Un estudio de la FAO asegura que las familias necesitan apoyo para reducir el trabajo perjudicial o peligroso para los niños
25 de febrero de 2013, Roma - El trabajo infantil en el sector ganadero está muy extendido y en gran medida ignorado, según la FAO, que ha publicado el primer estudio a nivel mundial sobre diversos aspectos del trabajo infantil relacionado con la ganadería.
La publicación de la FAO El trabajo infantil en el sector ganadero: mas allá del pastoreo, señala que la agricultura representa la mayor parte del trabajo infantil del que existe información en el mundo, y la ganadería supone el 40 por ciento de la economía agrícola. El libro señala que los esfuerzos para reducir el trabajo infantil harán necesario que los gobiernos, organizaciones de agricultores y familias rurales se involucren directamente en la búsqueda de alternativas a prácticas que a menudo reflejan la necesidad de supervivencia.
El informe de la FAO sostiene que el trabajo peligroso o potencialmente dañino para los niños en el sector ganadero ha recibido menos atención que el trabajo infantil en otras áreas de la agricultura, donde organizaciones internacionales, gobiernos, la sociedad civil y las familias rurales han hecho mucho más para resolver el problema .
"La reducción del trabajo infantil en la agricultura no es sólo una cuestión de derechos humanos, también es parte de la búsqueda del desarrollo rural y la seguridad alimentaria verdaderamente sostenibles", aseguró Jomo Sundaram, Director General Ajunto de la FAO al frente del Departamento de Desarrollo Económico y Social. "El trabajo infantil –añadió- es un golpe al corazón de oportunidades de empleo decente para los jóvenes, sobre todo cuando interfiere con su escolarización formal.
"La creciente importancia de la ganadería en la agricultura significa que los esfuerzos para reducir el trabajo infantil tendrán que centrarse más en los factores que conducen a trabajos nocivos o peligrosos para los niños en este sector, dentro del respeto y la protección de los medios de vida de las familias rurales pobres", subrayó Sundaram .
El informe es una recopilación y análisis de la información disponible recuperada a través de una búsqueda bibliográfica y la consulta con organizaciones y expertos en ganadería y trabajo infantil.
Esta previsto que las conclusiones de la publicación se utilicen durante la 3ª Conferencia mundial sobre trabajo infantil, que se celebrará en Brasil en octubre.
Ganadería y medios de vida
La ganadería constituye al menos una fuente parcial de ingresos y seguridad alimentaria para el 70 por ciento de los 880 millones de pobres rurales del mundo que viven con menos de 1 dólar EEUU al día.
Según el estudio, muchas situaciones consideradas por las normas internacionales como trabajo infantil, se dan en la agricultura a pequeña escala no regulada,.
"Durante siglos, las comunidades de pastores han involucrado a sus hijos en el cuidado de la cabaña familiar, el futuro y la supervivencia de la familia de pastores se basa en la transferencia de complejos conocimientos locales de padres a hijos", señala el estudio, que añade:
"Hay fuertes señales de que las comunidades de pastores reconocen la importancia de la educación para sus hijos y valorarían mucho enviarles a la escuela si la educación es de buen nivel y relevante para el modo de vida pastoral, y sobre todo, si la escuela puede ser combinada con trabajo de los niños atendiendo al rebaño”.
Medidas recomendadas
El trabajo infantil en el sector ganadero recomienda a los países y a sus socios en el desarrollo abordar el trabajo infantil en el ganado con:
• Más investigación sobre los factores involucrados en el trabajo infantil y las maneras de reducir éste;
• Regulación y políticas a nivel nacional para mejorar los medios de vida y las opciones educativas para las familias;
• La participación de los productores, empleadores y las organizaciones de trabajadores;
• Diálogo directo y apoyo a las familias vulnerables rurales;
• Las empresas de la industria ganadera deben garantizar que no existe trabajo infantil en sus cadenas de suministro y apoyar el acceso a alternativas para los niños y sus familias;
• Programas de desarrollo que tengan por objeto mejorar el acceso y la asistencia a la escuela en las zonas rurales, y que vigilen el trabajo infantil;
• Estrategias de reducción de la pobreza que incluyan programas de sensibilización sobre el trabajo infantil y aporten redes de seguridad y otros incentivos para eliminar las prácticas de trabajo infantil.
El informe también pone de relieve los enfoques innovadores que apuntan a superar las barreras a la educación, de forma específica en las sociedades pastoriles: educación a distancia, escuelas móviles, internados, programas de alimentación escolar o de transferencias de efectivo, escuelas de campo de pastoreo y escuelas de campo para ganaderos.
"En la lucha contra el trabajo infantil en las comunidades de pastores, es necesario establecer un diálogo para encontrar soluciones que sean adecuadas para sus situaciones socioculturales específicas, y que se basen en el apoyo de los líderes pastorales, padres, empleadores y niños. Esto permitiría una "educación con identidad" y ofrecer a los niños mejores perspectivas de empleo, dentro y fuera del sector ganadero", señaló Rob Vos, Director de la División de Género, Equidad y Empleo Rural de la FAO.
Los autores recomiendan el trabajo directo con las familias para crear conciencia sobre las tareas relacionadas con la ganadería que son apropiados para su edad y por tanto aceptables para los niños, en comparación con aquellas tareas que puedan causar daño a los niños o interferir con su escolarización.
El trabajo infantil en el pastoreo
Un cierto número de estudios de caso de países específicos se centran en el trabajo infantil en el pastoreo. Muestran que esta labor puede comenzar a una edad temprana, entre los 5 y 7 años.
Las condiciones de trabajo de los niños que atienden al ganado son muy específicas en función del contexto y pueden variar mucho. Mientras que algunos niños cuidan del rebaño unas horas a la semana y todavía van a la escuela, otros pastorean durante muchos días seguidos, a veces lejos de la casa, y sin posibilidad de escolarización.
Dependiendo de sus funciones exactas, los niños en el sector ganadero se ven amenazados por la interrupción de su desarrollo físico, mental, moral y social. Trabajar en estrecho contacto con el ganado aumenta el riesgo de contraer enfermedades relacionadas con los animales, lesiones directas por los aperos o mordeduras de los animales, problemas de salud causados por trabajar largas horas en condiciones climáticas extremas, falta de saneamiento e higiene, lesiones provocadas por productos químicos y, en algunos casos, el estrés psicológico resultante del temor al castigo, a los ladrones de ganado, o por un sentido de responsabilidad hacia el capital familiar.
Algunos niños que trabajan en el sector ganadero también se encuentran en situaciones de trabajo forzoso u obligatorio, o proceden del tráfico ilegal de menores.
El estudio afirma que se necesita investigar aún mucho más sobre las circunstancias que rodean el trabajo infantil en el sector ganadero, con el fin de mejorar las vidas de los niños y niñas pobres rurales.
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