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Resumen
Los elevados precios de los alimentos, el aumento de los costos de los insumos agrícolas y el impacto de la tormenta tropical Sara contribuyeron a que aproximadamente 1.8 millones de personas-equivalentes a 470,000 hogares o el 18 % de la población nacional-experimentaran inseguridad alimentaria aguda (Fase 3 o superior de la CIF) entre diciembre de 2024 y marzo de 2025. De este total, alrededor de 116,000 personas fueron clasificadas en Emergencia (Fase 4 de la CIF) a nivel nacional.
De las 19 áreas analizadas (los 18 departamentos y el Distrito Central), seis fueron clasificadas en Fase 3: Gracias a Dios, Cortés (incluyendo El Progreso), Colón, Atlántida, Yoro y Santa Bárbara. Los departamentos restantes fueron clasificados en Fase 2, representando el 37 % de la población nacional. Durante este período, los departamentos que enfrentaron la mayor severidad de inseguridad alimentaria fueron: Gracias a Dios (50 %), Colón (25 %), Atlántida (22 %) y Cortés (incluyendo El Progreso, con 21 %). Las áreas con el mayor número de personas enfrentando inseguridad alimentaria aguda fueron:
Cortés (incluyendo El Progreso) (454,000 personas), el Distrito Central (136,000), Atlántida (115,000) y Santa Bárbara (101,000 personas).
En el primer período de proyección (abril a julio de 2025)- coincidiendo con la publicación de este informe- se estima que probablemente 1.7 millones de personas (17 % de la población) enfrentan inseguridad alimentaria aguda, lo que representa una ligera mejora respecto al período de análisis diciembre-marzo. De ellas, se espera que 92,000 personas se encuentren en Emergencia (Fase 4 de la CIF). Durante este período, aunque la temporada seca podría estimular el turismo en algunas zonas del país y la inflación alimentaria muestra señales de estabilización, se anticipa que los hogares dependientes de la producción agrícola enfrenten dificultades debido al agotamiento de las reservas alimentarias durante la temporada de escasez. Además, la posible suspensión de algunos proyectos financiados por USAID se estima que impactará negativamente en sectores clave como educación, salud, migración, entre otros, aumentando aún más la vulnerabilidad de la población. En comparación con el mismo período de 2024, el número de personas en Fase 3 de la CIF o superior se ha reducido en alrededor de 100,000 personas.
Para el segundo período de proyección (agosto a noviembre de 2025), se espera una mejora marginal, con aproximadamente 1.6 millones de personas (16 % de la población analizada) enfrentando Fase 3 o superior de la CIF. Durante este período, 62,000 personas podrían encontrarse en Emergencia (Fase 4 de la CIF). La mejora se debe principalmente a pronósticos climáticos favorables que indican condiciones neutrales de ENSO, con baja probabilidad de eventos extremos como inundaciones severas y sequías provocadas por los fenómenos de El Niño y La Niña. Se prevé que las perspectivas positivas de cosechas mejoren la disponibilidad de alimentos y mantengan estables los precios de los alimentos hasta noviembre de 2025.