El comercio y los mercados pueden fomentar el desarrollo sostenible y reforzar la resiliencia a las crisis
23 de septiembre de 2020, Roma - El comercio agroalimentario mundial se ha duplicado con creces desde 1995, alcanzando los 1,5 billones de USD en 2018, con un aumento de las exportaciones de los países emergentes y en desarrollo, que representan más de un tercio del total mundial, según un nuevo informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En el informe El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2020 (SOCO 2020)* *se sostiene que el comercio mundial y el buen funcionamiento de los mercados son fundamentales para el proceso de desarrollo, ya que pueden estimular el crecimiento económico inclusivo y el desarrollo sostenible y reforzar la resiliencia a las crisis.
"Es preciso confiar en los mercados como parte integral del sistema alimentario mundial. Ello es aún más importante ante las grandes perturbaciones, independientemente de que provengan de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), de brotes de langosta o del cambio climático", señaló el Director General de la FAO, QU Dongyu, en su introducción al informe.
El auge de las cadenas de valor agroalimentarias mundiales
En el informe se estima que alrededor de un tercio de las exportaciones agrícolas y alimentarias mundiales se comercializan dentro de una cadena de valor mundial y cruzan las fronteras por lo menos dos veces.
El auge de las cadenas de valor mundiales obedece al crecimiento de los ingresos, la reducción de las barreras comerciales y los avances tecnológicos, que han transformado los mercados y los procesos comerciales, vinculando a los agricultores con comerciantes y consumidores de todas las regiones y países.
"Las cadenas de valor mundiales pueden facilitar la integración de los países en desarrollo en los mercados mundiales. Al vincular estrechamente nuestros mercados de alimentos, también proporcionan un mecanismo para difundir mejores prácticas en aras de promover el desarrollo sostenible", agregó el Director General de la FAO.
A su vez, al participar en las cadenas de valor mundiales, los pequeños agricultores pueden aumentar su producción de alimentos y sus ingresos. En promedio y a corto plazo, un incremento del 10 % en la participación de la agricultura en la cadena de valor mundial puede resultar en un aumento de alrededor del 1,2 % en la productividad de la mano de obra, según el informe.
Sin embargo, los pequeños agricultores suelen quedar excluidos de los beneficios de las cadenas de valor mundiales. Además, podrían sufrir una mayor marginación debido a la aparición de cadenas de valor mundiales con estrictos requisitos de calidad e inocuidad de los alimentos.
"Es preciso redoblar los esfuerzos para incluir a los pequeños agricultores en cadenas de valor alimentarias modernas, garantizando así los ingresos rurales y la seguridad alimentaria tanto en las zonas rurales como en las urbanas", dijo el Sr. Qu.
Para lograrlo, se necesitan políticas amplias en aras de crear un entorno que permita el florecimiento de los mercados e impulse la participación de los pequeños agricultores en cadenas de valor mundiales, por ejemplo, mejorando la infraestructura y los servicios, la educación y las tecnologías productivas en las zonas rurales.
Las tecnologías digitales pueden contribuir a que los mercados funcionen mejor y pueden mejorar el acceso de los agricultores a ellos. Las innovaciones, como el comercio electrónico de alimentos, pueden beneficiar tanto a los agricultores como a los consumidores. Sin embargo, para garantizar que los dividendos de la innovación digital se compartan con los más pobres, es necesario reducir la actual brecha digital en la agricultura.
La adopción de modelos comerciales más inclusivos, como la agricultura por contrato y las cadenas de bloques, también puede ayudar a los agricultores a integrarse en mayor medida en cadenas de valor modernas y más complejas.
Por ejemplo, la participación en la agricultura por contrato puede aumentar los ingresos agrícolas en más de la mitad, según un análisis de los principales estudios sobre la agricultura por contrato. No obstante, en el informe se subraya la falta general de información sobre las diferentes repercusiones de la agricultura por contrato, aparte de sus efectos en el bienestar de los agricultores.
¿Cómo pueden los mercados agrícolas y alimentarios fomentar el desarrollo sostenible?
En el informe se exponen los argumentos a favor del papel que pueden desempeñar los mercados agroalimentarios en el fomento del desarrollo sostenible.
Se sostiene que la promoción y la aplicación más amplia de sistemas y normas voluntarios de certificación de la sostenibilidad en la agricultura, por ejemplo, pueden abordar las compensaciones entre los objetivos económicos, ambientales y sociales.
Los sistemas de certificación de la sostenibilidad pueden estimular el comercio justo, la inclusión, la no discriminación y prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente. También pueden garantizar la seguridad laboral y la prohibición del trabajo infantil y fomentar las inversiones.
Por ejemplo, según los datos de los pequeños productores de café de Uganda, las familias con certificación de sostenibilidad emplean un 146 % más en la educación de sus hijos y los mantienen en la escuela durante más tiempo que las familias sin certificación.
Otro estudio sobre los sistemas de certificación en favor de la sostenibilidad de los bosques muestra que la producción de café cultivado a la sombra en Etiopía puede ayudar a reducir la degradación de los bosques.
En el informe también se señala que, aunque el banano es uno de los productos básicos tropicales más comercializados en el mundo, se estima que solo entre el 5 % y el 8 % está cubierto por normas de sostenibilidad.
Evolución del comercio y los mercados: tendencias y factores impulsores
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El comercio internacional de productos agroalimentarios se ha visto impulsado por los avances tecnológicos, la urbanización, el crecimiento de la población y de los ingresos, la reducción de los costos de transporte, las políticas comerciales y la disminución de los aranceles medios a la importación.
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Los países de ingresos medianos altos y bajos han aumentado en conjunto su participación en las exportaciones mundiales de productos agroalimentarios de alrededor del 25 % en 2001 al 36 % en 2018.
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Si bien el comercio mundial de productos agroalimentarios se ha duplicado desde 1995 en valor real, su tasa de crecimiento ha sido más lenta desde la crisis financiera de 2008. Se prevé que la pandemia de la COVID-19 seguirá afectando a esta situación.
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La crisis financiera de 2008 y la consiguiente ralentización económica paralizaron la evolución de las cadenas de valor mundiales de productos agroalimentarios, y la pandemia de la COVID-19 podría perturbar aún más su potencial en el comercio y el crecimiento mundiales.
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Las tecnologías digitales están transformando todas las etapas de la cadena de valor de los alimentos, de la granja a la mesa. Mejoran la eficiencia, crean puestos de trabajo y ahorran recursos. Pero es difícil prever todos los efectos que la innovación tecnológica puede tener en la forma en que se cultivan, elaboran, comercializan y consumen los alimentos.
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Mientras que los países de Europa y Asia central, y de Asia oriental y el Pacífico tienden a comerciar dentro de las mismas regiones, los países de Asia meridional, América Latina y el Caribe, el África subsahariana, América del Norte y Oriente Medio y África del Norte comercian más a nivel mundial. Alrededor del 90 % de las exportaciones de productos agrícolas del África subsahariana y de América Latina y el Caribe se destinan a otras regiones.
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El comercio seguirá desempeñando un papel decisivo en la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, al trasladar los alimentos de las regiones con excedentes a las regiones deficitarias.
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Los acuerdos comerciales regionales pueden estimular la participación en la cadena de valor mundial e impulsar la reforma institucional y de las políticas. Sin embargo, puesto que muchos países vulnerables siguen dependiendo de los mercados mundiales, es fundamental promover sistemas comerciales multilaterales.
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La mayor parte del comercio agroalimentario está constituido por productos alimenticios elaborados.
Acerca del informe SOCO 2020
El informe abarca cuatro esferas, a saber: las tendencias de los mercados agrícolas y de alimentos; las cadenas de valor mundiales en los sectores de la alimentación y la agricultura; los agricultores y las cadenas de valor -modelos empresariales de crecimiento más sostenible-; las tecnologías digitales y los mercados agrícolas y de alimentos.
El informe SOCO 2020 se presentó hoy en un evento virtual con la participación del Director General Qu Dongyu; el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Sonny Perdue; la Ministra de Agricultura, Reforma Agraria y Desarrollo Rural de Sudáfrica, Thoko Didiza; el Secretario de Estado Parlamentario del Ministerio de Alimentación y Agricultura de Alemania, Hans-Joachim Fuchtel; el Presidente del Comité de Problemas de Productos Básicos de la FAO, Gustaf Daud Sirait; el Director General Adjunto de la Organización Mundial del Comercio, Alan Wolff; y el Subsecretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Miguel García Winder.
Los panelistas destacaron cómo la pandemia del COVID-19 ha demostrado la importancia de garantizar el flujo de las cadenas de suministro de alimentos a nivel mundial, regional y local. Coincidieron en que el comercio de alimentos es una herramienta fundamental para el desarrollo y el crecimiento económico, y que la innovación y la digitalización ofrecen nuevas oportunidades para aumentar la actividad del mercado y facilitar la integración de los pequeños agricultores en cadenas de valor modernas y más complejas.
A la reunión también asistieron representantes de Canadá, Sri Lanka, la Comisión Europea y la Universidad de Bocconi (Italia). El video del evento se puede acceder aquí.