Guatemala es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe. En él conviven 4 pueblos diferentes, con 23 idiomas vivos.
El país ha sufrido numerosos cambios y enfrentado situaciones que han afectado su desarrollo y forma de vida. Los últimos acontecimientos han cambiado la historia de los casi 12 millones de habitantes del país: los cambios de sistemas de gobiernos militares a gobiernos civiles electos democráticamente, el fin del conflicto armado interno en el año 1996 y el constante azote de fenómenos naturales.
Guatemala es después de Belice y Haití el país latinoamericano con el mayor porcentaje de población rural: el 61% de la población vive en el medio rural y, de ésta, el 60% se dedica a la agricultura.
La alta concentración de la tierra, la baja productividad y la gran precariedad laboral explican el alto nivel de pobreza en el área rural, que afecta al 72,2% de la población y que tiene como consecuencia que el 54,9% de los menores de 5 años padezcan desnutrición crónica.
El huracán Stan
Después de tres días de lluvias ininterrumpidas, el martes 4 de octubre de 2005 el huracán Stan, ya convertido en tormenta tropical, llegó a Guatemala.
La intensidad y constancia de las lluvias colapsó puentes y carreteras, provocó inundaciones en poblados y áreas productivas y derrumbes y aludes que dejaron incomunicadas a muchas poblaciones y posteriormente destruyeron numerosas comunidades.
Las consecuencias de la catástrofe
Según informaciones de la CONRED (Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres) a 19 de octubre, se habla de 664 personas fallecidas, 383 heridas y 844 desaparecidos. Se calculan en 427.688 las personas damnificadas. A la fecha 70.161 personas están ubicadas en los 500 albergues habilitados.
Por otra parte, hasta el momento se han contabilizado 25.256 viviendas afectadas, 8.937 viviendas destruidas y 761 comunidades afectadas, así como 155 puentes dañados, 32 destruidos y 130 carreteras dañadas.
Se calcula que la cifra de personas afectadas de diversa manera en todo el territorio nacional será de 3.500.000.
Los efectos del Stan son distintos en el área de la costa sur y en la del altiplano, al occidente del país. Mientas en la costa los efectos y daños se refieren a grandes inundaciones de poblados y áreas productivas, con efectos en los medios de vida de sus habitantes, en el área del altiplano los daños se refieren a derrumbes que han destruido poblados enteros, afectado otros, e impedido el acceso a los mismos.
Contexto y análisis de la situación en los primeros días de la emergencia
El hambre y la carencia de agua potable en las comunidades afectadas, principalmente en aquellas que quedaron inicialmente incomunicadas, se fue agudizando en los primeros días. Asimismo, se empezaron a evidenciar los efectos de la catástrofe en la salud pública, con la aparición de enfermedades y el aumento del riesgo de epidemias.
Dada la incomunicación por vía terrestre desde la capital a las principales ciudades, en las primeras horas no se contaba con una información completa sobre todos los efectos de la catástrofe. Los accesos comunitarios (caminos vecinales, entre municipios o de cabeceras departamentales a municipios o aldeas), seriamente dañados, representaban un grave riesgo para quienes trataban de transitarlos por los derrumbes imprevistos.
Se sucedieron las evacuaciones y rescates, según la posibilidad de acceso a las zonas afectadas, y muchas personas se refugiaron en albergues habilitados a tal efecto.
Además de los daños personales, se produjeron pérdidas y daños en los cultivos (de granos básicos y café principalmente pero también en los de miel y hortalizas) y graves daños y destrucción de las comunicaciones telefónicas, carreteras y caminos rurales. Muchas viviendas quedaron destruidas o dañadas y se produjeron desperfectos en las redes de agua potable así como en las infraestructuras comunitarias.
Los municipios y las comunidades en las que trabaja habitualmente Intermón Oxfam en proyectos de desarrollo se vieron gravemente afectados.
Experiencia previa de Intermón Oxfam en el país
Intermón Oxfam inició su trabajo en Guatemala en 1989. Desde entonces, a través de los más de 100 proyectos implementados por las organizaciones locales con las que trabajamos, hemos venido apoyando diversos procesos relacionados con la producción y la comercialización de productos agropecuarios, el acceso a servicios básicos, la acción humanitaria, y la promoción de la participación ciudadana.
En los últimos años, estas acciones se han complementado con el apoyo a procesos de campañas de sensibilización e incidencia en políticas públicas sobre la problemática agraria, los tratados de libre comercio y la situación alimentaria, que llevan a cabo organizaciones de la sociedad civil guatemalteca.
Como respuesta a la emergencia tras el paso del Huracán Mitch por Centroamérica en noviembre de 1998, Intermón Oxfam invirtió en la región 6.000.000€ provenientes de donativos de particulares, entidades, grupos, empresas y administraciones públicas. De éstos,
580.000€ se invirtieron en Guatemala, beneficiando a aproximadamente 19.000 familias.
La respuesta de Intermón Oxfam se articuló en base a 2 programas en función de las principales necesidades y prioridades de cada fase: el de respuesta inmediata a la emergencia y el de rehabilitación.
Intermón Oxfam ha participado también en la elaboración del Plan de Contingencia de Oxfam Internacional en Guatemala, que tiene como objetivo que los miembros de la confederación puedan dar una respuesta adecuada en tiempo (rapidez) y forma (calidad) a las muchas emergencias que se presentan en la región y en especial en el país.
Uno de los pilares fundamentales que rigen nuestra actuación son los principios de trabajo incluidos en el Proyecto Esfera y el Código de Conducta, que son las normas de conducta para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media luna Roja y las organizaciones no gubernamentales en programas para hacer frente a catástrofes.
Diagnóstico de necesidades
En los días posteriores al paso del huracán, Intermón Oxfam envió a dos especialistas en una misión exploratoria para realizar un diagnóstico de necesidades inmediatas, conjuntamente con las contrapartes de nuestros programas regulares de cooperación al desarrollo en el país.
A partir de esta información se detectaron los problemas más importantes sobre los cuales Intermón Oxfam basó su respuesta de emergencia, priorizando las comunidades más afectadas e identificando las necesidades más apremiantes de artículos de primera necesidad: alimentos, agua, artículos de higiene, frazadas o cobertores y herramientas para abrir caminos.
AGUA Y SANEAMIENTO
Intermón Oxfam envió al Departamento de San Marcos a un técnico en acción humanitaria y a un especialista en agua y saneamiento. A través de su diagnóstico se identificaron como uno de los principales problemas, los graves daños que sufrieron las infraestructuras de agua y saneamiento, así como la falta de acondicionamiento de los albergues.
MEDIOS DE VIDA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
La tormenta provocó pérdidas del 40 al 60% de la producción de maíz, fríjol y habas debido a los derrumbes provocados por los fuertes vientos.
Las pérdidas fueron particularmente importantes en la zona fronteriza de Méjico, donde se perdió el 65% de los granos básicos (maíz, fríjol y haba), el 75% del cultivo de hortalizas, el 30% de animales de patio y una estimación de pérdidas en jornales del 30%.
Las pérdidas fueron también significativas en especies menores (1), bosques, suelos destinados a producción agrícola, hortalizas y frutales para el autoconsumo. Se dañaron la mayoría de las infraestructuras productivas.
Las estimaciones hablan de 2.497 hectáreas de suelo dañadas por el Stan.
Nota:
(1) Se llama especies menores a la crianza de animales pequeños tales como aves, conejos, ovejas, cabras, etc.
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