GINEBRA – El Gobierno de Israel intensificó el año pasado los asentamientos en la Ribera Occidental ocupada, incluyendo en Jerusalén Oriental, traspasando a su propia población hacia ese territorio a la vez que demoliendo de forma ilegal viviendas palestinas, paralelamente a un aumento de la violencia ejercida por los colonos en medio de un clima de continua impunidad, según concluye un informe de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
«La política de asentamientos de Israel, sus actos de anexión, así como la legislación y medidas discriminatorias relacionadas suponen una infracción del derecho internacional, tal como ha confirmado la Corte Internacional de Justicia, y representa además una violación del derecho del pueblo palestino a la auto-determinación,» afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
«Israel debe de cesar de forma inmediata y en su totalidad todas las actividades de asentamiento y evacuar a todos los colonos, detener el traslado forzoso de la población palestina, e impedir y castigar los ataques cometidos por sus fuerzas de seguridad y por colonos.»
El traspaso en curso de poderes de gobierno al Territorio Palestino Ocupado que está llevando a cabo el ejército israelí para el Gobierno israelí está facilitando el avance de los asentamientos israelíes en la Ribera Occidental, así como la integración progresiva de la Ribera Occidental ocupada en el Estado de Israel, señala el informe.
Abarcando el período desde el 1 de noviembre de 2023 hasta el 31 de octubre de 2024, el informe detalla una expansión considerable de asentamientos israelíes en la Ribera Occidental ocupada, incluyendo Jerusalén Oriental. Se han adoptado varias medidas para poner en marcha planes dirigidos a construir más de 20.000 viviendas en asentamientos nuevos o ya existentes israelíes, solo en Jerusalén Oriental, según afirman organizaciones no gubernamentales israelíes, a la vez que 214 propiedades y estructuras palestinas han sido demolidas en Jerusalén Oriental. Más de 10.300 unidades de vivienda están en preparación dentro de los asentamientos israelíes ya existentes en el resto de la Ribera Occidental y se han establecido 49 nuevos puestos de avanzada israelíes, lo que no tiene precedente alguno.
«Los colonos y el ejército han pavimentado docenas de carreteras no autorizadas alrededor de asentamientos y puestos avanzados, con el objeto de mejorar la conexión entre ellos a la vez que obstaculizan el movimiento de la población palestina y facilita una mayor incautación de sus tierras,» indica el informe.
Los planes para incrementar la prestación de servicios por parte del Gobierno de Israel en asentamientos «institucionaliza todavía mas los patrones de larga data de discriminación sistemática, segregación, opresión, dominación, violencia y otros actos inhumanos cometidos contra la población palestina», añade el informe.
El informe también destaca un «clima de revancha» y violencia que se extiende por toda la Ribera Occidental. Durante el período que abarca el informe, un total de 612 personas palestinas resultaron asesinadas por parte de las fuerzas de seguridad israelíes y colonos en la Ribera Occidental, incluyendo Jerusalén Oriental. Veinticuatro personas israelíes resultaron también asesinadas en supuestos ataques o choques con palestinos. El clima actual ha fortalecido y animado a los colonos israelíes a atacar a la población palestina, a obligarlos a abandonar sus hogares y a apropiarse de sus tierras, afirma el informe.
«La línea que distingue la violencia de los colonos y del Estado se ha ido difuminando hasta llegar al punto de desaparecer, lo que está facilitando aun más el incremento de la violencia y la impunidad,» aclara el informe, a la vez que pone de relieve medidas adoptadas por Israel para militarizar aun más los movimientos de los colonos. Estas incluyen el alistamiento de miles de colonos en las fuerzas de seguridad israelíes que operan en la Ribera Occidental. El informe documenta un promedio mensual de 118 incidentes de violencia cometida por colonos, lo que supone un aumento desde los 108 en 2023, el cual representó ya un año récord.
Un total de 1.779 estructuras palestinas fueron demolidas en la Ribera Occidental por «falta de permisos de construcción», los cuales son casi imposibles de conseguir para la población palestina, y que resultó en el desplazamiento forzoso de 4.527 personas. El número de personas palestinas desplazadas por la fuerza por medio de demoliciones aumentó hasta cerca de un 200 por ciento en el período que abarca el informe previo.
«El traspaso por parte de Israel de parte de su propia población civil hacia los territorios que ocupa equivale asimismo a un crimen de guerra,» afirmó el Alto Comisionado, a la vez que apelaba a la comunidad internacional a poner en marcha medidas de peso contra el avance de asentamientos de Israel en la Ribera Occidental, incluyendo Jerusalén Oriental.
«Israel debe respetar la decisión de la Corte Internacional de Justicia y detener de forma inmediata toda nueva actividad de asentamiento, evacuar a todos los colonos del Territorio Palestino Ocupado y llevar a cabo reparaciones por los daños ocasionados durante décadas de asentamientos ilegales,» demandó Türk.
Para leer el informe completo, haga clic en el siguiente enlace: https://www.ohchr.org/en/documents/country-reports/ahrc5873-israeli-settlements-occupied-palestinian-territory-including