Prólogo
Los hondureños y hondureñas siguen siendo altamente vulnerables a los impactos de la violencia, migración, el desplazamiento forzado, la crisis climática, así como a la inseguridad alimentaria y nutricional.
Durante el 2023, Honduras se vio fuertemente afectada por el fenómeno de El Niño y una sequía que impactó los cultivos de productores de subsistencia. El país fue nuevamente impactado por fuertes lluvias y los efectos de la tormenta tropical Pilar, interrumpiendo el proceso de resiliencia que se venía impulsado en las comunidades con apoyo de los socios humanitarios.
Por otro lado, el ingreso, tránsito y salida de personas refugiadas y migrantes integrantes de movimientos mixtos se triplicó este año, lo que ha supuesto retos para las capacidades de respuesta en el país, especialmente en las fronteras sur oriente y occidente y a pesar de la presencia permanente de los socios humanitarios que complementan la respuesta del Gobierno, el incremento de las poblaciones en movilidad agrava aún más la crisis multidimensional que la población viene afrontando desde hace varios años.
Estos eventos han agudizado las altas tasas de exclusión y desigualdad que ya coexistían con episodios crecientes de violencia que incluyen, la violencia basada en género, el reclutamiento forzado y los riesgos sobre las niñas, los niños y adolescentes, las restricciones a la movilidad y a la libertad, las limitaciones en la cobertura y acceso a servicios básicos esenciales, el desplazamiento forzado, entre otras. En este contexto, las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes, los pueblos indígenas y afrodescendientes, las personas LGBTIQ+ y las personas con discapacidad son quienes afrontan mayores riesgos y son diferencialmente afectadas.
Para el año 2023, el Equipo Humanitario en el País (EHP) ha identificado que 2.8 millones de personas continúan con necesidades humanitarias. Esta cifra es el resultado del análisis cualitativo y cuantitativo realizado por los actores humanitarios en coordinación con instituciones del Estado a nivel nacional y territorial.
Las acciones de respuesta
A pesar de los múltiples retos presentados, el EHP continúa con un fuerte compromiso de articular esfuerzos para responder a las mujeres, los hombres, las niñas y los niños que viven con mayores necesidades humanitarias en el país.
Este plan de respuesta responde a las necesidades humanitarias más urgentes, priorizando la asistencia a las personas más vulnerables y la participación de las mismas personas y comunidades afectadas.
Para implementar de forma oportuna, este plan durante el 2024 el EHP necesita más de US$206 millones para responder a las necesidades de 1,3 millones de personas.
Los retos que presenta el contexto hondureño requieren de una respuesta oportuna a las necesidades inmediatas de la población en situación de crisis, pero con una mirada a soluciones de mediano y largo plazo para garantizar que las personas afectadas puedan lograr la resiliencia.
En 2024, el EHP fortalecerá la continuidad entre la respuesta humanitaria y de desarrollo para asegurar la sostenibilidad, reducir las duplicaciones y maximizar los recursos.
La coexistencia de varias crisis que tienen un fuerte impacto humanitario y su directa conexión con la dimensión de desarrollo por sus raíces en estado de derecho, seguridad y protección, requieren una respuesta integral y coordinada para ayudar a salvar vidas.
Alice Shackelford Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Honduras
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