Los gobiernos de más de 190 estados miembros tienen una segunda oportunidad de hacer historia este mes y acordar el primer Tratado de Comercio de Armas (TCA). Así lo afirma una coalición de organizaciones no gubernamentales y grupos de derechos humanos.
Los diplomáticos se reúnen desde hoy en Nueva York y durante dos semanas negociarán en las Naciones Unidas para acordar un Tratado de Comercio de Armas que controle el suministro internacional de armas y municiones.
La coalición Armas bajo control, con el apoyo de Djimon Hounsou (actor que ha sido nominado a los premios Oscar y embajador de Oxfam), insta a los diplomáticos a utilizar el tiempo de manera eficaz para llenar las grandes lagunas que existen en el borrador de texto actual y acordar un tratado que realmente salve vidas.
En julio de 2012, los estados miembros no pudieron llegar a un acuerdo sobre el TCA después que una serie de países, incluidos Estados Unidos y Rusia, pidieran más tiempo en las últimas horas de las negociaciones. A partir de julio ha habido indicios de que esta vez algunos de los principales exportadores de armas son más abiertos a acordar un tratado.
Poner las armas bajo control
"Esta semana ha llegado la hora de la verdad en Nueva York. Las negociaciones deben ofrecer un sólido texto de tratado, ya que el mundo no puede esperar más por un tratado mundial que ponga el comercio de armas bajo control. Demasiados regímenes, milicias, traficantes de armas y criminales sin escrúpulos pueden obtener fácilmente armas peligrosas. Demasiados civiles inocentes, entre ellos maestros, médicos o niños mueren como resultado de la situación actual".
"Ha llegado la hora de poner fin a esta situación y acordar reglas claras y sólidas que controlen el comercio de M-16, AK-47, helicópteros de ataque y un sinnúmero de municiones", ha declarado Anna Macdonald, coordinadora para Oxfam de la campaña para el control de armas.
"Ver a los niños con AK-47 y a las niñas con sus bebés en un brazo y una pistola en la otra ha sido una experiencia aterradora; algo salido de una película de Hollywood, pero para mí ha sido un doloroso recordatorio de aquello en lo que pude haberme convertido", se ha lamentado, por su parte, Djimon Hounsou.
"Es evidente que la población de Sudán del Sur desea la paz con sus hermanos del norte y dentro de sus propias fronteras", añade Hounsou, para concluir con la siguiente reflexión, "si bien no resuelve todos los problemas, un fuerte Tratado de Comercio de Armas que regule las armas y municiones no es nada objetable; es lo que nos toca impulsar hoy".
La coalición Armas bajo control ha señalado que el borrador de texto de julio de 2012 contiene muchos de los elementos básicos necesarios para regular adecuadamente el comercio mundial de armas. No obstante, los activistas agregan que el texto tiene también una serie de puntos débiles que amenazan con echar por tierra la eficacia general del tratado.
Un borrados con lagunas
En su forma actual, opina la coalición, el tratado hace poco para promover la responsabilidad y moderación en el comercio mundial de armas. Uno de los principales motivos de preocupación es que las municiones y su mortífero comercio de más de 4 mil millones de dólares estadounidenses al año, está regulado por disposiciones más débiles que otros tipos de armas.
"No podemos tener un tratado que regule el comercio de armas pero excluya una de las principales causas de muerte: las balas. Algunos conflictos en África se han prolongado debido a la capacidad de los combatientes para volver a cargar. Tenemos que regular la manera en que se transfieren las municiones desde la línea de producción hasta el destino final", remarca Geoffrey Duque, Coordinador Nacional de la Red del Sur de Sudán sobre las Armas Ligeras (SSANSA).
Otra cláusula podría excluir las transferencias de armas del tratado si son identificadas como parte de un "acuerdo de cooperación en materia de defensa nacional". Esta cláusula, presentada por la India, implicaría que las transferencias efectuadas de conformidad con los actuales contratos de defensa (entre Rusia y Siria, por ejemplo) quedarían excluidas de la jurisdicción de un futuro tratado.
Armas bajo control también se muestra preocupada porque los criterios que establecen si una transferencia de armas es admisible o no son demasiado débiles y contienen lagunas que podrían permitir que algunos contratos irresponsables se sigan colando entre las redes.
"Estas "cláusulas de escape" han sido impulsadas por una elocuente minoría de estados que persigue alcanzar un tratado estilo queso suizo: lleno de agujeros que les permitan continuar impunemente con su mortífero comercio. La mayoría de los gobiernos, ansiosos por lograr un mundo más seguro, deben alzar la voz y acordar un TCA robusto en el plazo de dos semanas", manifiesta Allison Pytlak, Directora de la Campaña de Armas bajo control.
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