Seis meses después de que Haiyan azotara Filipinas, aunque la normalidad avanza poco a poco, las necesidades siguen siendo enormes. Los supervivientes no solo perdieron sus hogares, sino también sus medios de vida. Transcurridos seis meses, comenzamos a trabajar en la fase de post-emergencia y reconstrucción, que busca el restablecimiento de infraestructuras básicas (redes de agua, hogares, mercados, caminos, etc.) y la recuperación de la capacidad de cultivar, pescar o generar ingresos con los que la población afectada se valga por sí misma para poder alimentarse.