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Iran

Israel-Irán: Türk hace un llamamiento a la contención y a respetar el derecho internacional humanitario

Los ataques continuados a gran escala por parte de Israel en el territorio de Irán, así como los ataques con misiles y drones lanzados como respuesta por Irán, están causando graves daños humanitarios y para los derechos humanos de la población civil, además de correr el riesgo de hacer arder toda la región.

Los extensos ataques aéreos y los ataques con misiles y drones ya han provocado daños considerables más allá de los objetivos militares. Estos ataques han provocado la muerte y causado heridas a civiles, además de dañar un gran número de objetos civiles, como infraestructura médica, edificios residenciales, conductos de agua, e instalaciones de petróleo y gas. Las últimas cifras oficiales ofrecidas por Irán señalan 224 personas muertas, a la vez que grupos de derechos humanos han informado de un número que duplica esa cifra, a lo que hay que sumar numerosos heridos. Las cifras oficiales ofrecidas en Israel hacen referencia a al menos 24 personas muertas y más de 840 heridas. Un número considerable y cada vez mayor de civiles está siendo desplazado, de forma especial desde Teherán, tras los avisos de evacuación que abarcan amplias franjas de la capital.

Quiero recordar los preceptos fundamentales del derecho internacional humanitario, y que vinculan a ambas partes, los cuales exigen el pleno respeto en el desarrollo de las hostilidades de los principios de distinción, proporcionalidad, y precaución, y que prohíben los ataques indiscriminados, así como los ataques deliberados contra la población civil u objetos civiles.

Resulta desolador contemplar cómo los civiles son tratados como daño colateral en el desarrollo de las hostilidades. Las amenazas y la retórica incendiaria usadas por altos cargos de ambas partes dan a entender una intención preocupante de infligir daños contra los civiles.

La única manera de escapar de esta espiral sin sentido es aplicando el máximo nivel de contención, respetando en su totalidad el derecho internacional, y volviendo a sentarse a la mesa de negociaciones con la mejor predisposición posible.