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A medida que el cambio climático en África hace que más personas se vean obligadas a abandonar sus hogares, un nuevo informe de la IFRC afirma que la gente puede -y debe- tener más y mejores opciones para su futuro

El nuevo informe de la IFRC destaca formas concretas de ayudar a las personas a prepararse y adaptarse al cambio climático, para que puedan permanecer seguras en sus hogares o mudarse con seguridad y dignidad en sus propios términos.

A medida que las inundaciones, las sequías, las tormentas y las olas de calor se hacen más frecuentes e intensas, aumenta en África el número de personas desplazadas de sus hogares por desastres relacionados con el clima.

Estas presiones climáticas no existen de forma aislada, sino que a menudo se entrecruzan con otros riesgos como los conflictos, la inestabilidad económica y la inseguridad alimentaria, agravando las vulnerabilidades existentes y dificultando aún más la recuperación y reconstrucción de las comunidades.

En la mayoría de los casos, a la gente no le queda otra opción. Mientras ven subir las aguas o resquebrajarse la tierra reseca bajo sus pies, les quedan pocas opciones: marcharse ahora y encontrar seguridad en otra parte, o quedarse y arriesgarse a perder la casa, los medios de subsistencia, la salud o, en el peor de los casos, la vida.

Sin embargo, un nuevo informe de la IFRC sugiere que hay muchas maneras de trabajar con las personas para que puedan evitar tener que tomar decisiones tan terribles que alteren sus vidas. Y si esa decisión es necesaria, también hay formas de garantizar que las personas y las comunidades estén preparadas para poder trasladarse con seguridad y dignidad, concluye el informe.

Titulado "Forzados a huir en un clima cambiante", el informe también subraya la urgente necesidad de que los liderazgos políticos, los responsables políticos, los donantes y las organizaciones internacionales y regionales hagan más para apoyar a los actores locales que trabajan directamente con las comunidades que se enfrentan a estos retos. (Puede consultarse un resumen del informe aquí).

“Este informe es un llamado a la acción, para invertir en soluciones locales, empoderar a las comunidades y garantizar que nadie se quede atrás cuando llegue la próxima inundación, sequía o tormenta."

Charles Businge, director regional de la IFRC para África

Sin duda, la necesidad de actuar es urgente.

En 2024, se registraron 7,8 millones de desplazamientos por desastres en África, según el Observatorio de Desplazamientos Internos. Esto supone 1,8 millones más que los seis millones de desplazamientos por desastres registrados en 2023. (Nota: Estas cifras se refieren a desplazamientos, no a personas, porque algunas personas se vieron obligadas a desplazarse más de una vez).

"En los últimos 60 años, la tendencia del calentamiento de África ha superado la media mundial", señala el informe, citando mediciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. "En los últimos años se han registrado olas de calor, lluvias torrenciales, inundaciones, tormentas, ciclones y sequías prolongadas".

Se prevé que el aumento de las temperaturas y el incremento de las lluvias extremas, las inundaciones, las olas de calor y las tormentas sigan provocando niveles de desplazamiento aún mayores.

Un motivo para la esperanza: acciones concretas en la comunidad

Sin embargo, el informe también ofrece una amplia gama de herramientas y soluciones prácticas, junto con muchos motivos para la esperanza.

El informe presenta 30 estudios de caso de 15 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de África que ya están trabajando en múltiples áreas -identificación y reducción de riesgos y promoción de la adaptación, preparación y actuación temprana para reducir las necesidades, entrega de asistencia y protección, y promoción de una recuperación resiliente- para abordar y reducir los riesgos del desplazamiento climático.

"La acción colectiva y dirigida a nivel local puede ayudar a las personas a adaptarse, trasladarse a zonas más seguras y recuperar y reconstruir sus vidas con dignidad", concluye el informe.

"En toda África, demasiadas personas se ven empujadas al límite por el cambio climático, obligadas a huir de sus hogares no porque quieran, sino porque no tienen otra opción", señaló el director regional de la IFRC para África, Charles Businge. "Esto no es inevitable. Con el apoyo adecuado, las comunidades pueden prepararse, adaptarse y tomar decisiones informadas sobre su futuro."

"Este informe es un llamado a la acción, para invertir en soluciones locales, empoderar a las comunidades y garantizar que nadie se quede atrás cuando llegue la próxima inundación, sequía o tormenta".

Cinco acciones clave para brindar mejores opciones

Estas son cinco maneras en que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja empoderan a las comunidades y amplían sus opciones frente al cambio climático:

1.Identificar los riesgos mediante evaluaciones de riesgos dirigidas por la comunidad

Los efectos del cambio climático y los desastres afectan a las personas de forma diferente. Para comprender mejor sus riesgos, incluido el riesgo de desplazamiento, los actores locales están trabajando con las comunidades para mapear los peligros y llevar a cabo evaluaciones de riesgo dirigidas por la comunidad. Esto les permite planificar y prepararse con antelación ante posibles desastres y adaptarse mejor a los efectos de un clima cambiante.

La Cruz Roja de Sudáfrica, por ejemplo, ha desempeñado un papel clave en la recopilación de datos locales mediante evaluaciones de necesidades de emergencia antes de que se produzcan posibles inundaciones. Esto les permite evaluar las necesidades prioritarias de las comunidades desplazadas e informar su respuesta.

2.Reforzar la adaptación y promover la resiliencia a los efectos del cambio climático

El cambio climático está afectando al acceso de la población a los servicios existentes, amenazando sus medios de subsistencia y minando la salud. Los actores locales ayudan a las comunidades a reforzar los ecosistemas y a poner en marcha soluciones basadas en la naturaleza. Las organizaciones locales pueden reforzar el acceso de las personas a los sistemas de protección social y ayudarles a proteger sus bienes de forma inteligente y resiliente al cambio climático. Esto puede ofrecer a las personas más opciones para diversificar sus medios de vida, encontrar nuevas formas de adaptarse y permanecer en sus hogares, si así lo desean.

En Níger, por ejemplo, la Cruz Roja ayuda a distribuir semillas resistentes a la sequía y repone los bancos de cereales para reducir las necesidades humanitarias cuando se producen desastres. La Media Luna Roja Somalí lleva a cabo iniciativas microeconómicas para apoyar a los mercados locales frente a las sequías y la inseguridad alimentaria constantes.

3.Actuar con prontitud y prepararse antes de los desastres

Las alertas tempranas, las acciones tempranas y las medidas de preparación -como el mapeo de refugios y rutas de evacuación- ayudan a las personas que tienen que desplazarse a hacerlo de forma más segura. En Mozambique, la Cruz Roja trabaja en lugares donde viven personas desplazadas para reforzar las alertas tempranas antes de los desastres, incluidas las comunidades con personas ya desplazadas por tormentas o crisis anteriores.

Comunidades como éstas suelen ser las más afectadas por los fenómenos climáticos, pero carecen de sistemas suficientes de alerta temprana y preparación para desastres. En Malawi, la Cruz Roja comparte información sobre las opciones de evacuación en tiempo real a nivel comunitario antes de que se produzca el desastre, para que la gente se aleje del peligro y tome decisiones informadas previo a la emergencia.

4.Proporcionar asistencia y protección a las personas desplazadas

Los desplazamientos no siempre pueden evitarse. Cuando se producen, los actores locales suelen ser los primeros en responder, prestando servicios esenciales a las personas necesitadas, como alimentos, agua, refugio y otros artículos de socorro para atender otras necesidades básicas. Estos actores también trabajan para garantizar que sus respuestas tengan en cuenta la protección. En estos momentos de caos o crisis, aumentan las necesidades específicas de protección de grupos vulnerables como las mujeres, los niños, las personas mayores y las personas con discapacidad.

La Cruz Roja de Chad atiende las necesidades humanitarias de las comunidades desplazadas por las inundaciones, trabajando para garantizar que el voluntariado y el personal estén capacitados para fortalecer enfoques inclusivos, seguros y sensibles a la protección. En Gambia, la Cruz Roja ayuda a las personas desplazadas por las inundaciones en entornos urbanos a gestionar y almacenar mejor el exceso de agua.

5.Apoyar la recuperación resiliente y la ayuda a largo plazo incluso después de que terminen los desastres

Cuando las personas se ven obligadas a huir de sus hogares, pueden volver a sus casas originales, permanecer en los lugares donde buscaron seguridad, trasladarse a nuevos lugares para reconstruir o permanecer más tiempo en entornos de desplazamiento porque no tienen otras opciones. En todos estos contextos, los agentes locales están ayudando a las personas a recuperarse e integrarse allí donde pueden. Trabajan para garantizar que en el futuro disminuya el riesgo de desplazamiento, por ejemplo ayudándoles a reconstruir sus hogares de forma que sean más resistentes. Cuando las personas permanecen en campamentos o asentamientos de desplazados, los actores locales trabajan para reducir el riesgo de futuros desplazamientos, incluyéndolos, por ejemplo, en las medidas de reducción de riesgos.

La Cruz Roja Etíope proporciona a los hogares desplazados en campamentos, en riesgo de sufrir los efectos de la sequía, servicios esenciales, utilizando clínicas móviles para los servicios de salud, y proporcionando ayuda en efectivo y vales, apoyo para el alojamiento y oportunidades de subsistencia.

Para más información:

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