Sectores de Esmeraldas y Azuay sufrieron ayer el impacto de la crecida de sus ríos. En la primera provincia, una vivienda fue arrastrada con sus ocupantes, mientras que en la otra, cinco quedaron anegadas.
El caso más crítico ocurrió en Esmeraldas, donde la inusual creciente del río Popa ocasionó a la 01:00 una correntada que arrasó con una vivienda ubicada a 20 m de la orilla en el sitio Playita Verde, parroquia Chumundé, cantón Rioverde.
Edmundo Rivas, presidente de la Junta Parroquial de Chumundé, dijo que en la casa afectada estaban tres miembros de una familia: un niño de 5 años, que fue rescatado con vida, mientras que los cadáveres de su madre, María Vera Mera, de 38, y su hermano de 6, fueron hallados la tarde de ayer.
La creciente ocasionó además el desbordamiento en varios puntos de los ríos Popa y Rioverde. El sistema ECU-911 informó que este último creció por las intensas lluvias.
Miembros de la Infantería de Marina, del GOE y del Cuerpo de Bomberos llegaron al lugar, ubicado a tres horas de viaje en canoa en la zona montañosa de Rioverde. Desde el sistema ECU-911 se confirmó que se recibió una llamada de auxilio a las 02:00 de ayer.
Henry Garcés, uno de los comunicadores que llegó hasta Chumundé, dijo que las embarcaciones estaban ocupadas por los rescatistas que se dirigían hacia el lugar donde ocurrió el desastre. “Es un sitio muy alejado, lo conocen todos con el nombre de Rascadera”, dijo.
Detalles: Efectos de la Crecida
Esmeraldas
Tras el desbordamiento en la parroquia Chumundé, aparecieron peces muertos en Rioverde, quizás por alguna sustancia que contaminó el río.
Azuay
En Gualaceo, afectados por la inundación recordaron que hace dos años ocurrió una situación similar que les dejó pérdidas económicas.