los vectores del virus de Oropouche

Attachments

Antecedentes y situación actual del virus de Oropouche en la Región de las Américas

El virus de Oropouche (OROV) es un patógeno del género Orthobunyavirus, la familia Peribunyaviridae y la especie Orthobunyavirus oropoucheense que se transmite a través de los artrópodos. Se aisló por primera vez en isla Trinidad (Trinidad y Tabago) en 1955 y en 1961 se notificó en varios casos clínicos durante una epidemia en Belém (Brasil) que afectó a cerca de 11 000 personas. En 1989 se detectó en pacientes febriles en Panamá. En 1992, Perú registró su primera epidemia en la ciudad de Iquitos. Más recientemente, la vigilancia epidemiológica ha permitido detectar la circulación del OROV en otros países de América del Sur, como Colombia, Ecuador y el Estado Plurinacional de Bolivia en el 2007, y la República Bolivariana de Venezuela en el 2016.
Se han descrito brotes de infección por OROV principalmente en la zona amazónica de Brasil y Perú. Desde 1961 se han presentado más de 30 epidemias de infección por OROV en Brasil, todas ellas en la zona amazónica. La mayor ocurrió en la ciudad de Manaos en 1980, con 97 000 casos estimados, y entre 1961 y 1978 hubo siete epidemias urbanas en Pará. Se sospecha que la incidencia y la carga de la enfermedad están subestimadas debido a que su presentación clínica se asemeja a la de otras arbovirosis, como el dengue, el zika, el chikunguña y la fiebre amarilla.
La vigilancia actual del OROV se concentra en los métodos serológicos en seres humanos y en animales silvestres como los monos capuchinos, los monos aulladores, los perezosos de tres dedos y las aves silvestres de las familias Formicariidae,
Troglodytidae, Cuculidae, Fringillidae, Dendrocolaptidae, Tyrannidae, Vireonidae, Thraupidae y Pipridae. Días et al. hallaron anticuerpos neutralizantes contra el OROV en ganado vacuno, perros y caballos, lo que sugiere un posible papel de los animales domésticos en la vigilancia de arbovirus enzoóticos.
Este patógeno se mantiene en la naturaleza a través de dos ciclos de transmisión: el ciclo urbano y el ciclo selvático (figura 1). El ciclo urbano se asocia generalmente con brotes de la enfermedad y el vector principal es la especie Culicoides paraensis (Diptera: Ceratopogonidae). Las epidemias de infección por OROV en la zona amazónica se han asociado a patrones estacionales, principalmente a la temporada de lluvias (de enero a junio), que es la época con la mayor densidad de poblaciones del vector C. paraensis. Los seres humanos son los principales huéspedes vertebrados en el ciclo urbano y en dicho ciclo no se ha detectado infección por OROV en animales domésticos, aunque sí en aves.
Además de la especie C. paraensis, hay informes de otras especies de mosquitos que pueden ser infectadas por el OROV, pero tienen poca competencia vectorial entre ellos: Culex quinquefasciatus, Coquillettidia venezuelensis, Mansonia venezuelensis y Aedes serratus. C. paraensis es el principal vector en Brasil y tiene una amplia distribución geográfica, que se extiende desde Argentina y Chile hasta Estados Unidos de América (figura 2). En el ciclo selvático hay evidencia de que algunas aves silvestres actúan como reservorios, además del perezoso (Bradypus tridactylus) y de ciertas especies de primates, como el capuchino y el mono aullador (Allouata), que también son reservorios del OROV.
Hasta el 16 de julio del 2024, se habían registrado casos de fiebre por OROV en cinco países de la Región de las Américas: Brasil, Colombia, Cuba, el Estado Plurinacional de Bolivia y Perú. Durante mayo, junio y julio se habían notificado casos de fiebre por OROV en zonas y países donde antes no se habían registrado casos autóctonos. En Brasil, la zona amazónica, considerada endémica, es donde se registra el 78% de los casos notificados en el país. Además, se ha detectado la transmisión autóctona en nueve estados fuera de la zona amazónica, donde no se habían registrado casos autóctonos anteriormente.