Bajo el agua que inundó su casa, Pedro Pablo Cornejo trataba de salvar cualquier objeto que le sea útil. El fuerte aguacero que cayó ayer en toda la provincia, y principalmente en Manta, provocó que una pared de la casa de su vecino y de la suya colapsaran. Luego, los minutos fueron catastróficos, pues todas sus pertenencias, incluida su ropa, quedaron anegadas.
“Las pérdidas llegan en un primer balance a los 5 mil dólares. Perdí todo, hasta electrodomésticos. Solo los bomberos han llegado a ayudarme, el resto no se ha hecho presente”, reveló Cornejo mientras rescataba tres carteras que le pertenecían a su cónyuge.
La lluvia se inició cerca de las 00:00 de ayer y se mantuvo en la mayoría de cantones manabitas hasta las 07:00.
El padre del afectado, Ovidio Cornejo, tuvo que ser conducido hasta el hospital Rafael Rodríguez Zambrano debido a sus problemas de osteoporosis y dolencias en la columna.
Sofonías Rezabala, jefe del Cuerpo de Bomberos de Manta, indicó que cuatro familias fueron evacuadas.
La entidad recibió unas 17 llamadas de emergencia de toda la urbe, pero las de mayor complejidad fueron las de la familia Cornejo, en el barrio La Victoria, y las de otras tres de la parroquia Eloy Alfaro.
En la calle 320 y avenida 21, Noemí Santos lloraba por la caída de las paredes de caña de su vivienda, provocada tras el colapso de un muro de la casa de un vecino.
Con ella fueron unas 17 personas las evacuadas a la escuela Kiwanis de la misma parroquia Eloy Alfaro, según Dícter Vera, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos de Manta.
María Loor, hija de Santos, indicó que ellas querían que les aseguraran un lugar para residir mientras pase la emergencia, que ellos ya veían venir. En este sector, hace dos meses los moradores pidieron ser reubicados por el temor a que sus casas se vieran afectadas, como sucedió la madrugada de ayer.
El nivel del cauce del río Burro estuvo a punto de desbordarse, le faltó cerca de un metro para deslizarse por las calles de varios barrios de la parroquia Tarqui de Manta.
En Montecristi, las zonas bajas de la parroquia Leonidas Proaño también resultaron inundadas y hasta algunas casas de caña guadua estuvieron con fango porque los accesos no habían sido rehabilitados por el Municipio de esta ciudad.
En Portoviejo, las calles anegadas de sectores como San Alejo, Los Cerezos y zonas bajas del valle del río que lleva el nombre de esta ciudad ocasionaron inconvenientes a sus residentes.
José Laz, integrante del Cuerpo de Bomberos de Picoazá, indicó que tuvieron llamadas de auxilio en calles céntricas de esta parroquia portovejense.
“Aquí las autoridades nada hacen por nosotros. Esta calle de acceso a San Alejo está anegada tras la fuerte lluvia”, dijo Jorge Vera, morador del sector San Alejo, en Portoviejo.
Mientras, en El Carmen, 10 familias del sector Enrique Delgado Coppiano fueron evacuadas porque sus viviendas quedaron anegadas.
En Santa Ana, en cambio, una familia fue evacuada. Aquí se monitoreaba la represa Poza Honda y, sobre todo, se controlaba si crecía el río Portoviejo, pues si eso ocurría inundaría las zonas bajas del valle de este afluente. El nivel de la cota estaba hasta las 13:00 de ayer en 100,6 metros.
Víctor Alcívar, jefe del Cuerpo de Bomberos del cantón, dijo que se mantienen en alerta, pues el año anterior hubo cuatro inundaciones que generó la evacuación de cerca de 40 familias a escuelas.
De acuerdo a Orfa Cabezas, jefa de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo de Manabí, la lluvia fue generalizada en toda la provincia y estaban atentos a la entrega de raciones alimenticias a los damnificados.
Santa Elena
Las lluvias registradas entre la noche del sábado y la madrugada de ayer anegaron calles y reflejaron el problema de alcantarillado en Salinas. En Santa Elena y La Libertad hubo menos afectaciones.
Esmeraldas
Se reportaron crecidas de ríos y esteros en los cantones Quinindé y Muisne. En la ciudad de Esmeraldas hubo perjudicados en los barrios del valle San Rafael.