¿A QUÉ NOS REFERIMOS CON «LA CENTRALIDAD DE LA NIÑEZ,
LA ADOLESCENCIA Y SU PROTECCIÓN»?
Colocar la protección de la niñez y adolescencia en el centro de la acción humanitaria es una responsabilidad compartida, para garantizar que todo el sistema humanitario se involucre de manera activa y consciente en la materialización de los derechos para la niñez, así como de su derecho a la protección en cada paso de la acción humanitaria.
Si bien añadir medidas de protección de la niñez es un elemento fundamental,1 también es necesario tomar un enfoque sistémico para lograr la protección y el bienestar la niñez. Todas las personas que participan y trabajan en el sistema humanitario tienen un papel que desempeñar.
La centralidad de la niñez y adolescenci a se refiere a tomar en consideración los puntos de vista, las capacidades, los derechos, las necesidades y las vulnerabilidades de la niñez y la adolescencia en todos los aspectos de la respuesta humanitaria y en todas las intervenciones sectoriales. Implica destacar las perspectivas y la capacidad de agencia que poseen niños y adolescentes en toda su diversidad y abogar por una mayor inclusión, participación y priorización dentro de los programas, las políticas y la toma de decisiones humanitarias.
La centralidad de la protección de la niñez y adolescencia forma parte de la centralidad de la protección,2 e implica que todos los profesionales humanitarios son responsables de proteger a los niños, las niñas y los adolescentes del abuso, el abandono, la explotación y la violencia. Los Estados son los responsables principales de proteger a la niñez y la adolescencia y de realizar sus derechos conforme a lo dispuesto en la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. No obstante, todos los operadores deben dar prioridad a la protección y a la rendición de cuentas hacia los niños y niñas durante sus acciones en la respuesta humanitaria.
Es crucial que todos los operadores del sector incorporen la protección de la niñez y adolescencia de manera sistemática en los análisis de situación y de respuesta, inclusive con el monitoreo de las violaciones de los derechos la niñez y la adolescencia; en todos los planes de respuesta humanitarios y de refugiados e iniciativas para atraer fondos, además de en las políticas3 del Comité Permanente entre Organismos (IASC por sus siglas en inglés). La vulnerabilidad de la niñez frente a determinados riesgos y el nivel de capacidad con relación a esos riesgos deben ser parte fundamental en cualquier ejercicio analítico sobre los riesgos de la protección.