Contexto operacional
En enero de 2025, el panorama político ecuatoriano estuvo dominado por los preparativos para las elecciones generales programadas para el 9 de febrero, en medio de problemas relacionados con la inseguridad, los servicios públicos y un crecimiento económico estancado. En particular, varios candidatos destacaron la importancia de combatir la delincuencia, de regularizar a las personas en movilidad humana, destacando la necesidad de un sistema inclusivo que salvaguarde los derechos humanos y promueva la integración laboral.
En medio de este contexto político, Ecuador sigue acogiendo a un número sustancial de personas desplazadas, acogiendo a casi 500.000 refugiados, solicitantes de asilo y otras personas con necesidad de protección internacional. Esto incluye una de las poblaciones de personas refugiadas más grandes reconocidas en América Latina, compuesta principalmente por personas que han huido de la violencia en la vecina Colombia.
Entre 2023 y 2024, el país experimentó una afluencia diaria de aproximadamente 1.000 personas refugiadas y migrantes de Venezuela, junto con solicitantes de asilo colombianos. En 2024, Ecuador registró el mayor número de solicitantes de asilo colombianos registrados en los últimos 10 años, y en enero se siguieron presentando solicitudes, en consonancia con los años anteriores. Con el deterioro de las condiciones en varias partes de ese país, ACNUR espera que este número aumente en 2025, con solicitantes de asilo que huyen de la violencia y llegan con necesidades humanitarias y de protección extremas.
Estos movimientos mixtos a menudo involucran a personas expuestas a riesgos de abuso sexual, trata y con acceso limitado a servicios esenciales como alimentos, atención médica y refugio, todo esto en medio de una creciente violencia en el país. Cabe destacar que, según los últimos datos del Gobierno, este primer mes del 2025 se registró el mayor número de muertes violentas en comparasión con otros años.
En respuesta a estos desafíos, la estrategia 2025 de ACNUR en Ecuador se centra en salvar vidas consolidando el espacio de protección a través de la mejora de las capacidades de asilo y las respuestas gubernamentales a las necesidades específicas de protección. Esto incluye apoyar en la implementación de procesos de regularización para personas en situación irregular, predominantemente para persnas venezolanas que continúan enfrentando barreras para acceder a los servicios más básicos. Además, ACNUR sigue permaneciendo y prestando asistencia humanitaria vital, ofreciendo ayuda básica a los recién llegados y a las personas con necesidades específicas, principalmente a través de asistencia directa en efectivo, en colaboración con sus socios. Para garantizar que las personas desplazadas puedan estabilizar su situación y reconstruir sus vidas, ACNUR implementa una estrategia basada en el área que garantiza que las personas accedan a servicios y oportunidades allí donde se encuentren. Esto incluye facilitar soluciones duraderas como la integración local y la inclusión económica para garantizar medios de vida sostenibles para las personas desplazadas y sus anfitriones.
Sin embargo, la continuidad de estas iniciativas depende en gran medida del apoyo sostenido de los donantes a lo largo de 2025 para brindar protección de manera efectiva y defender los derechos de las personas refugiadas y desplazadas en Ecuador.