Prólogo
La misión de UNICEF se basa en la esperanza. Es la esperanza lo que nos motiva a construir un mundo en el que se protejan y defiendan los derechos y el bienestar de esta generación de niños y niñas y de las futuras generaciones. Y es también la esperanza lo que alimenta nuestro optimismo cuando pensamos que es posible cumplir con esta misión.
Sin embargo, aunque la esperanza es un sentimiento tremendamente poderoso, también puede ser frágil, especialmente cuando choca con las realidades más duras que nos depara el mundo. Y el año pasado fue especialmente brutal para los niños y niñas del planeta.
En 2023, los derechos de la infancia fueron objeto de ataques en comunidades de todo el mundo. Muchos de los más de 450 millones de niños y niñas que viven en zonas de conflicto o han huido de ellas padecen un sufrimiento inimaginable debido a la violación o denegación de sus derechos. A lo largo del año, conocí a algunos de estos niños y niñas durante mis viajes con UNICEF.
Su sufrimiento es una acusación contra un mundo que no los protege de los peligros de la guerra.
Para empeorar las cosas, nuevos y prolongados conflictos coincidieron con otras crisis devastadoras en 2023, incluidas varias catástrofes y emergencias relacionadas con la salud pública. Y el cambio climático siguió causando estragos en las vidas de los jóvenes, provocando graves sequías, olas de calor y tormentas cada vez más intensas.
A pesar de estas dificultades, UNICEF y nuestros aliados pudieron prestar asistencia a millones de niños y niñas, mujeres y familias del mundo entero con servicios y suministros esenciales, en ciertos casos en algunos de los lugares donde el acceso es más difícil. Todos estos logros en favor de la infancia despiertan en mí un sentimiento de esperanza. Estos son algunos ejemplos de lo que conseguimos en 2023:
• UNICEF y nuestros aliados proporcionaron a más de 210 millones de niños y niñas servicios para la detección precoz y el tratamiento de la emaciación infantil, y a través de nuestra nueva Alianza para la Prestación de Servicios Sanitarios en la Comunidad estamos impulsando aún más los avances en materia de salud y nutrición.
• En un avance histórico para la supervivencia infantil, UNICEF distribuyó 6,2 millones de dosis de la primera vacuna mundial contra el paludismo en siete países africanos.
• A través del Programa Mundial del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y UNICEF para Poner Fin al Matrimonio Infantil se siguió promoviendo la igualdad de género, superando los prejuicios sexistas y empoderando a las adolescentes.
• En la COP28 se reconocieron por primera vez las repercusiones del cambio climático sobre la salud y el bienestar de la infancia, se propuso un “diálogo de expertos” para 2024 y se reforzó el objetivo mundial relacionado con la adaptación al clima.
• UNICEF también presentó nuestro Plan de Acción sobre Sostenibilidad y Cambio Climático, un proyecto para salvaguardar el derecho de la infancia a un medio ambiente limpio, sano y seguro. Y ampliamos nuestra labor en materia de sostenibilidad, adaptación al cambio climático y mitigación del riesgo de desastres.
UNICEF no hubiera podido lograr estos resultados sin el papel fundamental que desempeñan los recursos ordinarios. Nuestra organización depende de estos recursos a la hora financiar nuestros programas para los países y satisfacer las necesidades de la infancia de forma equitativa. Sin embargo, la proporción que representan en nuestra financiación es insuficiente, y espero que este año colaboremos estrechamente para cambiar esta tendencia perjudicial. Al mismo tiempo, debemos aumentar el valor de cada dólar invertido para lograr que tenga el mayor efecto posible en favor de la infancia. Como parte de este esfuerzo, UNICEF participa activamente en la labor conjunta de las Naciones Unidas para aumentar la eficiencia de nuestra labor. En este sentido, ha trasladado más del 50% de nuestras oficinas a locales comunes y ha participado en otras iniciativas conjuntas para buscar la mejor manera de que nuestros recursos y capacidades estén más cerca de los niños y niñas a los que servimos.
El próximo mes de septiembre, la Cumbre del Futuro ofrece a la comunidad internacional la oportunidad de impulsar un nuevo proyecto conjunto. UNICEF presionará para que se reconozca a la infancia como un grupo diferenciado de titulares de derechos, y aprovecharemos la capacidad de liderazgo de la organización para promover la idea de que la defensa de los derechos de la infancia y la aceleración del progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible conexos son indispensables para abordar las dificultades actuales y futuras.
Los niños, las niñas y los jóvenes son nuestra mayor esperanza para crear un mundo mejor y más pacífico. Seamos mejores personas y hagamos más en favor de la infancia en 2024 y en el futuro.