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Informe del Comisionado General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, 1 de enero a 31 de diciembre de 2022 (A/78/13)

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Asamblea General
Documentos Oficiales
Septuagésimo octavo período de sesiones
Suplemento núm. 13

Cartas de envío

Carta de fecha 18 de agosto de 2023 dirigida a la Presidencia de la Asamblea General por el Comisionado General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente

Me complace hacer llegar a la Asamblea General el informe anual sobre la labor del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) correspondiente a 2022. El informe se presenta en cumplimiento de las solicitudes formuladas en el párrafo 21 de la resolución 302 (IV) de la Asamblea General, de 8 de diciembre de 1949, modificada por el párrafo 11 de la resolución 1018 (XI) de la Asamblea General, y en el párrafo 8 de la resolución 1315 (XIII) de la Asamblea General, de 12 de diciembre de 1958.

A pesar de su complejo entorno operacional y de los problemas financieros, el UNRWA siguió prestando servicios humanitarios y de desarrollo humano esenciales a millones de refugiados de Palestina en 2022. Con ello, el Organismo ha contribuido al bienestar y ha ofrecido esperanza a una de las comunidades más desamparadas de Oriente Medio, además de fomentar la estabilidad regional y la búsqueda de la paz.

Como consta en el informe, más de 500.000 niñas y niños refugiados de Palestina recibieron educación en las escuelas del UNRWA, cerca de 2 millones de pacientes recibieron atención primaria de salud, más de 300.000 de los refugiados más pobres recibieron apoyo a través del programa de red de seguridad social del Organismo y casi 30.000 préstamos de microfinanciación ayudaron a aliviar la pobreza y a mantener y crear puestos de trabajo y empoderamiento económico, también para las mujeres y los jóvenes. El UNRWA también contribuye a atender las necesidades humanitarias más urgentes de casi 2 millones de refugiados mediante asistencia alimentaria o en efectivo.

A lo largo de 2022, el Organismo avanzó en sus esfuerzos de modernización y transformación digital general, mejoró la calidad y la accesibilidad de sus servicios, amplió las oportunidades para los refugiados de Palestina y reforzó su condición de organización sumamente costoeficiente. Además, llevó a cabo un conjunto plurianual de iniciativas de reforma de la gestión con el objetivo de fortalecer la rendición de cuentas, aumentar la transparencia, hacer la gestión más inclusiva y mejorar la cultura institucional.

A pesar de estos avances positivos, debo alertar a la Asamblea General de que la situación de millones de refugiados de Palestina en la región se está deteriorando aún más. Al mismo tiempo, la capacidad del Organismo para atender sus necesidades crecientes y cumplir su mandato se ve cada vez más amenazada por la falta de financiación crónica.

Desde 2022, los refugiados de Palestina que viven en la Ribera Occidental sufren una violencia sin precedentes, que afecta significativamente a los niños refugiados. En la Franja de Gaza se han producido dos escaladas importantes, que han agravado la coacción extrema causada por años de bloqueo devastador. Actualmente, 3 de cada 4 personas en Gaza dependen de la asistencia alimentaria de emergencia. Los terremotos que sacudieron la República Árabe Siria en febrero de 2023 agravaron el sufrimiento de quienes ya vivían la peor crisis humanitaria que ha sufrido el país desde que comenzó el conflicto. La debacle económica del Líbano está afectando gravemente a los más vulnerables, entre ellos los refugiados de Palestina, que ya eran objeto de marginación sistemática. En Jordania, unos 180.000 refugiados de Palestina siguen teniendo escasas oportunidades de ganarse la vida para cubrir sus necesidades básicas, lo que los obliga a endeudarse aún más.

Todos estos acontecimientos han sumido aún más en la pobreza a muchos refugiados de Palestina, hasta alcanzar niveles casi universales en Gaza, el Líbano y la República Árabe Siria. Se ha producido un aumento notable de los mecanismos de afrontamiento negativos, como el trabajo infantil, el matrimonio precoz y la migración por rutas peligrosas. La desesperación y la desesperanza de los refugiados se ven agravadas por la falta de avances en la vía política y la sensación de que nunca se ha estado tan lejos de encontrar una solución justa y duradera a su difícil situación, en consonancia con las resoluciones de las Naciones Unidas y el derecho internacional. En este contexto, el UNRWA sigue siendo a menudo el único salvavidas para millones de refugiados de Palestina.

Aunque el UNRWA constituye uno de los ejemplos más exitosos de cooperación multilateral y de operaciones de las Naciones Unidas en la región, la brecha entre las necesidades crecientes de los refugiados de Palestina y el aumento de los costos de las operaciones, por un lado, y los servicios que el Organismo puede prestar con los fondos disponibles, por otro, se está haciendo insoportable. Esta brecha no solo mina la calidad de los servicios básicos del Organismo, sino también la capacidad del UNRWA para brindar asistencia humanitaria y responder a nuevos desafíos, como la pérdida de aprendizaje entre sus estudiantes en el período posterior a la enfermedad por coronavirus (COVID-19).

El UNRWA también ha sufrido unas 30 huelgas laborales en los últimos 20 años, incluida su huelga más larga de la historia reciente, que tuvo lugar en la Ribera Occidental durante el primer semestre de 2023. Esa huelga privó a 45.000 niños de educación y a miles de refugiados de Palestina de acceso a la atención sanitaria durante más de 100 días. La duración inusitada de la huelga se atribuye en parte a la decisión de la dirección de romper con la práctica anterior y adherirse a las normas y reglamentos del UNRWA, incluidos los relativos a su política salarial, con el fin de proteger al Organismo, a su personal y a los refugiados de Palestina. La grave situación financiera del Organismo alcanzó un nuevo y peligroso nivel crítico en 2022, cuando el UNRWA arrastró a 2023 una cantidad de deuda sin precedentes, equivalente a aproximadamente 45 días de gastos operacionales. Esta situación financiera se ha vuelto aún más crítica, ya que algunos de los donantes más comprometidos del Organismo han indicado que disminuirán sustancialmente sus contribuciones al UNRWA en 2023 y años posteriores.

En el momento de redactarse el presente informe, el UNRWA carece de los fondos necesarios para mantener todos los servicios básicos y pagar los sueldos hasta finales de 2023 y poner fin al círculo vicioso de endeudamiento. Los llamamientos de emergencia del Organismo también siguen adoleciendo de una grave falta de financiación. Tan solo en los últimos seis meses, el UNRWA respondió a cuatro emergencias, que aumentaron aún más las necesidades de los refugiados de Palestina y su dependencia del Organismo.

La comunidad de refugiados de Palestina y el Organismo agradecen sinceramente el generoso apoyo de los países de acogida y los donantes. La relación calidad-precio excepcional que ofrece el UNRWA en cuanto a prestación de servicios ha sido ampliamente reconocida. Sin embargo, la realidad es que el modelo del Organismo, consistente en prestar servicios similares a los del sector público sobre la base de financiación voluntaria, ya no es sostenible.

El UNRWA ha llegado al límite de su capacidad para utilizar una combinación de control de costos, medidas de austeridad y endeudamiento para gestionar la falta de financiación crónica de su presupuesto básico por programas. El hecho de que el Organismo ofrezca servicios similares a los del sector público significa que no tiene capacidad para ajustar su programación a los recursos disponibles.

Las actividades de recaudación de fondos que realiza el Organismo, con el apoyo de muchos Estados Miembros, no cesan. En los últimos 18 meses, he colaborado con los países de acogida y los donantes para encontrar soluciones innovadoras y sostenibles a los problemas financieros del Organismo. Lamentablemente, ninguna de estas soluciones ha demostrado ser el “punto de inflexión” necesario para construir un UNRWA sostenible y predecible.

El Organismo está atrapado en un statu quo que se ha convertido en su principal amenaza existencial. Si el UNRWA sigue por el camino actual, sencillamente ya no podrá cumplir su mandato. Una interrupción de los servicios tendría graves consecuencias humanitarias, políticas y de seguridad para los refugiados y los países de acogida, así como para la región y otras zonas.

No se puede permitir que esto suceda. En consecuencia, urge superar las tensiones entre el mandato, las necesidades de los refugiados de Palestina, los recursos facilitados al UNRWA y las relaciones entre los sindicatos, la dirección y los países de acogida, así como la percepción de la comunidad de refugiados de que cualquier transformación del modelo de prestación de servicios, a falta de un horizonte político, supondría un abandono de sus derechos.

A medida que nos acercamos al 75º aniversario de la creación de un organismo que debía ser temporal, y en un momento en el que se aleja cada vez más la posibilidad de alcanzar una solución política, tenemos la responsabilidad colectiva de encontrar vías para mantener nuestro deber y compromiso de proteger los derechos de los refugiados de Palestina, en consonancia con las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad. Creo firmemente que debemos elevar el nivel de la discusión y pasar de un debate sobre la capacidad del Organismo para seguir prestando servicios a diario a otro sobre el futuro papel que puede desempeñar un UNRWA sostenible. Sin duda, ese debate debe ir acompañado de un compromiso renovado y tangible de la comunidad internacional para trabajar en pro de una solución política al conflicto israelo-palestino.

(Firmado) Philippe Lazzarini
Comisionado General

Carta de fecha 21 de junio de 2023 dirigida al Comisionado General del Organismo por la Presidencia de la Comisión Asesora del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente

En su período ordinario de sesiones, celebrado en Beirut los días 20 y 21 de junio de 2023, la Comisión Asesora del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) examinó el informe anual presentado por usted sobre las actividades y operaciones del UNRWA durante el período comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022, que se presentará a la Asamblea General en su próximo período de sesiones.

La Comisión acoge con gran satisfacción la decisión adoptada por el Secretario General de renovar por un nuevo período de tres años su mandato como Comisionado General del Organismo, a partir del 1 de abril de 2023. La Comisión seguirá apoyándolo y cooperando estrechamente con usted y su equipo en apoyo de los refugiados de Palestina.

La Comisión elogia encarecidamente al UNRWA por el papel vital que desempeña en la región a través de sus iniciativas para prestar continuamente servicios y asistencia humanitaria a los refugiados de Palestina a pesar de las enormes dificultades. En este sentido, acoge favorablemente la renovación del mandato del UNRWA por la Asamblea General en diciembre de 2022 como una manifestación inequívoca de la importancia del Organismo como pilar fundamental de la estabilidad en la región hasta que se alcance una solución justa y duradera de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas (resoluciones 194 (III) y 302 (IV) de la Asamblea General). La Comisión observa que 5,9 millones de refugiados de Palestina se encuentran bajo el mandato del UNRWA y, por consiguiente, reconoce la difícil situación de estos refugiados, que han sido desplazados por la fuerza de sus hogares durante 75 años y se enfrentan a los terribles efectos de la incapacidad para resolver las numerosas crisis de origen político en la región, como la ocupación del territorio palestino, el bloqueo de Gaza, la crisis económica en el Líbano y el conflicto en la República Árabe Siria. Consciente de la gravedad y el deterioro continuo de las realidades financieras y contextuales complejas a las que se enfrenta el Organismo, cuyo statu quo financiero ya no es viable, la Comisión subraya la necesidad de intensificar el diálogo político y los procesos que impliquen a los Estados Miembros en una determinación colectiva de proteger el consenso internacional sobre el papel esencial del Organismo en el pasado, el presente y, lo que es más importante, el futuro de los refugiados de Palestina y de Oriente Próximo.

La Comisión está muy preocupada por el deterioro del entorno de protección y el aumento de la inseguridad y la violencia en varias zonas de operaciones, que causan numerosos efectos negativos en los niños y niveles alarmantes de trauma y angustia psicológica, así como la interrupción y perturbación de los servicios básicos. En particular, la Comisión expresa su honda preocupación por la escalada de violencia contra la población civil, ya que 2022 fue el año más mortífero para los palestinos, entre ellos los refugiados en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Oriental, desde que comenzó la recopilación sistemática de datos en 20051 . En 2022 se registró un número sin precedentes de operaciones armadas israelíes en campamentos de refugiados de Palestina, cada vez más durante el día y en horario escolar, así como un marcado aumento de la violencia de los colonos. La Comisión expresa además su grave preocupación por la destrucción y la muerte sufridas por los refugiados de Palestina al reanudarse las hostilidades en Gaza del 5 al 7 de agosto, que causaron la muerte de civiles palestinos, entre ellos 17 niños, y más de 360 heridos, incluidos 151 niños, así como la destrucción de viviendas que afectó a más de 8.500 residentes y obligó a algunos desplazados internos a buscar refugio en las escuelas del UNRWA.

La Comisión también está profundamente preocupada por el considerable empeoramiento de las condiciones socioeconómicas de los refugiados de Palestina, en particular por el aumento de las tasas de pobreza hasta un nivel casi universal en Gaza, el Líbano y la República Árabe Siria. Asimismo, manifiesta su preocupación por el mantenimiento de las restricciones de acceso impuestas a la Franja de Gaza por Israel, que persisten desde hace más de 16 años y han dado lugar a una dependencia cada vez mayor del UNRWA y de la ayuda de los agentes humanitarios, por el rápido y alarmante deterioro de la situación de los refugiados de Palestina en el Líbano, que se enfrentan a una de las peores crisis económicas de la historia reciente, y por los niveles sin precedentes de necesidades humanitarias en la República Árabe Siria desde el comienzo del conflicto. La Comisión expresa además su preocupación por las pruebas que apuntan a una pérdida de aprendizaje de más del 50 % entre los estudiantes del UNRWA inducida por la pandemia de COVID-19 y el deterioro de las condiciones de aprendizaje en las escuelas del UNRWA como consecuencia de las medidas de austeridad, que socavan los planes de respuesta específicos para cada zona que elaboró el Organismo en 2022 y las perspectivas de desarrollo humano. Fundamentalmente, la Comisión está alarmada por la capacidad restringida del Organismo, como principal proveedor de servicios, ayuda y asistencia a los refugiados de Palestina, para responder a las necesidades crecientes relacionadas con las crisis agravadas en una situación de escasez crónica de fondos.

La Comisión está sumamente preocupada por la precaria situación financiera del UNRWA, que ejecuta sus programas sin reserva operacional y con una brecha cada vez mayor entre gastos e ingresos, a pesar de contar con un plan presupuestario de crecimiento nulo. El déficit financiero y el hecho de arrastrar un volumen creciente de pasivos durante años socavan profundamente la sostenibilidad financiera del Organismo, merman su capacidad para cumplir adecuadamente su mandato al tener que funcionar en modo de gestión de crisis permanente para prestar socorro y servicios indispensables y aumentan la incertidumbre y la desesperación entre el personal del UNRWA y las comunidades a las que sirve. La Comisión reconoce además los enormes desafíos a los que se enfrenta el Organismo para adaptarse a las realidades financieras, maniobrar en el entorno político en el que opera y cumplir el imperativo de salvaguardar su mandato crucial y los derechos de los refugiados de Palestina. En este sentido, elogia las gestiones realizadas durante 2022 por los Gobiernos de Jordania y Suecia, al igual que Noruega, para recabar apoyo a vías de financiación más sostenibles, entre otras cosas aumentando las asignaciones del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas para el UNRWA. Asimismo, la Comisión acoge con agrado los esfuerzos del Organismo por diversificar sus fuentes de financiación dirigiéndose al sector privado y a los donantes asiáticos emergentes y destaca la alianza que mantiene desde hace 70 años con el Japón. Por la presente, la Comisión insta al Comisario General a que redoble sus esfuerzos con los Estados Miembros y la comunidad internacional para promover y fomentar dichos esfuerzos con el fin de proteger el mandato del UNRWA y a que explore la posibilidad de ampliar el acceso a las cuotas para apoyar los programas del Organismo.

La Comisión sigue preocupada por las restricciones a la circulación de personas y bienes impuestas por Israel y otras prácticas perjudiciales dirigidas contra el personal y los bienes del UNRWA, incluidas las infracciones de la Convención sobre Prerrogativas e Inmunidades de las Naciones Unidas, que ocasionan horas de trabajo perdidas y gastos adicionales de tránsito y logística, y exhorta a todas las partes a que respeten las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional.

La Comisión elogia la labor que realiza el UNRWA para estar a la altura del reto mediante la mejora de sus operaciones en contextos difíciles, la elaboración del nuevo plan estratégico, la aplicación de iniciativas de gestión y los esfuerzos para mejorar la gobernanza del Organismo, los progresos realizados en materia de modernización, como el aumento de la digitalización, y la elaboración de programas con visión de futuro que invierten en los jóvenes, como la enseñanza y formación técnica y profesional que se ofrece en el centro de tecnología de la información de Gaza, y anima al Organismo a que siga emprendiendo nuevas iniciativas en este sentido.

La Comisión expresa su sincero agradecimiento a los países de acogida y a los donantes por apoyar las actividades esenciales del Organismo y la prestación de servicios para promover los derechos de los refugiados de Palestina, así como su desarrollo humano, en los ámbitos de la salud, la educación, los servicios sociales y de socorro, la mejora de las infraestructuras y los campamentos, la microfinanciación, la protección y la asistencia humanitaria. La Comisión acoge positivamente los esfuerzos del Comisario General por implicar a los países de acogida y a los donantes a través de la Comisión Asesora para buscar asesoramiento estratégico, reforzar la confianza y forjar entendimientos comunes sobre el camino que debe seguir el Organismo. Asimismo, alienta a que se siga avanzando en esta dirección, dado el potencial que ofrece una plataforma de este tipo para crear consenso sobre la mejora de las vías estratégicas y las perspectivas de futuro.

La Comisión insta al Comisario General a que siga trabajando con los Estados Miembros para mantener y reforzar su apoyo financiero y político y sus compromisos con el Organismo a raíz de las crisis mencionadas, en consonancia con el apoyo expresado por la gran mayoría de los países que votaron en la Asamblea General para prorrogar el mandato del UNRWA en 2022 y apoyar el papel vital que desempeña para millones de refugiados de Palestina y sus derechos como una prioridad para la comunidad internacional a la espera de una solución política justa y duradera.

(Firmado) Bassel El Hassan