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Estudio multisectorial en población refugiada y migrante venezolana que vive en Lima Metropolitana 2023

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CONTEXTO GENERAL

Los cambios sociales, económicos y políticos en Venezuela, durante la primera década del siglo XXI, ocasionaron una crisis humanitaria y social que se evidenció en el cambio de perfil migratorio, así en 2010 de país de destino turístico paso a país de origen de migrantes. Esta masiva migración alcanzó cifras récord a nivel mundial, hasta el año 2021 más de 7 millones de refugiados y migrantes venezolanos emigraron de su país para mejorar su calidad de vida. Debido a la precaria situación en la que emprendieron la emigración la mayoría de las personas migrantes venezolanas buscaron refugio en países de América Latina y el Caribe, siendo el Perú el segundo país que acogió más población migrante.

Pese al contexto de pandemia por COVID-19 que restringió la movilidad de personas y el ingreso de migrantes al Perú, se estima que, para fines del año 2023, alrededor de 1,6 millones de personas refugiadas y migrantes vivirán en Perú. El ingreso de los refugiados y migrantes venezolanos al Perú se inició desde 2014, para 2015 había en Perú 2351 venezolanos y en 2018 ya eran 728,120 refugiados y migrantes venezolanos, se incrementó de 30% a 870%). El flujo de migrantes continuó en los sucesivos años hasta que en marzo de 2020 se decretó la inmovilización social obligatoria por la pandemia de COVID-19.

La situación de los migrantes y refugiados venezolanos en Perú, que venían de una larga y penosa travesía desde Venezuela, se vio más afectada por el impacto de la pandemia. Las medidas de restricción de la movilización social, limitaron el desarrollo de las diversas actividades humanas desde lo económico hasta las atenciones de salud y con ello aumentó el desempleo, la reducción de ingresos, la inseguridad alimentaria y las restricciones de servicios básicos que afectó de forma más severa a los grupos vulnerables, como las personas migrantes y refugiadas venezolanas.

En el período 2020-2022, la sindemia COVID-19 e inseguridad alimentaria azotó a las poblaciones más pobres en el Perú; a esto se sumó la crisis alimentaria y energética a nivel mundial por la guerra entre Rusia y Ucrania. Aunque el impacto de la pandemia y la guerra fue decreciendo en el tiempo, la inseguridad alimentaria en Perú se mantuvo debido al clima político que se vio enrarecido desde 2021 con el cambio de Gobierno y las confrontaciones entre el poder ejecutivo y legislativo que repercutió sobre la economía peruana; además de la inflación e incremento de precios de los alimentos, se produjeron movilizaciones sociales y protestas violentas en varios puntos del país. Sumado a ello, más recientemente a inicios de 2023, el clima meteorológico también contribuyó a que las condiciones sociales y económicas del Perú se agudizarán con lluvias intensas en la costa peruana, sobre todo al norte donde hubo inundaciones, deslizamientos y sequias en zonas de sierra.

Este devenir de sucesos ha configurado un escenario, que resume la crisis global y local, en el que vive la población migrante venezolana en el Perú. Además de la vulnerabilidad económica, también se suma la vulnerabilidad social por carecer de redes de apoyo familiar en Perú, la estigmatización de su origen por el aumento de la delincuencia y la prostitución, el no poder estar incluidos como beneficiarios de los programas sociales estatales y el bajo acceso a seguro de salud, acceso a vivienda, servicios básicos y empleos dignos.

Acción contra el Hambre (ACH), consciente del impacto la crisis migratoria en el Perú, y aún antes de la pandemia, desarrolló en agosto de 2019, un primer estudio para conocer las características multisectoriales (sociales y económicas) de las familias refugiadas y migrantes venezolanas que residían en Lima Metropolitana. Además, realizó un segundo estudio en el mes de marzo de 2021, (período en el que la pandemia de la COVID-19 se encontraba en el pico máximo) para conocer la situación socioeconómica de personas refugiadas y migrantes de Venezuela residentes en Lima Metropolitana y a fines de febrero de 2022 realizó un tercer estudio en un escenario que mostraba la caída de la tercera ola, una mayor cobertura de vacunación en todos los grupos poblacionales (incluyendo a los niños de 5 a 11 años), medidas más flexibles de movilización social y un incipiente crecimiento económico.

El año 2023 tuvo un inicio peculiar por el cambio repentino de la autoridad presidencial, las protestas generalizadas en la zona sur del Perú y las precipitaciones de lluvia inusuales para la costa peruana que en suma, moldearon nuevamente un contexto crítico para la población migrante, por lo que Acción contra el Hambre, considerando la necesidad de contar con información actualizada para el diseño de intervenciones y políticas, desarrolló el presente estudio en marzo de 2023 para generar información actual sobre la situación económica y social de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela residentes en Lima Metropolitana y Callao, así como los cambios ocurridos entre 2019, 2021 y 2023.

Se estima que para fines del 2023 1,6 MILLONES de personas refugiadas y migrantes vivirán en Perú.

El presente documento muestra con detalle los objetivos del estudio, la metodología con la que se desarrolló la investigación, los resultados encontrados, las conclusiones y recomendaciones del estudio que busca ampliar la evidencia de los principales problemas que enfrenta la población migrante en el contexto del año 2023. Esta información puede aportar más elementos para facilitar la integración entre las personas migrantes y la población de acogida; así como, contribuir al conocimiento, análisis y debate entre socios, instituciones de cooperación y el Estado peruano que buscan generar condiciones más humanas para los migrantes y atenuar el impacto del movimiento humano en las diferentes dimensiones de la sociedad para lograr una convivencia adecuada entre todos los habitantes del Perú.