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El jefe de área de Ayuda Humanitaria y de Emergencia hace balance de la respuesta de la cooperación Española ante el tsunami

Madrid, 22 de julio de 2005. - Pablo Muelas, jefe de área de Ayuda Humanitaria y de Emergencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) intervino el jueves pasado en la mesa redonda "La respuesta española al Tsunami: balance y enseñanzas" en el marco del curso de verano sobre Ayuda Humanitaria patrocinado por la Agencia.

La mesa estaba compuesta por Ricardo Angora cirujano, miembro de Médicos del Mundo y vocal de Ayuda de Emergencia de la Coordinadora de ONGD; José María Vera, director del departamento de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam; y el co director del curso, Antoni Bruel i Carreras, coordinador general de Cruz Roja Española. Todos ellos hicieron balance de la ayuda humanitaria aportada por España tras la ola gigante que afectó a 13 países y que causó 280.000 muertos y más de dos millones de desplazados.

El mayor reto, la coordinación.

Pablo Muelas destacó el esfuerzo de coordinación realizado por la AECI, que, según él, constituyó el principal reto ante el desastre ocasionado por el tsunami. Muelas habló de la dificultad de reunir en pleno periodo vacacional navideño a los actores necesarios para dar respuesta a los desastres causados por el tsunami. "Esto -dijo Muelas- nos lleva a pensar en la necesidad de una nueva estructura que ha de tener un área de trabajo como la nuestra. No sólo se trata de aumentar el personal, sino que tendrían sentido los horarios continuados".

Por otro lado, el jefe de área de Ayuda Humanitaria de la AECI afirmó que otro de los problemas que encontró su institución a la hora de coordinar la ayuda fue el excesivo número de organizaciones españolas que solicitaron tomar parte en la operación, incluyendo comunidades autónomas que disponen de sus propias agencias de cooperación, etc. "Encontramos instituciones con la misma función que en estos casos hay que coordinar para evitar que se solapen". Además, Muelas habló de la necesidad de unificar la acción humanitaria en cuanto a visibilidad se refiere para evitar 'posibles "enfrentamientos logotípicos".

Por otro lado, destacó la existencia de un hangar para la AECI en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz, dada su gran utilidad para el envío de las primeras partidas de ayuda: " se trata de una referencia espacial para la AECI, ya que facilita el trabajo logístico".

22 ONGD en terreno.

Por su parte, Ricardo Angora, vocal de Ayuda de Emergencia de la Coordinadora de ONGD, destacó la participación de 22 ONGD españolas algunas de las cuales ya participaban en proyectos de cooperación en las zonas en las que desarrollaron sus actividades.. Asimismo hizo un repaso de la labor de las ONGD en el primer momento de la crisis, cuando la implantación de los servicios de saneamiento y de suministro de agua potable, además del envío de ayuda sanitaria y alimentaria fueron objetivos prioritarios.

Angora lamentó los sucesivos llamamientos que su organización hubo de hacer a la población española para evitar la donación de recursos materiales, en muchos casos entorpecedores para la labor de ayuda, a las entidades bancarias, para que no cobrasen comisiones por el traspaso de dinero a cuentas solidarias, y a los medios de comunicación para evitar la "utilización del drama de la población para hacer sensacionalismo".

Además, criticó la intervención de las Fuerzas Armadas españolas en la crisis como actor de ayuda humanitaria. También recordó que la transparencia en las cuentas es fundamental en el ámbito de la cooperación y la ayuda humanitaria, y destacó el sistema de la Coordinadora para potenciar dicha transparencia, que consiste en la publicación de las cuentas de las ONGD y de los datos que describen su participación en las distintas acciones humanitarias y proyectos de cooperación.

Cruz Roja, las ventajas de una red internacional.

Fue Antoni Bruel, co director del curso y coordinador general de Cruz Roja Española el encargado de exponer la labor de la organización internacional en la crisis humanitaria provocada por el tsunami. Bruel mostró a través de un vídeo grabado "en terreno" cómo la Cruz Roja Española participó en todo momento coordinada con las sedes de los lugares afectados, contando con voluntarios de las propias zonas para labores como la búsqueda de familiares y el recuento de afectados.

La implantación de los servicios de saneamiento y el establecimiento de unas condiciones de vida dignas dentro de lo que la situación permitía fue uno de los primeros objetivos de Cruz Roja.

Bruel también destacó la cifra recaudada por la organización internacional para paliar las consecuencias de la ola gigante, 1.300 millones de euros, pero señaló que esa cifra se queda corta si hablamos de la reconstrucción de las zonas arrasadas por el tsunami, y puso un ejemplo: "obras municipales como el soterramiento de la M-30 en Madrid, doblan esa cantidad. Y hay que tener en cuenta que la reconstrucción de varios países implica rehacer puentes, carreteras, etc.".

70 millones de ayuda.

Por último, tomó la palabra José María Vera, director del departamento de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam, quien realizó un balance de la ayuda humanitaria en la crisis del tsunami desde una perspectiva más económica que sus compañeros de mesa. Vera criticó que de los casi 70 millones de euros -que calificó de escasos- aportados por España para paliar la crisis humanitaria, 7,8 se correspondan con el gasto del ministerio de Defensa y 50 con créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo), conceptos ambos que "juegan un papel predominante tanto en volumen como en relevancia y visibilidad". Vera juzgó positivo el papel de la AECI como institución coordinadora con los diferentes actores (CCAA, ayuntamientos y ONGD).