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Ecuador

El invierno ocasiona los primeros estragos

Desde hace dos semanas su hogar es la casa de una vecina. Lida Pazuña perdió la suya en el último temporal fuerte que se registró en Santo Domingo. Su casa fue construida cerca de una ladera, en el sector del Plan de Vivienda. Las estructura de madera y techo de zinc cedió el 12 de febrero pasado. Es la principal emergencia que el Cuerpo de Bomberos ha atendido desde que se inició la época invernal. Aunque al día reciben siete llamadas vinculadas. Las más comunes son por colapso de alcantarillas, deslizamientos de tierra e inundación de casas. Ayer por la tarde, una fuerte lluvia volvió a poner en aprietos a la ciudad. En la avenida Abraham Calazacón, junto al Parque Ecológico San Francisco, se formó una laguna que dificultó el paso de los vehículos pequeños. Ahí, en inviernos anteriores, los autos se han quedado varados. Las calles secundarias de los barrios Plan de Vivienda, Laura Flores, 2 de Mayo, Libre Ecuador, también colapsan por el agua. Son de tierra y piedra. Los taxistas se niegan a ingresar a esos sectores. Temen que se averíen sus vehículos con los baches que se abren. La fragilidad de las casas ubicadas en la periferia del cantón también es un factor determinante, según el Comité de Operaciones Emergentes. El ingeniero civil Rodrigo Mendieta señala que el uso de madera en clima trópico húmedo no es lo más recomendable. "La madera empieza a ceder con el agua. En 10 años el material se apolilla o se pudre por el clima". Pazuña construyó la vivienda hace 20 años en un terreno que invadió. Reconoce que no hubo una planificación. "Somos familias con pocos recursos. Si tuviéramos dinero no viviríamos aquí". Ella recuerda que el día de la inundación, llovió toda la noche. Estaban nueve personas en el inmueble. De ellas, cinco resultaron heridas. Se encontraban en la cocina preparando alimentos, cuando vieron caer tablas muy cerca de la estufa. Fueron atendidas por los organismos de socorro por quemaduras leves y graves. Pazuña afirma que en una visita que le hizo la Dirección Provincial del Ministerio de Inclusión Económica y Social le prometieron la reubicación de la vivienda en un sector seguro. Según la Secretaría Nacional de Riesgos, en Santo Domingo se está realizando un diagnóstico para determinar las casas que se encuentran en potencial peligro por las lluvias. Con las cifras se espera impulsar su traslado. Ayer sus representantes participaron en una reunión donde se analizó el tema. También abordaron la situación de la parroquia Valle Hermoso. Ahí, el río que atraviesa la zona se desborda e inunda el poblado cada invierno. "La semana pasada, el afluente arrastró gran cantidad de piedras, árboles y tierra por el cauce y afectó el puente principal que conecta con la población", señaló Carmen Porras, presidenta de la junta parroquial de Valle Hermoso. "Tememos que pueda caer y dejar incomunicada a la población, donde viven 3 000 personas". La población se organiza para levantar un muro en las bases del río y mitigar los efectos de las correntadas, mientras se da una solución definitiva a la estructura. Esto es la construcción de un muro de escolleras. La Prefectura dará asesoramiento técnico para la colocación de las piedras. Además, se organizan brigadas especiales que se activarán si se presenta una emergencia. Tienen un sistema de comunicación. Hay al menos 50 familias asentadas en la ribera del río.

Campaña de salud

Con el inicio del invierno,  la dirección de Salud de Santo Domingo impulsó una campaña para prevenir las enfermedades relacionadas con el cambio de clima y el agua anegada. Para evitar la proliferación del mosquito reproductor del dengue se hizo una recolección de llantas usadas. 3 000 fueron acopiadas por las brigadas de salud. En los barrios que son considerados como más propensos a enfermedades vinculadas al invierno se realizan brigadas médicas gratuitas. Se da prioridad a los pacientes con síntomas de dengue o paludismo. Nueve técnicos cubanos distribuyen biolarvicidas a grupos de la dirección de salud, para que a su vez los repartan en los barrios. Sirven para matar el vector del dengue, en el agua.