El Ministerio de Vivienda entregó en Durazno 349 viviendas y prevé invertir en los tres departamentos afectados por las inundaciones, más de U$S 21 millones. La Cartera trabaja en una Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial y obtuvo la aprobación parlamentaria de la reestructura del BHU y la creación de la Agencia Nacional de Vivienda.
El Ministro de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Mariano Arana, destacó algunas de las líneas estratégicas que considerará su Cartera para el mediano y largo plazo.
Con respecto al medio ambiente, exhortó a la población a apoyar las acciones de la Cancillería en todo lo referente al cambio climático y a la responsabilidad que el gobierno asumió al firmar el Protocolo de Kyoto.
En el aspecto de fortalecer y planificar la gestión y el control ambiental, coincidió con el Canciller Gargano, en que se debe continuar cumpliendo responsablemente con todos los emprendimientos industriales del país, entre ellos Botnia.
Agregó que se contin=FAa impulsando el incremento del plantel de técnicos de primera calidad de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Otro aspecto referente al Uruguay Productivo con equidad social, es el plan de residuos sólidos del área metropolitana y todo lo que tiene que ver con la deposición final de residuos industriales, para asegurarle a los ciudadanos y al mundo que el país se hace responsable de los convenios que firmó. En este sentido se trabaja en la localización de dichos residuos en Cañada Grande, predio ubicado entre Canelones y Montevideo, para alinear este proyecto país al Uruguay Productivo.
En cuanto al ordenamiento territorial, el Ministro comprometió su Cartera a actuar de manera congruente en cuanto a permitir loteos y construcciones en zonas inundables. Asimismo se refirió a la futura Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial Sostenible que está a consideración del Senado de la Rep=FAblica.
Enfatizó en la importancia de construir nuevas unidades destinadas a los sectores más populares y en continuar profundizando las coordinaciones con el Banco de Previsión Social para la solución de viviendas a jubilados y pensionistas, con las variadas opciones que se plantean. También subrayó la importancia de regular de los asentamientos a través de las oficinas del PIAI y de continuar con el apoyo a MEVIR en todas sus construcciones.
Con respecto al acceso y a la permanencia en las viviendas, resaltó la necesidad de que todos los uruguayos puedan adherirse a los subsidios y a los créditos, a través de una reestructuración del Banco Hipotecario y de la creación de la Agencia Nacional de Vivienda, proyecto aprobado por los parlamentarios.
Arana comentó las actuaciones que se realizan, en coordinación con los organismos nacionales, ministerios, intendencias y organizaciones sociales, para encarar la emergencia provocada por las inusuales inundaciones de los =FAltimos días. Gracias al trabajo de MEVIR y la Comisión Honoraria, se llevan construidas 262 unidades de viviendas en la capital de Durazno, 50 en Sarandi del Yí y se están procesando 57 unidades más en Villa del Carmen. Cabe destacar que hace 12 días se entregaron por sorteo las 30 primeras viviendas a distintos damnificados, lo que suma en total 349 construcciones con una inversión aproximada a los 7 millones de dólares. En este sentido se prevé que las inversiones programadas para el quinquenio en los tres departamentos afectados por las inundaciones, supera los 21 millones y medio de dólares.
El Ministro explicó que una vez atendidas las emergencias, se enfocan ahora en la restauración de la situación planteada estudiando y atendiendo a la población más afectada y vulnerable desde el punto de vista social y económico. Una vez culminadas las evaluaciones de los daños, se necesitará contar con recursos extrapresupuestales para comenzar con las nuevas construcciones y con la reparación de las unidades recuperables.
En otro orden, Arana subrayó que el libro de Al Gore presentado en Uruguay hace 48 horas, habla sobre los efectos del cambio climático y señala la responsabilidad que tienen todos los habitantes del planeta, particularmente los gobiernos, de actuar apropiadamente para que las diversas emanaciones de gases no generen los efectos invernaderos y el recalentamiento global que provocan los actuales desastres climáticos.