La Organización Mundial de la Salud (OMS) aplaude el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes y prisioneros en Gaza que brinda esperanza a millones de personas cuyas vidas han sido devastadas por el conflicto.
Con todo, las dificultades que se avecinan en el ámbito de la salud son inmensas. Toda la población de Gaza ha sufrido múltiples desplazamientos. Más de 46 600 personas han muerto y más de 110 000 han resultado heridas. Es probable que las cifras reales sean mucho más altas. Solo la mitad de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando parcialmente, casi todos están dañados o parcialmente destruidos, y únicamente el 38 % de los centros de atención primaria de salud están en funcionamiento. Se calcula que el 25 % de los heridos (unas 30 000 personas) padecen lesiones que les afectarán toda la vida y por las que necesitarán rehabilitación continuamente. Apenas existe atención de salud especializada y las evacuaciones médicas al extranjero son extremadamente lentas. La transmisión de enfermedades infecciosas se ha incrementado enormemente, la malnutrición aumenta y el riesgo de hambruna persiste. El quebrantamiento del orden público, exacerbado por las bandas armadas, suscita nuevas preocupaciones.
Hacer frente a las necesidades enormes de la población y restaurar el sistema de salud será una tarea extremadamente ardua y compleja dada la magnitud de la destrucción producida, la complejidad operacional y las restricciones conexas. Se necesitan miles de millones en inversiones para apoyar la recuperación del sistema de salud, lo que requerirá el compromiso inquebrantable de los donantes y la comunidad internacional.
La OMS está dispuesta a intensificar la respuesta junto con los asociados de las Naciones Unidas en el ámbito de la salud, entre ellos el UNFPA, el UNICEF, el UNRWA y 67 asociados del Grupo de Acción Sanitaria. Con todo, es fundamental que se eliminen los obstáculos de seguridad que impiden las operaciones. La OMS necesitará unas condiciones sobre el terreno que permitan el acceso sistemático a la población de toda Gaza para lograr la llegada de ayuda a través de todas las fronteras y rutas posibles y la eliminación de las restricciones a la entrada de artículos esenciales. También es fundamental la protección activa de los civiles y los trabajadores de la salud, la agilización de las evacuaciones médicas, por todas las vías posibles, de más de 12 000 pacientes (y sus acompañantes) que necesitan atención especializada urgentemente, el fortalecimiento y la aceleración del sistema de derivación de pacientes a Jerusalén Oriental y Ribera Occidental y la reparación de carreteras, la retirada de escombros y la eliminación de municiones sin detonar.
La OMS y sus asociados necesitarán un aumento masivo de la financiación para satisfacer las necesidades inmediatas en el ámbito de la salud y comenzar a restaurar el sistema de salud, incluido su personal, la cadena de suministro y las infraestructuras.
La OMS y sus asociados pondrán en marcha un plan de 60 días para apoyar el restablecimiento y la expansión urgentes del sistema de salud. La atención se centrará en las principales esferas prioritarias de respuesta, como la atención de traumatismos y de emergencia, la atención primaria de salud integral, la salud infantil, las enfermedades no transmisibles (ENT), la salud sexual y reproductiva y derechos conexos, la rehabilitación y el apoyo psicosocial y para la salud mental.
En vista de las inmensas necesidades de la población, la OMS está ampliando sus operaciones y movilizando suministros y recursos críticos para su entrega en Gaza. Una de las prioridades será la evaluación y rehabilitación de los establecimientos de salud parcialmente dañados en las zonas más necesitadas. Se está trabajando para aumentar urgentemente el número de camas en determinados hospitales del norte y el sur de Gaza, al tiempo que se amplía la capacidad operacional, se presta apoyo a la contratación y redistribución de trabajadores de la salud nacionales y se incrementan las movilizaciones de los trabajadores de la salud internacionales para superar las carencias en ese ámbito. Se están elaborando planes para integrar ambulatorios y hospitales prefabricados con establecimientos de salud existentes con miras a mejorar la prestación de servicios en zonas desatendidas y recientemente accesibles.
También se están tomando medidas para fortalecer los procesos de derivación de pacientes que requieren cuidados críticos dentro de Gaza y facilitar las evacuaciones médicas transfronterizas. Dado el alto nivel de malnutrición y de brotes epidémicos, la OMS está trabajando con sus asociados para ampliar los programas de alimentación de lactantes y niños pequeños, mejorar las campañas de inmunización y reforzar los sistemas de vigilancia de enfermedades para la prevención, la notificación y la gestión oportunas de los brotes.
La OMS hace un llamado a todas las partes para que mantengan su compromiso de aplicar plenamente el acuerdo de alto el fuego y continúen trabajando para encontrar una solución política con la que hacer frente a la prolongada crisis en el territorio palestino ocupado, algo esencial para lograr una paz duradera.
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