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Ukraine

Ucrania: Muertes de civiles en ataques indiscriminados contra la ciudad de Sumy mientras el ejército ruso intensifica sus ataques – nueva investigación

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  • Al menos siete civiles murieron y decenas sufrieron heridas en el ataque del 3 de junio
  • Los ataques en los que se utilizan cohetes Grad no guiados deben ser investigados como crímenes de guerra
  • “No deben dispararse armas intrínsecamente imprecisas en zonas densamente pobladas.” – Brian Castner

La población civil de la ciudad de Sumy, en Ucrania, es víctima de un número creciente de ataques ilegítimos mientras el ejército ruso intensifica sus ataques en la región. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

Este mismo mes, en la ciudad de Sumy, las fuerzas rusas dispararon cohetes Grad no guiados de 122 mm desde un lanzacohetes múltiple: mataron al menos a siete civiles e hirieron a decenas más. Estas municiones no guiadas son intrínsecamente imprecisas y afectan a una amplia área, por lo que nunca deben utilizarse en zonas habitadas por población civil.

El centro de la ciudad de Sumy, situado a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, tiene una población de unos 200.000 habitantes, la gran mayoría civiles que han seguido viviendo allí durante la guerra de agresión rusa. En las últimas semanas, Rusia ha capturado varios asentamientos en la región. El ejército ruso ahora parece tener la ciudad de Sumy al alcance de su artillería mientras intenta capturar más territorio.

“Nuestra investigación ha demostrado que los cohetes Grad han causado muerte y destrucción en una amplia área de la ciudad de Sumy. Estos ataques indiscriminados deben ser investigados como crímenes de guerra”, ha manifestado Brian Castner, director de Investigación sobre Crisis de Amnistía Internacional.

“La guerra de agresión continuada de Rusia ha causado estragos en la vida de la población civil de Ucrania. No deben dispararse armas intrínsecamente imprecisas en zonas con una densa población civil.”

“Mientras el ejército ruso parece estar intensificando sus ataques contra Sumy y otros lugares de Ucrania, pedimos una vez más que se respete el derecho internacional humanitario. La población civil no es un objetivo.”

No deben dispararse armas intrínsecamente imprecisas en zonas con una densa población civil.

Brian Castner, responsable de Investigación de Crisis de Amnistía Internacional

Amnistía Internacional mantuvo entrevistas a distancia con nueve personas que habían presenciado los ataques en Sumy el 3 de junio de 2025. También analizó decenas de fotos, vídeos y publicaciones de las redes sociales, incluidas imágenes de la situación inmediatamente posterior a los ataques y fotos de fragmentos de armas que confirmaron el uso de cohetes Grad de 122 mm. Amnistía Internacional visitó cinco de los siete lugares de los que se recibieron informes de impactos para verificar cuándo y dónde había tenido lugar un ataque.

Según datos recientes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las bajas causadas por los ataques rusos han aumentado considerablemente en Ucrania en los últimos meses, especialmente en las regiones más cercanas a la primera línea. Según las autoridades ucranianas, el ejército ruso está lanzando entre 80 y 120 bombardeos diarios en la provincia de Sumy.

“Todos los lugares son peligrosos”

El 3 de junio, al menos cinco cohetes no guiados alcanzaron la ciudad de Sumy hacia las nueve y cuarto de la mañana. Las municiones alcanzaron zonas civiles densamente pobladas, causaron al menos siete muertes e hirieron a decenas de personas. Las fotos y los testimonios de testigos señalan que estos ataques tuvieron lugar todos más o menos al mismo tiempo y con la misma arma, lo que sugiere que eran parte de la misma salva de cohetes Grad.

Los Grad no pueden dirigirse con precisión contra un blanco, y las salvas disparadas desde un lanzacohetes múltiple a menudo caen en una zona amplia. Por tanto, su uso en lugares donde se concentran civiles constituye un ataque indiscriminado, ya que no diferencian entre objetivos militares, por un lado, y personas y objetivos civiles, por el otro. Un ataque indiscriminado que mate o hiera a civiles puede constituir un crimen de guerra.

Serhiy Korotenko, ingeniero jubilado de 63 años, conducía su automóvil de camino al mercado local. Murió cuando un proyectil alcanzó el cruce cerca de su auto en la avenida Shevchenko.

Su hijo, Andrii, estaba en su oficina, a unos 400 metros del lugar, cuando oyó las explosiones. Inmediatamente condujo hasta el lugar del ataque. Contó a Amnistía Internacional: “Cuando llegué, ya había bomberos con sus camiones, mucho humo, mucha gente. Los cristales del comercio habían desaparecido. La situación era de pánico absoluto, con todo el mundo corriendo de un lado para otro”.

La situación era de pánico absoluto, con todo el mundo corriendo de un lado para otro.

Andrii Korotenko, cuyo padre, Serhiy, perdió la vida en el ataque del 3 de junio

La zona había sido acordonada por los servicios de emergencia y la policía, y había automóviles ardiendo cerca del cruce. Más tarde, cuando Andrii vio imágenes del lugar del ataque en la aplicación de mensajería Telegram, se dio cuenta de que el cuerpo de su padre estaba tendido en el suelo cerca del lugar en el que había caído el cohete.

Según testigos, incluido personal médico, tras la explosión había tendidas en el suelo cuatro o cinco personas con heridas graves. Decenas de personas resultaron heridas por fragmentos de proyectil y trozos de cristal en el cruce, que está lleno de cafés, farmacias y comercios.

Las autoridades de Sumy informaron de que cuatro personas habían muerto el día del ataque. En los días siguientes, una mujer de 86 años y un muchacho de 17 murieron a consecuencia de sus heridas, con lo que el total de personas muertas en la avenida Shevchenko ascendió a seis.

Olena Shulga, que vive en el edificio que mira hacia el lugar del ataque, escapó por poco de las dos explosiones. Según contó a Amnistía Internacional: “He intentado [durante la guerra] no ir a lugares peligrosos en horas peligrosas. […] Ahora resulta que no hay lugar seguro, todos los lugares son peligrosos y nadie puede predecir en qué cruce morirá”.

Ataques contra hospitales y casas

Amnistía Internacional visitó también otros cuatro lugares que fueron alcanzados más o menos a la misma hora del 3 de junio.

En la calle Remisnycha, a unos dos kilómetros de la avenida Shevchenko, Serhiy Pankiv oyó explosiones justo después de las nueve de la mañana. Cuando corrió de vuelta a su casa, sus vecinos le dijeron que un cohete había caído en su apartamento de la novena planta. Contó a Amnistía Internacional: “Si hubiera estado en casa, hoy estarían celebrando mi velatorio. Cayó exactamente en el lugar en el que duermo.”

En la calle Horova, a unos tres kilómetros de la avenida Shevchenko, un hombre de 35 años murió instantáneamente cuando un cohete cayó en las cercanías. Cuando Amnistía Internacional visitó el lugar en el que murió, aún se veían manchas de sangre y daños causados por los fragmentos del proyectil.

Otro cohete Grad cayó en un parterre de flores ante un edificio de apartamentos en la cercana calle Metalurhiv, y acribilló de fragmentos las dos primeras plantas. Amnistía Internacional visitó el lugar para confirmar los daños. Svitlana Hovorun, de 72 años, y su esposo escaparon por poco de resultar heridos en su apartamento. Según contó la mujer: “Estamos vivos por accidente”.

“Si hubiera estado en casa, hoy estarían celebrando mi velatorio.

Serhiy Pankiv, cuyo apartamento sufrió el impacto de un cohete Grad

A la misma hora fue alcanzado el Hospital Clínico Número Cuatro de la ciudad de Sumy, también en la calle Metalurhiv. El director del hospital dijo a Amnistía Internacional que aquel día había unos 160 pacientes ingresados en el centro hospitalario. Por suerte, como la sirena de ataque aéreo sonó, todos los pacientes y la mayoría del personal estaban en el refugio antiaéreo del hospital en el momento del ataque.

El director contó: “El cohete cayó más cerca de nuestra unidad de cuidados paliativos. […] Es gente que necesita atención constante, que no puede caminar por sí sola”.

Un conductor que circulaba en una ambulancia en esos momentos fue alcanzado por fragmentos de proyectil y sufrió heridas en el antebrazo. Las ventanas del hospital reventaron, y hubo daños en la fachada y el tejado del edificio.

En virtud del derecho internacional humanitario, los hospitales y las unidades médicas están sujetos a protección especial. Durante las hostilidades, las partes de cualquier conflicto armado deben tomar todas las precauciones posibles para reducir al mínimo el daño a pacientes, personal e instalaciones.

Información complementaria

Las fuerzas ucranianas llevan cometiendo atrocidades contra la población civil ucraniana desde la ocupación de Crimea en febrero de 2014. Tras la invasión de Ucrania a gran escala por parte de Rusia en 2022, que provocó violaciones graves del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de detención para seis altos cargos rusos, incluido Vladimir Putin, por la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Amnistía Internacional documentó también ataques indiscriminados y ataques directos contra la población civil que deben ser investigados como crímenes de guerra en Chernihiv, Izium, Kyiv Oblast y Mariupol, entre otros lugares de Ucrania.