RESUMEN SOBRE LA SITUACIÓN
El 16 de abril de 2016, un terremoto de magnitud 7,8 sacudió a Ecuador. El epicentro se localizó a 27 km al sureste de la ciudad costera de Muisne, un área poco poblada en la que hay puertos pesqueros y que es muy popular entre los turistas, ubicada a 170 kilómetros al noroeste de la capital Quito. Se ha informado de réplicas diarias, la mayor de las cuales fue de magnitud 6,3. El daño más severo ocurrió en la localidad de Pedernales (55.000 habitantes) en la provincia de Manabí, declarada por el Gobierno como “zona de desastre”. Además de Pedernales, el Gobierno de Ecuador declaró “Estado de Emergencia” en seis provincias –Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, Manabí, Santo Domingo y Santa Elena– habitadas por 7,9 millones de personas. Es necesario restablecer en todas las áreas afectadas los principales servicios básicos, como electricidad, suministro de agua y telecomunicaciones.
El Gobierno de Ecuador y la comunidad humanitaria calculan que más de 720.000 personas están necesitadas de ayuda humanitaria. Hasta el 24 de abril se ha informado de 655 muertes y al menos 4.605 heridos. Más de 40.000 personas se encuentran desplazadas internamente y más de 29.000 personas se refugian en albergues espontáneos, como por ejemplo estadios. Más de 6.698 edificios fueron destruidos totalmente y más de 2.740 están dañados, entre estos 281 escuelas.
Por otra parte, debido a los daños severos en la infraestructura vial nacional, el acceso a las áreas afectadas es limitado. En consecuencia, las iniciativas iniciales de ayuda y los intentos de los socios humanitarios de evaluar el impacto del terremoto se han enfrentado a grandes dificultades en términos de logística y comunicaciones; la comunidad humanitaria considera que podrían aumentar las cifras oficiales sobre el impacto y los daños.
En este llamamiento se destaca la asistencia humanitaria de emergencia propuesta por la OIM –que encabeza el Sector de Coordinación y Gestión de Campamentos (CCCM por sus siglas en inglés) y codirige el Sector de Albergues y Artículos No Alimentarios. La OIM también está asociada a los Sectores de Recuperación Temprana– a fin de responder al terremoto. La OIM se asegurará de que todas sus intervenciones se realicen de acuerdo a las necesidades, den prioridad a la seguridad y la dignidad, se basen en la participación y la potenciación de las capacidades locales y, en última instancia, exijan cuentas a los actores humanitarios con respecto a las personas y comunidades afectadas.
Todas las intervenciones propuestas en este llamamiento coinciden con el llamamiento de emergencia del Equipo Humanitario en el país para responder al terremoto de Ecuador en el período comprendido entre abril y julio de 2016.