Nicaragua, 23 de Abril 2015
Fuente: La Prensa
Comunidades vecinas a El Chonco, llamado Cerro de Agua, ubicado en Chinandega, tienen que “rastrear” agua en pozos comunales y de Enacal para abastecer sus hogares y al ganado. Hay pobladores que viajan hasta cinco kilómetros en busca de agua.
En el pozo de la comarca La Grecia No 3 arriban al amanecer carretas, carretones de caballos, personas en bicicleta y a pie en busca de agua potable.
De El Chonco se abastecen de agua cuatro municipios: Chinandega, El Viejo, Chichigalpa y Corinto. “Es penoso que en esta zona vengan desde largas distancias, pero aquí le garantizamos el servicio de agua y que puedan resolver esa necesidad. En este momento han venido tres carretones y una carreta para llevar unas 24 pichingas”, dijo a las 8:30 a.m. de ayer Alberto Quezada, un trabajador encargado del pozo.
El bidón de agua tiene un costo de 50 centavos, el barril a 15 córdobas, pero en pozos de productores estos la venden a mayor precio.
Algunos de los pobladores están conscientes de que los continuos incendios forestales y el despale, que nadie detiene, están provocando que las fuentes de agua empiecen a agotarse.
La joven Ana Patricia Reyes Morales declaró ayer, mientras llenaba dos bidones, que han llegado ambientalistas y autoridades, quienes les recomiendan plantar tres o cuatro árboles si se corta uno, pero jamás se cumple.
“Aquí en las comarcas Las Grecias 2, 3, 4 y el sector Rotario que tiene pozo allá más arriba hay grandes problemas de escasez de agua, los pozos no tienen mucha agua y cuando se arruinan las tres bombas de los pozos esto se complica más. El cerro El Chonco está cerca, pero tanto despale ha provocado la sequía. Aquí en este pozo se acumulan los tractores, carretas y gente a caballo para acarrear el agua”, comentó la pobladora.
TAMBIÉN EN MASAYA
Masaya no escapa a la escasez de agua y esto ocurre en un sitio concurrido: el mercado municipal. Del grifo que fue inaugurado hace unos dos años hoy solo quedó el tubo. Esa imagen refleja la aguda crisis que centenares de comerciantes del sector “huerterita” del mercado municipal Ernesto Fernández de Masaya están sufriendo.
Los comerciantes de uno de los mercados más importantes del país están pidiendo a gritos un poco de agua. En las comiderías y ventas de perecederos mantener los alimentos y productos higiénicamente es la prioridad; sin embargo es una labor casi titánica.
“Tenemos meses de estar con las ventas bajas, todavía pagando impuestos (a la intendencia), aquí las autoridades competentes no han hecho nada por el mercado, porque el agua no viene del todo y esto se va agudizando más, tengo que comprar cada bidón a 15 córdobas. Aquí nos puede faltar la energía eléctrica, pero no el agua y a diario tenemos que estar pensando cómo hacemos con esta situación”, afirmó doña Rosa López, quien vende vaho en su tramo.
Ronald Rosales, presidente de este sector, asegura que las siete comiderías y las ventas de carne de pollo de este sector son las más perjudicadas. “Los últimos tres meses han sido duros para nosotros, porque no hemos tenido ni una gota, Enacal no dice nada, ni la intendencia se pronuncia. Algunos comerciantes tienen que comprar el barril de agua a unos 150 córdobas cada uno. Mirá, aquí la única esperanza es el agua de lluvia”, expresó jocosamente el comerciante.
Los comerciantes para abastecerse tienen que comprar agua a personas que la acarrean en carretas desde los pozos que están ubicados en las comarcas del este de la ciudad, a unos tres kilómetros de este centro de compras. Aseguran que esta situación se está tornando cada vez más difícil.
Se intentó conocer la versión de la intendencia de este populoso centro y de la delegada departamental de Enacal, Xiomara Potosme, pero no fue posible.
En Cosigüina se acentúa problema
Petrona Pérez, de la Red de Mujeres de Occidente, confirmó las dificultades de agua en las comarcas El Chorro, Elena María, El Jicarito y Los Laureles, jurisdicción de El Viejo. Cada mañana es utilizado el pozo comunal de la comarca El Chorro. “Pero hay temor que se descomponga, le hace falta un ventilador”, indico Pérez.
En el reparto Carmita, norte de Chinandega, hay escasez de agua y los habitantes la trasladan desde pozos de fincas aledañas.