Venezuela - Actualización de mensajes clave: La estabilidad económica continúa posterior a las elecciones, así se mantiene la inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF), agosto 2024
Las recientes elecciones y las protestas asociadas causaron un desabastecimiento temporal en los supermercados durante la última semana de julio. Sin embargo, no se observó un impacto significativo en la inseguridad alimentaria aguda a largo plazo. A pesar de los avances económicos, como la disminución de la inflación, la estabilidad cambiaria y la reactivación de sectores clave, la inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF) persiste en todo el país. No obstante, una porción de los hogares más pobres en áreas urbanas y periurbanas, especialmente en los estados de Zulia, Anzoátegui, Monagas y Sucre, continúan enfrentando una situación de Crisis (Fase 3, CIF) debido a la insuficiencia de sus ingresos en dólares y a la falta de cobertura consistente por parte de los programas sociales.
En cuanto al gasto público, según, Síntesis Financiera, este alcanzó los 60.7 mil millones de VED (1.66 mil millones de USD) en julio – menos que lo esperado – y hasta el 23 de agosto, se ha disminuido a 43.5 mil millones de VED (1.19 mil millones de USD). Esta reducción se explica en parte por la culminación del proceso electoral. Sin embargo, los programas sociales – que han sido esenciales para garantizar la seguridad alimentaria de la población – han continuado recibiendo fondos y se espera un ajuste al alza en el gasto a finales de agosto para mantener estable su distribución. Este mantenimiento del gasto público favorece la seguridad alimentaria de la población al proporcionar cajas CLAP e ingresos adicionales a los hogares a través de dichos bonos, mejorando la capacidad adquisitiva de los hogares y permitiéndolos a adquirir alimentos y otros bienes esenciales.
Además, la inflación anual y mensual en julio de 2024 se situaron en 43.6 y 0.7 por ciento, respectivamente. Esta reciente estabilidad macroeconómica, ofrece un alivio a la población, al reducir la presión sobre su presupuesto y mejorar el acceso a alimentos básicos. Aunque los precios de los alimentos subieron ligeramente un 0.8 por ciento entre junio y julio, el costo de ambas dietas – diversificada y a base de cereales y aceite – experimentaron variaciones mínimas. Ambas se redujeron en casi un dos por ciento en USD, en comparación con junio, quedando en aproximadamente 231.85 USD y 105.68 USD, respectivamente.
La disponibilidad de alimentos también ha mejorado debido a la producción local y las importaciones, que aumentaron del 22 por ciento entre enero y mayo, alcanzando los 1.32 billones de USD según el USDA. Durante este período, las exportaciones agrícolas de los Estados Unidos a Venezuela crecieron un 38 por ciento, consolidando a los Estados Unidos como el principal proveedor del país. Dentro del país, los cultivos como maíz, arroz, hortalizas y frutales están desarrollando normal a pesar de una variabilidad climática, gracias a los sistemas de riego a lo largo de las áreas rurales. En contraste, mientras regiones como Apure, Amazonas y Bolívar han experimentado fuertes precipitaciones que han favorecido la producción, otras zonas como Falcón, Lara, Anzoátegui, Monagas, Portuguesa, Cojedes y la frontera con Colombia han sufrido déficits de lluvia. Aunque los pronósticos climáticos más recientes indican que las lluvias serán inferiores al promedio hasta fin de año, se espera que las precipitaciones y la humedad en los suelos sean suficientes para garantizar el desarrollo adecuado de los cultivos de secano para los pequeños agricultores que no cuentan con riego. Sin embargo, se prevé que las temperaturas superiores a la media aumenten el riesgo de plagas y enfermedades en los cultivos.