¿Qué es la rendición de cuentas ante las poblaciones afectadas?
Como trabajadoras y trabajadores humanitarios, nuestra principal responsabilidad son las personas afectadas por las crisis.
Un sistema humanitario que rinda cuentas, en el que el poder de decisión esté en manos de las poblaciones afectadas, es fundamental para una acción humanitaria eficaz. Esto requiere que las y los humanitarios reconozcan a todas las personas -mujeres, niñas, hombres, niños de todas las edades y en toda su diversidad- como los primeros agentes activos de su propia asistencia y recuperación.
A través de la rendición de cuentas ante las poblaciones afectadas, las y los humanitarios aspiran a garantizar que la acción humanitaria proteja y preserve los derechos y la dignidad de las personas afectadas por las crisis, que siga siendo pertinente y eficaz, y que no deje a nadie atrás, con respeto a los principios humanitarios.
La rendición de cuentas ante las poblaciones afectadas es una forma de medir el desempeño colectivo de las y los líderes humanitarios. La forma en que respondemos a la retroalimentación, adaptamos los programas y cómo las personas afectadas experimentan y perciben el trabajo humanitario es el indicador más relevante de nuestro desempeño. Un mejor compromiso con las comunidades es también una forma de generar confianza y aceptación, lo que mejora la programación y el impacto de nuestro trabajo.
Para ello, hay que capacitar a las personas afectadas para que orienten y participen plenamente en la acción humanitaria. El personal humanitario debe implicar a las personas afectadas en la toma de decisiones y en el diseño de los programas humanitarios y actuar sistemáticamente en función de sus opiniones para ofrecer una respuesta dirigida por la comunidad, pertinente, digna y oportuna.
La participación comunitaria es una forma de trabajo que reconoce y valora a los miembros de la comunidad como socias y socios igualitarios.
Es la interacción continua entre las organizaciones y las personas y comunidades afectadas por crisis para obtener resultados sociales y organizativos mutuos. En la acción humanitaria, esto incluye trabajar con las personas afectadas para satisfacer sus diferentes necesidades, prioridades y preferencias, abordar sus vulnerabilidades, riesgos y amenazas, aprovechar las capacidades preexistentes e impulsar una acción informada. Lo hacemos a través de:
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Compartir sistemáticamente con las comunidades información oportuna, pertinente y procesable.
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Apoyar la participación significativa y el liderazgo de las personas afectadas, incluidas las de todo tipo de género, edad, condición de discapacidad y otras diversidades en la toma de decisiones.
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Garantizar la existencia de sistemas de retroalimentación que permitan a las comunidades evaluar y comentar sobre la acción humanitaria, incluidos asuntos delicados como la explotación y los abusos sexuales (EAS), el fraude, la corrupción y el racismo y la discriminación.
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Disclaimer
- UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs
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