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Peru

Estudio sobre conocimientos, actitudes y prácticas sobre COVID-19 y diseño de estrategias metodológicas de información, educación y comunicación (IEC)

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Resumen ejecutivo

Este estudio se realizó en el marco del Proyecto Fortalecimiento de la Respuesta Sanitaria Local que tiene como objetivos: i) fortalecer las capacidades de respuesta organizada de los sistemas de salud locales y las comunidades/territorios del área de influencia operativa de Antamina frente a la emergencia COVID-19, priorizando a la familia y ser humano en su protección, cuidado y capacidad de contagio; y ii) acompañar el tránsito hacia una comunidad/territorio saludable que gestione un nuevo escenario post emergencia, protegiendo y promoviendo la salud de la población.

El objetivo específico del estudio fue conocer la situación actual con relación a los Conocimientos,
Actitudes y Prácticas (CAP) frente a la COVID-19 y otros cuidados de la salud, de las familias, agentes comunitarios de salud y comités COVID-19 comunales y distritales, así como entender el nivel de organización y articulación de los servicios de sanitarios y las organizaciones de base o comunales.
Para ello, se aplicaron tres instrumentos. En primer lugar, una encuesta CAP a familias, aplicada a 276 jefas/es de hogar de las cinco UGT. En segundo lugar, una encuesta en los establecimientos de salud de las cinco UGT, aplicada a 111 profesionales de la salud. En tercer lugar, entrevistas semiestructuradas aplicadas a 5 agentes comunitarias de la salud y a 5 profesionales de la salud de los establecimientos de las UGT.

A partir del análisis sociodemográfico de la información recabada, se identificó que el perfil de la persona responsable del cuidado en el hogar es el de una mujer, adulta joven y adulta, quechuahablante en su mayoría, y que consume múltiples medios de información. Por su parte, el perfil del personal de salud es el de enfermeras, que residen con su familia en la misma zona, con diversos tipos de contrato, pero con mayor arraigo en la zona del establecimiento de salud que otros profesionales de la salud. Ambos perfiles constituyen una audiencia específica, reconocible, y con el potencial para aprovechar y multiplicar los conocimientos y prácticas adecuadas sobre la COVID-19 en el corto, mediano y largo plazo. Asimismo, el perfil de las ACS no dista mucho, salvo por la ocupación y el nivel educativo de los dos perfiles previamente mencionados, por lo que parecería ser un puente adecuado en el trabajo articulador de comunidad y establecimiento de salud.

En cuanto a la encuesta CAP, en la dimensión de conocimientos, se ha identificado la necesidad de priorizar el conocimiento sobre la vacuna y su funcionamiento, así como sobre los grupos de riesgo ante la COVID-19. En la dimensión de actitudes, se encontró que algunas ideas de teorías de conspiración gozan de aceptación social a la vez que resulta importante trabajar en la relación entre la comunidad y el sistema de salud en toda su complejidad: desde los EESS y profesionales de la salud, pasando por el rol de la comunidad y de las familias en el monitoreo y control de su propia salud. Y en la dimensión de prácticas, se identificó la necesidad de trabajar en aquellas prácticas relativas a la interacción con otras personas y a cómo actuar ante la sospecha de COVID-19. Dado el riesgo de una tercera ola, corresponde reforzar prácticas pertinentes a la fase actual de la pandemia.

En cuanto a la encuesta a personal de salud de los establecimientos de salud, se ha confirmado la necesidad de refuerzo en las cuatro dimensiones abordadas, con prioridad en los conocimientos sobre el diagnóstico y atención de pacientes en el primer nivel de atención; específicamente, en la atención según tipos de casos, así como los protocolos para la aplicación de pruebas de detección de COVID-19. Respecto a este punto, es importante mencionar que, a lo largo de la pandemia, los criterios para la atención de pacientes con COVID-19 han ido variando, lo cual explicaría que no se cuenta del todo con un criterio homogeneizado a lo señalado por la normativa. En ese sentido, se sugiere enfocar la intervención como un fortalecimiento que construye sobre lo avanzado por parte del personal de salud y la población, por sobre la idea de "corrección" de conocimientos con miras a alcanzar un indicador meta.

A modo de consideraciones para la intervención del proyecto, es importante mencionar el rol del quechua como lengua que usa más de la mitad de la población encuestada, de modo que es clave para el diseño de la estrategia. Si bien se encontró poca participación de la población en actividades comunitarias (relativas al COVID-19), lo cual representa un reto para articular esfuerzos en el ámbito de la salud; se recogió que los medios como la radio, las redes sociales (WhatsApp, Facebook) y las personas serían efectivos para acercar mensajes a la ciudadanía de la AIO. Del mismo modo, se recomienda dotar de recursos (equipamiento, jabón, mascarilla) para que las prácticas que se desea cambiar puedan realmente efectuarse en la vida diaria. Finalmente, es importante mencionar que la salud mental de la población ha sido golpeada por el contexto de la pandemia y, si bien la preocupación por la salud está más controlada debido a la implementación de la vacunación, la preocupación por la situación económica es un factor a tener en consideración.

El presente documento contiene la justificación y metodología del estudio, el detalle de las actividades desarrolladas, los resultados y su correspondiente discusión, las conclusiones y recomendaciones del estudio y, finalmente, la propuesta para la elaboración de la estrategia IEC. Como anexos que se encuentran adjuntos al presente documento, se encuentran las matrices de dimensiones, indicadores e ítems, así como las fichas de indicadores; los instrumentos aplicados; las bases de datos; las tablas de reporte generadas con sus respectivos cruces; y la guía para el monitoreo posterior