
Ayudar a los pequeños agricultores prosperar es una de las cosas más efectivas que podemos hacer para construir comunidades sin hambre. Este es el fundamento del proyecto "Compras para el Progreso" que se ha llevado a cabo en 21 países de todo el mundo. Ahora, en el quinto y último año de su fase piloto, estas son cinco experiencias que hoy pueden contarnos los agricultores beneficiados con este proyecto.
ROMA-En los últimos cuatro años, la iniciativa de Compras para el Progreso ha empoderado a miles de familias alrededor del mundo para salir del hambre y la pobreza para convertirse en mejores agricultores.
Esto les ayuda a crecer más alimentos y de mayor calidad, participar en sus mercados locales de alimentos, aprender a gestionar los riesgos y construir comunidades capaces de alimentarse por sí mismas, incluso en tiempos de crisis.
Actualmente P4P entra en la quinta y última de su fase piloto, y esto es lo que cinco agricultores que han participado en el proyecto tienen que decir acerca de lo que han logrado:
El Salvador
Calendaria de Jesus Sermeno dice que aprender a crecer cultivos de mayor calidad ha ayudado a que las mujeres agricultores, como ella, estén en igualdad de condiciones con los hombres. "Las mujeres y los hombres sienten que están en el mismo nivel al trabajar juntos y tenemos la oportunidad de manejarnos nosotras mismas", dice ella. También está atrayendo a compradores que están dispuestos a pagar más por alimentos de mayor calidad.
Sudán del Sur
En el país más nuevo del mundo, Oyat cuenta que P4P le ayudó a dar el salto de vivir con lo que puede cultivar a vivir con lo que puede ganar por la venta de comida en el mercado. Después de dos años de estar participando en el proyecto, ha ampliado su finca de dos hectáreas a diez. Oyat, de 25 años, dice que él va a utilizar las ganancias de la próxima cosecha para estudiar agricultura en Juba.
Ruanda
Deo Bapfaguleka dice que P4P ha ayudado a los agricultores en su cooperativa a incliinar la balanza a su favor en el mercado local. "Estábamos acostumbrados a añadir piedras a nuestros productos porque sabíamos que [los comerciantes] pesaban sus escalas", dijo. "Ahora trabajamos duro para garantizar la calidad, porque tenemos un comprador que nos está pagando un precio justo por los alimentos". Bapfaguleka dice que con el dinero extra que ganó vendiendo sus alimentos a el PMA, pudieron comprar una nueva balanza para que asi los comerciantes no puedan engañarlos más.
Uganda
Durante años, John Mbalule solía vender sus siembras justo después de que las cosechaba, cuando los precios eran más bajos, porque no tenía ningún lugar para almacenarlos. Eso ha cambiado con un nuevo sistema de almacenamiento a disposición de los agricultores como él gracias al proyecto P4P. "Ahora podemos almacenar nuestro maíz y venderlo cuando el precio es bueno", dice. Eso significa más dinero para él y más alimentos en los mercados locales entre una cosecha y otra.
Malawi
Angelo vive bastante alejado del mercado más cercano y nunca había vendido sus cosechas hasta que P4P le dio un cliente confiable. Además de aprender a cómo convertirse en un agricultor comercial, ha hecho suficiente dinero para construir una nueva casa y pagar las cuotas escolares de sus hijos. "También me compré un teléfono móvil para comunicarme con otros agricultores de la aldea", dijo.