Emmanuel Lampaert, representante de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la República Democrática del Congo nos brinda información actualizada sobre la situación y nuestra respuesta.
En las últimas semanas, el conflicto armado en la República Democrática del Congo (RDC), entre el M23/AFC y el ejército congoleño, apoyado por sus aliados, volvió a estallar en la provincia de Kivu Norte y se extendió a la vecina provincia de Kivu Sur. Emmanuel Lampaert, representante de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la RDC, brinda información actualizada sobre la situación y la respuesta de Médicos Sin Fronteras (MSF).
Sigue leyendo para conocer más sobre esta situación.
¿Cuál es la situación actual en Kivu Norte y Kivu Sur?
Desde diciembre de 2024, se han abierto varios frentes en las dos provincias para controlar algunas posiciones clave. En el territorio de Lubero, en la provincia de Kivu Norte, el conflicto se reanudó en diciembre con desplazamientos masivos. Continuó en el territorio de Masisi, donde se produjeron intensos combates en enero de 2025, en particular por el control de la ciudad de Masisi Centro, antes de descender hacia la provincia de Kivu Sur, a Minova y Numbi en el territorio de Kalehe.
Durante las hostilidades, el M23/AFC ha conseguido hacerse con el control de varias localidades. En los últimos días, los combates se han acercado a la capital provincial de Goma, con intensos enfrentamientos en Sake, a sólo 20 kilómetros de la ciudad.
Los combates suceden en todas las carreteras de los alrededores de Goma y han provocado una nueva afluencia de personas desplazadas a la ciudad, incluso desde algunos campos situados en las afueras de la ciudad, donde la gente huye hacia Goma, en una situación de pánico.
¿Cómo afecta esta situación a las personas?
Como era de esperar, las consecuencias humanitarias para la población son muy graves. Cientos de miles de personas han vuelto a huir de los combates. Según las Naciones Unidas, 400,000 personas han huido ya desde enero. Decenas de miles se han dirigido a los campos de personas desplazadas de los alrededores de Goma, donde ya se encuentran más de 650,000 personas, agotadas tras casi tres años de combates.
Los enfrentamientos de las últimas semanas han provocado una nueva afluencia de personas a estos campos absolutamente insalubres donde, como venimos diciendo desde hace demasiado tiempo, las familias sobreviven sin un refugio adecuado y sin alimentos, agua, atención sanitaria, etcétera.
Lamentablemente, estos lugares no se salvan de los combates. Se lanzan cohetes cerca de estos campos o de los centros de salud donde se han refugiado las personas. Es terrible e inaceptable. También estamos viendo una proporción muy preocupante de civiles entre los cientos de heridos que estamos ayudando a tratar. Algunos son víctimas de balas perdidas, pero otros son víctimas de la falta de respeto por las partes en conflicto de ciertas reglas básicas del conflicto.
En Masisi, el hospital al que apoyamos fue atacado mientras más de 10,000 personas buscaban refugio. Dos personas fueron alcanzadas justo fuera del hospital y dos de nuestros empleados resultaron heridos por disparos de cohetes. La presencia de combatientes o posiciones de artillería en las inmediaciones de los centros de salud y los campos para personas internamente desplazadas pone vidas en peligro inmediato. Es importante que todos recuerden que incluso la guerra tiene reglas.
¿Cuál es la respuesta actual de MSF?
Estamos haciendo todo lo posible para mantener nuestras actividades habituales y de emergencia, pero en algunas zonas hemos tenido que limitar los riesgos reduciendo el tamaño de nuestros equipos. En los alrededores de Goma, por ejemplo, la violencia armada directa ha reducido nuestra capacidad de acudir a determinados lugares afectados durante los dos últimos días, aunque seguimos suministrando material a las instalaciones médicas, ayudándolas a prepararse para la llegada de personas heridas y llevando combustible para hacer funcionar las bombas de agua tan pronto como las condiciones lo permitan. Esto permite que estas instalaciones sigan funcionando, incluso con una presencia más limitada de nuestros equipos.
En Goma, seguimos apoyando al hospital de Kyeshero para tratar a algunos de los heridos y para relevar al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que está en primera línea tratando a los heridos en el hospital de Ndosho. Es evidente que los hospitales de Goma están completamente desbordados por el número de heridos.
En el resto de Kivu Norte y Kivu Sur, a pesar de los desafíos logísticos y de seguridad y de las restricciones de movimiento, mantenemos nuestra presencia y seguimos tratando a los pacientes, incluyendo los heridos. En tres semanas, caerca de 400 personas heridas han sido tratados en el hospital de referencia general de Minova, el centro hospitalario de Numbi y el hospital de referencia general de Masisi. También seguimos apoyando a las personas desplazadas en zonas más remotas, como Lubero, donde también trabajamos para mejorar el acceso al agua en los centros de salud y en el campo de personas desplazadas de Magasin.