Resumen ejecutivo
Esta segunda evaluación de riesgos del explotación, abuso y acoso sexual en Guatemala es ciertamente esclarecedora. Con 182 entrevistas realizadas a personal de todos los ámbitos y niveles de ocho agencias del equipo de país, así como de sus socios implementadores, divulga un panorama de complejas relaciones y redes de conocimiento, incluyendo ciertos riesgos ocultos. Dando perspectivas tanto desde la sede en la Ciudad de Guatemala como desde el terreno de las oficinas locales en ocho departamentos, sus recomendaciones se basan en un sólido trabajo de base que abarca el esfuerzo comprometido de 1,200 funcionarios del Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala (SNU).
El panorama para 2023 es tanto aspiracional –por el evidente incremento de los conocimientos y la valoración positiva de los esfuerzos interagenciales– como alarmante –porque las amenazas inminentes también son discernibles.
Avances positivos identificados incluyen el alineamiento del plan anual de PEAS de las agencias con la de la Red interagencial, la inclusión de temas de PEAS en el portafolio programático, y el abordaje de PEAS en grupos de trabajo regionales. El mismo desarrollo positivo se observa también en la ampliación y mejora de los sistemas de retroalimentación y reporte como un logro a nivel de agencia y de forma interagencial. Ejemplos incluyen la difusión, sensibilización y capacitación sobre la PEAS, el nombramiento de puntos focales de PEAS, el abordaje en retiros de equipo, el uso del formulario estándar, y servicios desarrollados por las AFP.
Sin embargo, la relativa falta de conocimiento y atención sobre el acoso y la repercusión de la cultura patriarcal en los procesos de trabajo y las relaciones de la ONU son motivos de preocupación. Las deficiencias en materia de seguridad y el todavía escaso conocimiento de los mecanismos de reporte de la EAS, así como la falta de la debida formación por parte de los socios implementadores o de los proveedores de servicios ad hoc, son ámbitos en los que se debe intervenir de inmediato para lograr mejoras. Otras mejoras podrían lograrse únicamente mediante cambios de procedimiento, como asegurarse de que los contratos incluyan una cláusula sobre el PEAS y estén en español para que el personal contratado y los socios comprendan exactamente sus obligaciones y restricciones.
En general, la evaluación muestra áreas sectoriales específicas en las que un mayor desarrollo de capacidades, visitas sobre el terreno, sensibilización a través de estrategias de comunicación específicas resultan clave. Un ejemplo de ello es el sector agrícola, forestal y medioambiental, en el sentido de que la mayoría del personal que trabaja en estos ámbitos suelen considerar que su trabajo no tiene relación con PEAS.
Las recomendaciones de este ejercicio muestran sin duda a la alta dirección, así como a las y los integrantes de la Red interagencial de PEAS y a todo el personal programático y administrativo, la importancia de vivir los valores y comportamientos de sus Códigos de Conducta y como funcionarias/os internacionales en sus actitudes diarias, aumentando el cumplimiento y la apropiación de la Política de Tolerancia Cero del Secretario General.