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Gaza: Los indicios señalan que Israel utiliza de forma continuada la hambruna para perpetrar su genocidio contra la población palestina

Los indicios reunidos por Amnistía Internacional demuestran cómo, más de un mes después de la introducción de su sistema militarizado de distribución de ayuda humanitaria, Israel ha seguido utilizando la hambruna de los y las civiles como arma de guerra contra la población palestina en la Franja de Gaza ocupada, e imponiendo deliberadamente condiciones de vida calculadas para lograr su destrucción física, como parte del genocidio que está llevando a cabo.

Los desgarradores testimonios obtenidos de personal médico, padres y madres de niños y niñas hospitalizados por desnutrición y personas palestinas que luchan por sobrevivir trazan una imagen aterradora de los extremos niveles de hambruna y desesperación en Gaza. Sus relatos ofrecen pruebas adicionales del catastrófico sufrimiento causado por las continuadas restricciones impuestas por Israel a la ayuda vital y por su mortal programa militarizado de ayuda humanitaria, unidos a los desplazamientos forzados masivos, los implacables bombardeos y la destrucción de infraestructuras necesarias para mantener la vida.

“Mientras la mirada del mundo se desvió hacia las recientes hostilidades entre Israel e Irán, Israel ha continuado con su genocidio incesante en Gaza, por medios que incluyen la imposición de unas condiciones de vida que han creado una mezcla de hambre y enfermedad que empuja a la población más allá del límite”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

“En el mes siguiente a la imposición por Israel de un programa militarizado de ‘ayuda humanitaria’ gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza, centenares de palestinos y palestinas han muerto y miles han resultado heridos, bien cerca de los lugares de distribución militarizada, bien cuando se dirigían hacia los convoyes de ayuda.”

Esta devastadora pérdida diaria de vidas mientras personas palestinas desesperadas tratan de conseguir ayuda es la consecuencia de los ataques deliberados de las fuerzas israelíes y el resultado previsible de los irresponsables y letales métodos de distribución.

Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional

“Esta devastadora pérdida diaria de vidas mientras personas palestinas desesperadas tratan de conseguir ayuda es la consecuencia de los ataques deliberados de las fuerzas israelíes y el resultado previsible de los irresponsables y letales métodos de distribución,” ha declarado Agnès Callamard.

Al seguir impidiendo que la ONU y otras organizaciones humanitarias clave distribuyan dentro de Gaza determinados artículos esenciales, como paquetes de comida, combustible y cobijo, y al mantener un programa militarizado mortal, deshumanizador e inefectivo de ‘ayuda’, las autoridades israelíes han convertido la búsqueda de ayuda en una trampa para palestinos y palestinas desesperados que mueren de hambre. Asimismo, han alimentado deliberadamente el caos y han agravado el sufrimiento en lugar de aliviarlo. Además, la ayuda proporcionada está muy por debajo de las necesidades humanitarias de una población que ha estado sufriendo bombardeos casi diarios durante los últimos 20 meses.

Israel ha seguido restringiendo la entrada de ayuda e imponiendo su bloqueo cruel y asfixiante, e incluso un asedio total que ha durado casi 80 días.

Agnès Callamard

“Como potencia ocupante, Israel tiene la obligación legal de garantizar que la población palestina de Gaza tiene acceso a alimentos, medicinas y otros suministros esenciales para su supervivencia. En lugar de eso, ha desafiado descaradamente las órdenes dictadas por la Corte Internacional de Justicia en enero, marzo y mayo de 2024 para que se permita el flujo sin trabas de la ayuda humanitaria a Gaza. Israel ha seguido restringiendo la entrada de ayuda e imponiendo su bloqueo cruel y asfixiante, e incluso un asedio total que ha durado casi 80 días”, ha manifestado Agnès Callamard.

“Esta situación debe acabar ya. Israel debe levantar todas las restricciones y permitir inmediatamente el acceso sin trabas, seguro y digno a la ayuda humanitaria en toda Gaza.”

Amnistía Internacional entrevistó a 17 personas internamente desplazadas (10 mujeres y siete hombres), así como a los progenitores de cuatro menores hospitalizados por desnutrición severa, y a cuatro profesionales de la salud, en tres hospitales de la ciudad de Gaza y Jan Yunis en mayo y junio de 2025.

El devastador efecto en los niños y niñas

Incluso antes de la imposición del asedio total el 2 de marzo de 2025, aliviado de forma leve pero insuficiente unos 78 días después, la imposición deliberada por parte de Israel de unas condiciones de vida calculadas para destruir a la población palestina había tenido un efecto especialmente devastador en los niños y niñas pequeños y en las mujeres embarazadas y lactantes.

Desde octubre de 2023, al menos 66 niños y niñas han muerto como consecuencia directa de las condiciones relacionadas con la desnutrición. Esta cifra no incluye el número, mucho mayor, de niños y niñas que han muerto a causa de enfermedades prevenibles agravadas por la desnutrición.

Entre las víctimas se encuentra una bebé de cuatro meses, Jinan Iskafi, muerta trágicamente el 3 de mayo de 2025 por desnutrición severa. Según el informe médico de la pequeña, al que Amnistía Internacional ha tenido acceso, Jinan fue ingresada en el hospital pediátrico de Rantissi por deshidratación severa e infecciones recurrentes. Le diagnosticaron marasmo (una forma severa de desnutrición por una insuficiencia energética de proteínas), diarrea crónica y sospecha de inmunodeficiencia. El pediatra que la trató dijo a Amnistía Internacional que necesitaba una fórmula específica sin lactosa a la que no se podía acceder a causa del bloqueo.

El diezmado sector sanitario de Gaza, ya saturado por el volumen de personas heridas, lucha por abarcar la afluencia de bebés, niños, y niñas hospitalizados por desnutrición. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hasta el 15 de junio de 2025 un total de 18.741 niños y niñas habían sido hospitalizados por desnutrición aguda desde principios de año.

Sin embargo, la inmensa mayoría de los niños y niñas que sufren desnutrición no pueden llegar a un hospital por las dificultades que entraña acceder a un centro hospitalario a causa de las órdenes de desplazamiento, los fuertes bombardeos y las operaciones militares en curso.

Las cifras apenas arañan la superficie del sufrimiento en Gaza

Los relatos del personal sanitario y las personas desplazadas pintan una imagen aún más estremecedora.

Susan Maarouf, nutricionista experta de la Unidad de Nutrición del hospital de la Sociedad Benevolente de Amigos del Paciente en la ciudad de Gaza, que cuenta con el apoyo de las organizaciones Medical Aid for Palestinians y MedGlobal, contó que, en junio de 2024, el hospital abrió un departamento específico para niños y niñas de entre seis meses y cinco años para tratar los casos de desnutrición severa.

“Por aquel entonces, la ciudad de Gaza y la gobernación de Gaza del Norte se vieron asoladas por la desnutrición [a consecuencia del estricto bloqueo]. Pero, este año, nuestra situación empezó a empeorar drásticamente otra vez en abril. Desde entonces, de los aproximadamente 200 o 250 niños y niñas que hemos examinado cada día por desnutrición, casi el 15% mostraban síntomas asociados a desnutrición severa o moderada”, declaró.

En los casos más graves, las señales más visibles incluyen palidez, caída del pelo y de las uñas, y una alarmante pérdida de peso. La doctora expresó la profunda impotencia de ofrecer asesoramiento nutricional en una situación de grave escasez de alimentos, en los que sólo pueden conseguirse (si es que se consiguen) frutas, verduras y huevos a unos precios desorbitados. “En un mundo ideal, recomendaría a los progenitores que dieran al niño o la niña comida nutritiva, rica en proteínas. Les aconsejaría que mantuvieran a sus niños en un entorno higiénico; Subrayaría la importancia del agua no contaminada […] En nuestra situación […] cualquier recomendación que des […] a veces te hace sentir como si estuvieras frotando sal en las heridas de esos padres y madres.”

La doctora Maarouf describió el incesante círculo de desnutrición diciendo que, en algunos casos, los niños o las niñas tenían que ser hospitalizados de nuevo después de haber recibido el alta:

“Tratamos a una niña de seis años por edema nutricional. Cuando vino a principios de mayo tenía una deficiencia severa de proteínas. Con el tratamiento que le pusimos dio señales de mejora: entre otras cosas, ganó peso, recuperó la vitalidad […] por desgracia, recientemente ingresó otra vez porque había recaído. Al igual que la mayoría de las familias de Gaza, su familia está desplazada; viven en una tienda; tienen que depender de las lentejas o el arroz que consiguen en la cocina comunitaria. Es un círculo. Al no llegar ayuda, sientes que, como hospital, sólo pones un parche en una herida que antes o después volverá a brotar.”

El personal médico también ha advertido de que la vida de los bebés recién nacidos corre peligro ante la grave escasez de leche maternizada, especialmente para los bebés con intolerancia a la lactosa u otras alergias.

Un miembro del personal médico contó: “Hay una crisis de leche en Gaza en general. Además, observamos que las madres recientes, como no comen adecuadamente o a causa del pánico, el trauma y la ansiedad, no pueden amamantar. Conseguir leche maternizada normal es una auténtica lucha. Pero si tu bebé tiene alergias, es casi imposible encontrar fórmulas especiales en ningún hospital de Gaza. Para los bebés, la imposibilidad de conseguir leche maternizada especial puede ser una condena a muerte”.

En el hospital de Nasser, en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, la doctora Wafaa Abu Nimer confirmó la terrible situación, e informó de que, el 30 de junio de 2025, nueve menores estaban recibiendo tratamiento por complicaciones relacionadas con la desnutrición únicamente en el centro en el que ella trabaja. Describió las escenas que han presenciado en los últimos dos mese como algo “realmente sin precedentes”, con casos graves de edema nutricional o marasmo, y con pérdida muscular. También contó que algunos niños y niñas sufren además heridas causadas por las explosiones de las que no se han recuperado.

La doctora Abu Nimer contó que, desde que comenzó el nuevo programa israelí de distribución de ayuda, no ha habido señales de mejora en la situación, y centenares de niños y niñas son examinados por desnutrición cada día en la sección de urgencias pediátricas. Las órdenes de desplazamiento masivo dictadas por la gobernación de Jan Yunis en mayo hicieron que el hospital de Nasser quedara fuera del alcance de miles de familias desplazadas.

La doctora Abu Nimer describió a Amnistía la manera en que el impacto en niños y niñas va más allá del estado físico. “Una niña a la que se le había caído casi todo el pelo a causa del edema nutricional no hacía más que preguntarme: ‘doctora, ¿me volverá a crecer el pelo? ¿Soy guapa [todavía]?’ Abu Nimer dijo. “Incluso aunque estos niños y niñas se recuperen por completo, las cicatrices no se les borrarán. Médicamente, sabemos que la desnutrición en bebés y niños y niñas de corta edad puede tener efectos cognitivos y de desarrollo a largo plazo, pero no creo que se esté prestando suficiente atención al estado mental y el impacto psicológico [del hambre y la guerra] en niños, niñas, padres y madres.”

La doctora transmitió también el agotamiento del personal médico: “Como médicos estamos agotados, sufrimos desnutrición también, la mayoría estamos desplazados y vivimos en tiendas, pero hacemos cuanto podemos por ofrecer atención médica, proporcionar suplementos nutricionales y prestar todo el apoyo que podemos. Tratamos de salvar vidas, de aliviar el sufrimiento, pero hay muy poco que podamos hacer una vez que se da el alta.”

Uso de la ayuda como arma

Mientras las autoridades israelíes siguen imponiendo su bloqueo ilegal a la entrada de ayuda humanitaria y suministros comerciales en la Franja de Gaza ocupada, centenares de camiones de ayuda permanecen varados fuera de Gaza, esperando a que Israel les dé permiso para entrar.

La OCHA informó de que, a 16 de junio de 2025, 852 camiones de la ONU y organizaciones humanitarias internacionales, la mayoría cargados con alimentos, permanecían detenidos en El Arish, en Egipto, sin recibir permiso de las autoridades israelíes para entrar en Gaza. Además, el alivio parcial del asedio total el 19 de mayo no incluyó un alivio de las restricciones de ciertos suministros críticos, como combustible y gas para cocinar, cuya entrada no se ha permitido en Gaza desde el 2 de marzo. Sin combustible no puede producirse electricidad para permitir, por ejemplo, el funcionamiento de dispositivos médicos que salvan vidas.

Sólo un goteo de la ayuda, extremadamente limitada, cuya entrada en Gaza permite Israel llega a quienes la necesitan. Bien se distribuye mediante el inhumano y mortal programa militarizado gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza, o bien es descargada por civiles desesperados muertos de hambre y, en algunos casos, por bandas organizadas. Esta sombría realidad se ve agravada por la destrucción deliberada por parte de Israel o la negación del acceso a infraestructura que mantienen la vida, incluidas algunas de las tierras agrícolas más fértiles de Gaza y las fuentes de producción de alimentos, como invernaderos y granjas avícolas.

Al Programa Mundial de Alimentos y a las organizaciones locales se les permitió distribuir harina por primera vez en la ciudad de Gaza el 26 de junio de 2025. La distribución relativamente tranquila que tuvo lugar con miles de personas esperando su turno y sin que se informara de heridas constituye una dura crítica al programa militarizado israelí de la Fundación Humanitaria de Gaza.Todos los indicios recopilados, incluidos los testimonios que Amnistía Internacional está recibiendo de víctimas y testigos, sugieren que la Fundación Humanitaria de Gaza fue concebida para aplacar la preocupación internacional al tiempo que constituye una herramienta más del genocidio llevado a cabo por Israel.

“La comunidad internacional no sólo no ha detenido este genocidio, sino que además ha permitido a Israel reinventar continuamente nuevas maneras de destruir vidas palestinas en Gaza y pisotear la dignidad de la población”, ha declarado Agnès Callamard.

“Los Estados deben abandonar su inercia y cumplir sus obligaciones legales. Deben ejercer toda la presión necesaria para garantizar que Israel levante de forma inmediata e incondicional su terrible bloqueo y ponga fin al genocidio en Gaza. Deben poner fin a toda forma de contribución con la conducta ilegal de Israel, o correrán el riesgo de ser cómplices de atrocidades. Esto exige suspender de inmediato todo el apoyo militar a Israel, y prohibir el comercio y la inversión que contribuyan al genocidio perpetrado por Israel o a otras graves violaciones del derecho internacional.”

“Los Estados deben además adoptar sanciones específicas, mediante mecanismos internacionales y regionales, contra las autoridades israelíes más implicadas en crímenes de derecho internacional y deben cooperar con la Corte Penal Internacional, cumpliendo, entre otras cosas, sus órdenes de detención.”

Información complementaria:

Según las cifras obtenidas del Ministerio de Salud palestino, en 2024 el índice de mortalidad de menores de cinco años fue de 32,7 muertes por 1.000 nacidos vivos, lo que representa un fuerte incremento respecto al índice de 2022, que era de 13,6. La mortalidad materna también se ha multiplicado por más de dos, desde una estimación de 19 muertes por 100.000 nacidos vivos en 2022 hasta 43 muertes por 100.000 en 2024.