Como sucede siempre en los procesos o desastres
crónicos, los volcanes en Ecuador han perdido el interés de la prensa y
de la mayoría de la gente, pero no ha perdido el riesgo ni el nivel de
actividad. Actualmente Ambos volcanes se encuentran estables, lo que significa
que siguen activos y que se mantienen los estados de alerta.
En Quito, la población rural y urbana
del pueblo de Lloa, en la zona de alto riesgo del volcán Guagua Pichincha,
ha vuelto un poco mas de la mitad. La señal para el sistema de alarma en
caso de una gran erupción, es dada por el alcalde de Quito, quien esta
en directa comunicación con el sistema de rescate 911. Esta decisión pertenece
entonces al municipio (decisión política), y el Instituto Geofísico (decisión
técnica de monitoreo del volcán). En el pueblo de Lloa, hay buses listos
para poder trasladar a la gente a la zona de seguridad en 15 minutos.
En la ciudad de Baños, situada en la falda del volcán Tungurahua se estima que unas 2000 a 2.500 personas hayan vuelto a la ciudad, de lo cual gran parte es población flotante. Todavía habrían alrededor de 2.000 personas en albergues o Centros de Reactivación Poblacional (CEREP). Muchas personas fueron desplazadas a nuevas aldeas creadas en terrenos prestados para este fin.