Informing humanitarians worldwide 24/7 — a service provided by UN OCHA

DR Congo

AC Türk informa al Consejo sobre la situación en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur de la República Democrática del Congo

16 junio 2025
Pronunciado por: Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Sr. Vicepresidente, Excelencias, Distinguidos delegados y delegadas,

Durante muchos años me ha preocupado la situación en la República Democrática del Congo, al igual que a la mayoría de mis predecesores. La situación ahora es si cabe más grave y alarmante. Todas las partes del conflicto en Kivu del Norte y Kivu del Sur han cometido violaciones o abusos de los derechos humanos, así como vulneraciones del derecho internacional humanitario.

Esa es la conclusión preliminar de la misión de investigación de mi Oficina la cual se creó a petición de ustedes hace cuatro meses y se ha centrado en el período transcurrido desde enero de 2025. La misión presentará un informe a este Consejo y a la Asamblea General en septiembre.

Hasta ahora, la investigación y análisis realizados por la misión revelan un desprecio total y evidente por la protección de la población civil durante y después de las operaciones militares.

El M23, respaldado por Rwanda, utilizó armamento pesado durante su ofensiva contra Goma en enero, y atacó barrios densamente poblados y campamentos de desplazados.

Ante la retirada de las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo, el mando, el control y las labores de la policía militar habrían quedado colapsados en su totalidad mientras soldados de la República Democrática del Congo y miembros de las milicias Wazalendo respaldadas por la República Democrática del Congo se dedicaban a matar, violar y saquear.

Mi Oficina se encuentra investigando otras presuntas violaciones del derecho internacional humanitario, muchas de las cuales pueden constituir crímenes de guerra.

Tras apoderarse de ciudades y pueblos, el M23 arrestó arbitrariamente a agentes de policía y a un gran número de civiles, incluidos niños. Los combatientes del M23 también capturaron a soldados de la República Democrática del Congo y obligaron a algunos de ellos a unirse al M23.

Los testigos revelaron a mi equipo que los capturados fueron, y siguen siendo, recluidos en condiciones inhumanas en campamentos militares, incluyendo Rumangabo, y en lugares de detención informales. Muchos fueron reclutados a la fuerza para formar parte de las filas del M23.

Los miembros del M23 llevaron a cabo ejecuciones sumarias y extrajudiciales, en clara violación de los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario, lo que probablemente constituya un crimen de guerra. Asimismo, la misión investiga las presuntas ejecuciones sumarias perpetradas por miembros de las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo y las milicias Wazalendo.

El M23 empleó la tortura y otros malos tratos para imponer el orden, obligar a la población a trabajar, reprimir la disidencia y obtener información.

La misión también recibió información de que las milicias Wazalendo habían detenido y secuestrado arbitrariamente a personas para extorsionarlas y habían llevado a cabo castigos sumarios en las zonas bajo su control.

Además, la misión está investigando detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de presuntos simpatizantes del M23 a manos del servicio de inteligencia militar de las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo.

Distinguidos delegados y delegadas,

A la misión de investigación le han llegado noticias sobre el uso atroz de la violencia sexual por todas las partes del conflicto en Kivu del Norte y Kivu del Sur como medio de represalia contra las comunidades, los familiares de los presuntos opositores y las personas de otros grupos étnicos.

Casi el 40 % de los supervivientes de violencia sexual y de género son niños y niñas. UNICEF estima que, durante la fase más intensa del conflicto, se violaba a una niña cada 30 minutos.

Las víctimas y supervivientes a menudo carecen de acceso a un tratamiento y a equipos de profilaxis a posteriori, debido a la destrucción generalizada de las instalaciones médicas por las partes en conflicto y a los recortes de los donantes internacionales en la financiación humanitaria.

Del mismo modo, mi oficina está investigando informes sobre el reclutamiento de adolescentes por parte del M23 y varias milicias Wazalendo para utilizarlos en el conflicto armado.

Distinguidos delegados y delegadas,

Cientos de miles de personas desplazadas están sufriendo las peores consecuencias de los combates en Kivu del Norte y Kivu del Sur. La violencia ha obligado a aproximadamente un millón de personas a abandonar sus hogares o a desplazarse de un lugar temporal a otro.

Muchas personas desplazadas han denunciado que los combatientes del M23 les obligaron a desmantelar sus refugios y a trasladarse. En Goma, a principios de febrero, apenas dispusieron de tres días para regresar a sus aldeas y muchos de ellos se encontraron sus casas destruidas u ocupadas.

En marzo de 2025, mi equipo descubrió que numerosas personas desplazadas, incluyendo las que se habían visto obligadas a regresar a sus aldeas en Kivu del Norte y Kivu del Sur, tenían dificultades para alimentarse y acceder a la atención sanitaria básica. Las escuelas, los hospitales y los sistemas de abastecimiento de agua de Masisi y Rutshuru, por ejemplo, sufrieron daños importantes durante los combates.

Distinguidos delegados y delegadas,

La violencia en Kivu del Norte y Kivu del Sur ha reducido el espacio para los defensores y defensoras de los derechos humanos, la sociedad civil y los medios de comunicación.

Mi Oficina está investigando denuncias de amenazas de muerte, detenciones y otras represalias contra defensores de los derechos humanos, periodistas y miembros de la sociedad civil que se perciben como voces críticas con el M23. Entre las denuncias figuran el presunto asesinato de al menos dos activistas y las amenazas contra defensores de los derechos humanos que trabajan para apoyar a las supervivientes de violencia sexual y de género.

Las autoridades de la República Democrática del Congo han suspendido la acreditación de la prensa y han amenazado con emprender acciones legales contra los periodistas y otras personas cuyos reportajes se consideren favorables al M23 y a las fuerzas ruandesas.

Los profesionales sanitarios y humanitarios también han sido objeto de amenazas, intimidación y violencia. Esta situación, junto con los recortes drásticos en la financiación humanitaria internacional, pone en riesgo la propagación de enfermedades prevenibles, como la poliomielitis y el sarampión, mucho más allá de las fronteras de la República Democrática del Congo.

En un ejemplo desgarrador, durante la noche del 28 de febrero, combatientes del M23 asaltaron el hospital Ndosho y el hospital Heal Africa en Goma, donde, al parecer, dispararon en el interior y secuestraron a 121 pacientes, acusándolos de ser soldados de la República Democrática del Congo o miembros de las milicias Wazalendo. Se desconoce el paradero de muchos de los secuestrados.

Distinguidos delegados y delegadas,

La magnitud y el alcance de las violaciones y abusos que está documentando la misión de investigación son espantosos. Es sumamente preocupante que los enfrentamientos siguen su marcha ascendente en Kivu del Norte y Kivu del Sur.

Hago un llamamiento a todas las partes del conflicto para que se comprometan de inmediato a un alto el fuego y reanuden las negociaciones, y para que respeten el derecho internacional humanitario y de derechos humanos.

Reitero mi llamamiento a Rwanda para que retire sus tropas del territorio de la República Democrática del Congo y deje de apoyar al M23.

Además, apelo a todos los países con influencia sobre las partes del conflicto a fomentar el respeto del derecho internacional.

Les exhorto a que hagan todo lo que esté en su mano para enfrentar la grave crisis humanitaria y de derechos humanos en esta región, y a que apoyen los esfuerzos de mediación con vistas a encontrar una solución duradera, entre otras cosas abordando las causas profundas de la inestabilidad.

Por último, nuestra misión de investigación ha recopilado y analizado una gran cantidad de pruebas para respaldar los procesos de rendición de cuentas, procedentes de víctimas y testigos de la República Democrática del Congo, Rwanda y Burundi, otros Estados, socios de las Naciones Unidas y miembros de la sociedad civil.

Damas y caballeros,

Dada la situación financiera actual de mi Oficina, la misión de investigación solo ha podido funcionar gracias a nuestros fondos de reserva.

Es poco probable que este año se disponga de fondos del presupuesto ordinario para que la Comisión de Investigación bajo el mandato de este Consejo prosiga su labor.

Haremos todo lo posible para acceder a los fondos del presupuesto ordinario lo antes posible en 2026 para establecer la Comisión.

Les insto a que sigan prestando su apoyo político y financiero a la labor de mi Oficina en la República Democrática del Congo.

Gracias.