CIFRAS CLAVE
- 686K personas en Bolivia afectadas por lluvias estacionales desde noviembre de 2024
- 1M de niños y niñas en Haití enfrentan niveles de emergencia de hambre
- 165K personas afectadas por eventos relacionados con lluvias en Ecuador entre el 1 de enero y el 20 de abril
BOLIVIA: INUNDACIONES
Las inundaciones en Bolivia siguen intensificándose, afectando a más de 686.000 personas (un aumento de casi 100.000 desde el informe anterior), con un estimado de 270.000 personas que necesitan asistencia inmediata. Alrededor del 40% de las personas en necesidad son de comunidades indígenas. Las inundaciones han desplazado a miles de personas, muchas de las cuales permanecen en campamentos improvisados, y han puesto en peligro a más de 1,1 millones de cabezas de ganado. El Gobierno boliviano ha distribuido más de 270 toneladas de ayuda hasta el momento y estima que se necesitan 67 millones de dólares para atender las necesidades más urgentes. Los socios humanitarios han movilizado apoyo adicional, incluidos 250.000 dólares del PMA para transferencias en efectivo. La Cruz Roja Boliviana está ultimando una asignación de 656.000 dólares a través del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF) de IFRC, mientras que la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas ha solicitado una asignación del CERF, la primera de Bolivia en más de 11 años, para apoyar la respuesta liderada por el Gobierno. Debido a las grandes áreas afectadas por la crecida de varios ríos en los nueve departamentos, el número de afectados sigue creciendo. Se pronostican más lluvias para las próximas semanas.
ECUADOR: TEMPORADA DE LLUVIAS
La temporada de lluvias en Ecuador continúa intensificándose, con 2.892 eventos de emergencia - principalmente deslizamientos de tierra e inundaciones - registrados en las 24 provincias hasta el 20 de abril. El número de personas afectadas ha aumentado a 165.968, con 44 muertes y más de 53.500 viviendas dañadas o destruidas. Las provincias de Manabí, Los Ríos, Guayas y Esmeraldas siguen siendo las más afectadas, y se han emitido alertas rojas debido al aumento de las lluvias y los riesgos de deslizamientos de tierra. El aumento de los niveles de agua en el embalse Daule-Peripa, ahora en su nivel más alto desde 1999, ha provocado liberaciones controladas para evitar el desbordamiento, lo que ha provocado alertas en las comunidades río abajo y ha generado preocupación en Guayaquil sobre posibles inundaciones e impactos en la infraestructura. Las autoridades continúan coordinando los esfuerzos de respuesta en medio de los pronósticos de nuevas lluvias.
HAITÍ: INSEGURIDAD ALIMENTARIA
La inseguridad alimentaria en Haití ha alcanzado niveles sin precedentes, impulsada por la escalada de violencia, los desplazamientos masivos y el colapso económico. Según el último análisis de la CIF, se prevé que 5,7 millones de personas, más de la mitad de la población, se enfrenten a la inseguridad alimentaria aguda (Fase 3+ de la CIF) hasta junio, incluidos 2,1 millones en Emergencia (CIF 4) y 8.400 en Catástrofe (CIF 5). Más de un millón de niños y niñas se enfrentan ahora a niveles de emergencia de hambre, con los sistemas de salud desbordados y el acceso al tratamiento gravemente limitado. La violencia armada sigue restringiendo el acceso a alimentos y servicios esenciales. A pesar del aumento de los esfuerzos humanitarios, como el hecho de que el PMA llegó a 1,3 millones de personas y que UNICEF ha tratado a más de 4.600 niños y niñas por desnutrición aguda grave en 2025, la respuesta se ve superada por las crecientes necesidades. Ambas agencias advierten de un riesgo de hambruna y piden apoyo internacional urgente para mantener las operaciones y evitar un mayor deterioro.
CARIBE: ESCASEZ DE AGUA
Un reciente estudio del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) advierte que la escasez crítica de agua en todo el Caribe plantea riesgos crecientes de cara a la temporada de huracanes de 2025. El estudio revela que varias naciones están experimentando una escasez absoluta de agua, mientras que otras están perdiendo casi la mitad de su agua disponible debido a una infraestructura obsoleta e ineficiencias. Dado que la cobertura de la infraestructura de alcantarillado es de sólo el 11% y que las aguas residuales sin tratar a menudo se vierten en el mar, el riesgo de contaminación y brotes de enfermedades durante los fenómenos meteorológicos extremos es mayor. CAF enfatiza la urgente necesidad de reformas de políticas, avances tecnológicos e inversiones financieras significativas para mejorar la seguridad hídrica y la resiliencia climática en el Caribe. La temporada de huracanes del Atlántico 2025 comienza en junio y se prevé que tenga una actividad superior a la media.
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