RESUMEN EJECUTIVO
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) proporcionó una respuesta oportuna, pertinente y efectiva a las regiones afectadas por los huracanes Eta e Iota. El 3 de noviembre de 2020, el huracán Eta arribó en la costa caribeña de Nicaragua (26 km al sur de Bilwi) como un huracán de categoría 4, caracterizado por vientos máximos de 220 km/h, los cuales se movilizaron hacia el oeste con velocidades de 9 km/h. El 4 de noviembre de 2020, el sistema se debilitó rápidamente y se convirtió en tormenta tropical, provocando daños e impactos en Honduras, Guatemala, Costa Rica,
Belice, El Salvador, Panamá, Colombia y Jamaica. El 16 de noviembre, surgió el huracán Iota con categoría 5 y arribó en el Archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Este huracán se movilizó a lo largo de la costa del noreste de Nicaragua aledaño al pueblo de Haulover y, generó fuertes vientos de hasta 250 km/h. El 17 de noviembre, el huracán Iota se debilitó y se convirtió en tormenta tropical y se movilizó con dirección hacia el sur de Honduras y Guatemala. Estos dos países y Nicaragua fueron los más afectados.
Los huracanes Eta e Iota incidieron y afectaron aproximadamente a 6 millones de personas generando un desplazamiento de 590.000 en Honduras, Guatemala y Nicaragua. Además, las intensas lluvias provocaron inundaciones, deslizamientos, daños a los activos y sistemas de producción agrícola, destrucción de bosques y ecosistemas, daños a caminos y carreteras, pérdida de servicios de saneamiento, cortes de energía eléctrica, acceso reducido a agua potable y otros daños que incidieron en problemas sociales, ambientales, económicos, pobreza e inseguridad alimentaria. A ello se agregaron problemas derivados del COVID-19, las migraciones de personas provenientes de otros países, así como de otros factores vinculados con la pobreza, el desempleo e inseguridad alimentaria.
El propósito de la presente evaluación Final (EF) está enfocada en evaluar la relevancia, la efectividad y la sostenibilidad del apoyo brindado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Media Luna Roja (IFRC, siglas en inglés) a las Sociedades Nacionales de Honduras (CRH) Nicaragua (CRN) y Guatemala (CRG) y las acciones de respuesta ejecutadas desde el 8 de noviembre de 2020 al 31 de agosto de 2022 con un presupuesto total de 22,6 millones de Francos Suizos (CHF). La evaluación final se realizó mediante instrumentos como la identificación de fuentes de información y documentos claves disponibles; un cuestionario con preguntas claves vinculadas con los criterios relevancia, eficacia y sostenibilidad; cuadros para sistematizar los resultados de conformidad con los criterios de evaluación; entrevistas virtuales, utilizando el cuestionario preparado.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, siglas en inglés) y, específicamente, las Sociedades Nacionales de Guatemala, Honduras y Nicaragua, brindaron apoyo a las personas, familias y comunidades afectadas por los desastres provocados por Eta e Iota. En este esfuerzo inmediato para reducir los efectos e impactos provocados, participaron una amplia gama de organizaciones, instituciones nacionales y voluntarios, los cuales, frente a problemas de accesibilidad, barreras idiomáticas y culturales, pandemia de COVID-19 y de otros factores lograron resultados relevantes.
En la etapa o fase inicial de los desastres provocados, la Cruz Roja rescató, salvó vidas, proporcionó alimentos y atendió la emergencia. En la fase post huracanes y de recuperación, las entidades nacionales y la Sociedad Nacional de la CRG, CRH, CRN identificó, cuantificó y evaluó los daños y afectaciones sociales (familias y comunidades), ambientales (inundaciones, deslizamientos, carencia de agua potable, contaminación, destrucción del hábitat y otras), económicas (afectación y pérdida de producción agrícola, ventas, comercio, desempleo, pobreza y otras) y de infraestructura (inundación y destrucción de edificios, caminos, carreteras, puentes y otros). El producto de esta actividad fue la elaboración de Planes de Acción de Emergencia (EPoA, siglas en inglés) para cada país afectado, incluyendo estimaciones de necesidades y asignación de recursos y financiamiento. En esta fase operativa cada uno de los EPoA elaborados orientó la ejecución de actividades de corto y mediano plazo de conformidad con las necesidades identificadas, las prioridades, los mandatos y los protocolos de la IFRC, de la Sociedad Nacional de cada uno de los países, así como del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC). Aunque las prioridades estaban centradas en acciones de corto y mediano plazo; la presente evaluación identificó que hay acciones que apuntan hacia el largo plazo.
Las principales acciones y actividades ejecutadas por la IFRC y la Sociedad Nacional de Guatemala, Honduras y Nicaragua se enfocaron en: a) proveer primeros auxilios a las personas y familias afectadas; b) proveer servicios de emergencia en salud que incluye el rescate de personas y primeros auxilios; c) provisión de soporte logístico como transporte terrestre, lanchas para transporte acuático, combustible y otros; d) servicios especiales de apoyo psicosocial; e) actividades de capacitación y entrenamiento en protección, género e inclusión, emprendimientos locales y otros; f) asistencia en seguridad alimentaria mediante la provisión de alimentos; g) servicios de asistencia en evacuaciones, búsqueda y rescate de personas; h) servicios de apoyo y orientación para la desinfección y tratamiento de aguas contaminadas y saneamiento de las zonas afectadas; i) apoyo para la coordinación y participación de instituciones locales y multisectoriales en actividades de emergencia y provisión de servicios de apoyo; j) apoyo en prevención y vacunación contra el COVID-19; k) apoyo a los medios de vida y reconstrucción a través del aporte de transferencia de dinero en efectivo mediante cheques y tarjetas de crédito; l) atención a problemas de migrantes y otros servicios.
Durante el proceso de atención de emergencias, la elaboración de Planes y la ejecución de actividades la IFRC y la Sociedad Nacional se identificaron múltiples lecciones aprendidas, como la capacidad operativa para abordar y dar respuesta a los desastres mediante acciones coordinadas con otras entidades nacionales y organizaciones locales, la aplicación de los protocolos para el COVID-19, la necesidad de armonizar los protocolos entre los diferentes actores que participan en la atención de emergencias, riesgos y acciones de fortalecimiento a las comunidades y otras lecciones y recomendaciones claves que se presentan en esta evaluación final.