Una quemadura no es solo una herida: es una condena prolongada de sufrimiento, y aún más en la Franja de Gaza, Palestina. Muchas personas tienen quemaduras extensas que cubren grandes porciones de sus cuerpos -algunas hasta el 40% de su superficie corporal total-. Es el caso de muchos de nuestros pacientes en Nasser. Uno de ellos es Tayseer, de 17 años.
Tras más de 19 meses de ataques de las fuerzas israelíes que han diezmado el sistema de salud de Gaza, las y los pacientes con quemaduras provocadas por explosiones de bombas y métodos improvisados de cocina se enfrentan a pocas opciones de atención médica. Mientras las autoridades israelíes mantienen el asedio sobre Gaza, y bloquean el acceso a ayuda básica, suministros médicos y artículos vitales, muchos pacientes deben soportar dolores insoportables con poco o ningún alivio.
En agosto de 2024, Tayseer Mansour, de 17 años, sufrió graves quemaduras en todo su cuerpo durante un ataque israelí que alcanzó su casa, mató a su madre y dejó heridos a su padre y hermanos. Está siendo tratado por nuestros equipos en el hospital Nasser, en Jan Yunis, en el sur de Gaza.
"Resulté gravemente herido con quemaduras de tercer grado. Llevo más de 150 días hospitalizado. Ya no puedo mover las manos, es muy doloroso", cuenta Mansour. "No puedo comer solo ni hacer casi nada más. Esto ha tenido un gran impacto en mí. Espero poder recuperarme".
Desde que las fuerzas israelíes reanudaron las hostilidades el 18 de marzo, nuestros equipos han visto aumentar el número de pacientes con quemaduras, en su mayoría niños y niñas. En abril, en la clínica de Ciudad de Gaza que dirigimos en el norte de la Franja, nuestros equipos atendieron una media de más de 100 pacientes diarios con quemaduras y otras lesiones. En el hospital Nasser -el mayor hospital aún en funcionamiento en Gaza-, brindamos atención a pacientes con quemaduras. Desde mayo de 2024, nuestros equipos en el hospital Nasser han realizado más de 1.000 intervenciones quirúrgicas a pacientes con quemaduras, de las cuales el 70% han sido en niños y niñas, la mayoría menores de 5 años. Muchos de estos menores resultaron quemados por explosiones de bombas y otros por agua hirviendo o combustible utilizado para cocinar o calentarse en refugios improvisados.
Las quemaduras graves requieren cuidados complejos y prolongados, que incluyen múltiples cirugías, cambios diarios de vendajes, fisioterapia, gestión del dolor, apoyo psicológico y un entorno estéril para prevenir infecciones. Sin embargo, tras 50 días sin entrada de suministros debido al bloqueo, nuestros equipos se están quedando sin incluso analgésicos básicos, dejando a los pacientes sin alivio adecuado para el dolor. Al mismo tiempo, desde el inicio de la guerra, solo muy pocos cirujanos en Gaza tienen la capacidad de manejar la cirugía plástica compleja necesaria para el tratamiento de quemaduras.
"Los niños gritan mientras nos vemos obligados a despegar la ropa quemada de su piel", dice el Dr. Ahmad Abu Warda, nuestro responsable médico de actividades en el hospital Nasser. "Nos suplican que paremos, pero si no retiramos el tejido muerto, la infección y la sepsis pueden provocar la muerte. Sin suficientes suministros médicos y con demasiados pacientes que necesitan atención, no podemos proporcionar el tratamiento adecuado. Solo estamos retrasando infecciones inevitables".
Además de una atención médica especializada, los pacientes con quemaduras necesitan el doble de calorías diarias para sanar adecuadamente. Sin alimentos que ingresen a Gaza, los pacientes sobreviven con cantidades insuficientes de comida, lo que compromete gravemente su recuperación.
"Las condiciones en Gaza son extremadamente difíciles. No hay alimentos saludables, ni carne, ni nutrición adecuada", dice Mansour.
"Los cuerpos de nuestros pacientes se están consumiendo a sí mismos para cerrar heridas que nunca sanan", afirma uno de nuestros cirujanos. "Tayseer lleva ocho meses en el hospital. En condiciones normales, habría sanado en tres. Pero sin alimentos, sin alivio para el dolor, sin agua limpia... está atrapado en un ciclo de fallos en los injertos, infecciones y desesperación".
Desde diciembre de 2024, nuestros equipos que trabajan en la clínica de Ciudad de Gaza y en el hospital de campaña en Deir al Balah, así como en el hospital Nasser, han realizado más de 6.518 curas de quemaduras. Sin embargo, casi la mitad de estos pacientes no han regresado para continuar su tratamiento. A 24 de abril, más de la mitad de los centros de salud en funcionamiento en Gaza están ubicados en áreas bajo órdenes de evacuación, según OCHA, lo que hace que el acceso a la atención médica sea casi imposible para pacientes y personal.