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Los recortes de financiación amenazan la educación en contextos de crisis, con casi un cuarto de billón de niñas, niños y adolescentes en edad escolar que necesitan apoyo

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Declaración de los miembros del Hub Mundial de Ginebra para la Educación en Situaciones de Emergenciai

Ginebra, 24 de febrero de 2025 La financiación humanitaria y de desarrollo está sometida a una presión sin precedentes, con recortes que reconfiguran la ayuda mundial y ponen en peligro a millones de niñas, niños, adolescentes y familias vulnerables.iEn contextos frágiles y afectados por crisis como la República Democrática del Congo, Gaza, Sudán y otros lugares, los servicios esenciales, incluida la educación, se están suspendiendo o están al borde del abismo.

234 millones de niñas, niños y adolescentes en crisis necesitan ayuda urgente para acceder a una educación de calidad – 35 millones más que hace sólo tres años – y más de 85 millones están completamente desescolarizados. 1 Ante el aumento de las necesidades, es urgente mantener lo existente y movilizar mayores recursos financieros.

La educación en situaciones de emergencia ya estaba crónicamente infrafinanciada y el sector se encuentra ahora en una situación de crisis. Los recortes de financiación están afectando directamente a las operaciones en los países afectados, obligando a retrasar o suspender el apoyo educativo crítico para cientos de miles de niñas, niños y adolescentes afectados por conflictos armados, violencia, desastres y desplazamientos.

En este momento crítico de reducción de los presupuestos de ayuda y de crises crecientes, la comunidad mundial no puede permitirse retrasos ni inacción.

Sin escuelas y espacios de aprendizaje en contextos frágiles y afectados por crisis, las niñas, niños y adolescentes pierden espacios seguros que no sólo proporcionan aprendizaje, sino también alimentos, salud, salud mental y apoyo psicosocial, agua y saneamiento, y protección. En tiempos de crisis, la ausencia de educación deja a las niñas, niños y adolescentes vulnerables a la violencia, la explotación y el trabajo infantil, privándoles de sus derechos y de su seguridad. A largo plazo, la falta de educación amenaza los ingresos, 2 debilita la resiliencia ante las crisis – incluida la crisis climática – y socava las perspectivas de paz.3 La educación no es un privilegio: es la base de un cambio duradero y un derecho fundamental del niño.

Sin medidas urgentes, toda una generación de niñas, niños y adolescentes afectados por crisis corre el riesgo de perder el acceso a la educación, oportunidades de crecimiento y la esperanza de un futuro mejor.

Nosotros, miembros del Hub Mundial de Ginebra para la Educación en Situaciones de Emergencia, mantenemos nuestro compromiso de servir a las niñas, niños y adolescentes más vulnerables del mundo.

Hacemos un llamamiento a los gobiernos, a la filantropía y a otros donantes para que se unan a nosotros con el fin de:

• Mantener y aumentar la financiación humanitaria y de desarrollo, y dar prioridad a la educación por su capacidad crítica para facilitar otras intervenciones que salvan vidas, como la salud, el agua y el saneamiento, la alimentación y la protección, al tiempo que permiten el fomento de la resiliencia y la autosuficiencia.

• Garantizar una educación segura, inclusiva y de calidad para todas las niñas, niños y adolescentes afectados por crisis: no debemos dejar atrás niñas y niños, incluyendo a quienes con discapacidad, refugiados o desplazados.

• Apoyar a las comunidades locales y a los educadores: los profesores de primera línea y las organizaciones locales son fundamentales para prestar servicios educativos en los contextos más difíciles y deben recibir el apoyo adecuado.