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La Cooperación Española aportará 170.000 euros para atender las necesidades básicas de la población afectada a través de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la ONG Acción contra el Hambre
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La población de la isla de Mindanao (Filipinas) ha sufrido durante el mes de octubre hasta cuatro terremotos de magnitudes de entre 5,4 y 6,6 en la escala de Richter.
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Un total de 320.000 personas afectadas en unos 240 “barangays” o comunidades de la isla son algunas de las cifras de esta emergencia que deja ya 21 personas fallecidas y a más de 420 heridas.
Un total de cuatro terremotos de magnitudes comprendidas entre 5,4 y 6,6 en la escala de Richter afectaron el pasado mes de octubre a más de 300.000 personas en la zona centro y oriental de la la isla de Mindanao (Filipinas). Por el momento se contabilizan 21 personas fallecidas y más de 400 heridas.
Ante esta situación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) aprobó ayer la activación del convenio de emergencias que mantiene con la ONG Acción contra el Hambre (ACH) por un importe de 70.000 euros para trabajar en la provisión de agua limpia, higiene y saneamiento a la población afectada por un mes.
Asimismo, la AECID aportará 100.000 euros al llamamiento de emergencia realizado por la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) con el fin de atender a unas 35.500 personas en un periodo de 14 meses facilitándoles cobijo, atención sanitaria, agua y saneamiento, protección y sensibilizando a esta población en el ámbito de la reducción de riesgo de desastres.
La serie de terremotos comenzó el pasado 16 de octubre y, desde ese momento, la Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través de su sede en Manila y de la Embajada de España en el país, ha estado en contacto con las autoridades filipinas y las organizaciones humanitarias que trabajan en el terreno para evaluar el impacto de esta emergencia sobre la población afectada y las posibilidades de ayuda ante la situación.
Según los datos facilitados por el Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres filipino (NDRRMC, por sus siglas en inglés), el pasado 4 de noviembre se habían registrado 21 personas muertas y más de 420 heridas como consecuencia de la serie de terremotos producidos entre el 16 y el 31 de octubre. Según la Oficina de Coordinación Humanitaria de las Naciones Unidas (OCHA), unas 321.000 personas han sido afectadas en 240 barangays o comunidades de las regiones XI y XII de la isla; 36.100 personas se alojan en 32 centros de evacuación y 7.500 se alojan en familias de acogida. Además, según el Consejo más de 22.000 viviendas han sido destruidas y 10.000 parcialmente dañadas, la mayoría en los municipios de Makilala y Tulunan en el norte de Cotabato.
También han sido afectadas 1075 escuelas, lo que ha repercutido en la educación de unos 3,4 millones de alumnos; 73 instalaciones sanitarias y otras 90 estructuras públicas también están dañadas; y vías de comunicación terrestre -carreteras y puentes- en la región no son practicables.
Las autoridades locales siguen evaluando el número de víctimas y daños y se espera que el número aumente a medida que se verifique el impacto total de los terremotos. El gobierno filipino continúa liderando la respuesta a esta emergencia, con la colaboración de la Cruz Roja Filipina, en el despliegue de equipos de rescate, proporcionando agua, alimentos, salud y ayuda de emergencia a la población afectada.