Roger Aguilera
Las Tunas, 9 nov (AIN) - Paloma tocó tierra, pero no encontró a nadie en Guayabal. Sus dos mil 032 habitantes habían sido evacuados antes de la llegada del huracán.
Uno de los primeros en salir de ese enclave marítimo del sur del municipio de Amancio, en la provincia de Las Tunas, fue Omar Menéndez Pérez, otrora pescador y a quien muchos lo bautizan como el historiador de la localidad.
"Aprovecho, dice, las facilidades que da el Gobierno para que vayamos a lugares seguros porque sé lo que pueden ocasionar los vientos o las penetraciones del mar.
"Quizás hablo así porque antes de 1959 cuando Guayabal era amenazado por un ciclón, la compañía azucarera Francisco Sugar Company ponía un tren con vagones desprovistos de techos y nos mojábamos en el camino cuando íbamos hacia los lugares de evacuación", significa.
Omar explica que ahora todo es distinto, "nos protegen los bienes y sit=FAan ómnibus para trasladarnos a los centros de evacuación. Nací aquí hace 68 años, y nunca quisiera salir de mi tuierra, pero no se puede ser ignorante cuando se trata de un peligro tan inminente".
Ayer en la noche "Paloma" penetró en Cuba por Santa Cruz del Sur, localidad costera de Camaguey que está ubicada a 35 kilómetros de Guayabal, por lo que los vientos huracanados y las lluvias también hicieron estragos en esta tierra de Las Tunas.
Omar evoca a su padre, quien le contó que cuando el ciclón del 32, que causó la muerte a tres mil santacruceños, en Guayabal perecieron 34 personas que trataron de refugiarse en el "muelle", y los que se salvaron salieron corriendo hasta alejarse del litoral.
Tras la embestida de ese meteoro, hace hoy 76 años, en el caserío sólo quedó una vivienda y en el cercano Santa Cruz del Sur perecieron dos hermanos paternales.
Por ello no lo piensa dos veces en responder que sí cuando le dicen: "Omar hay que evacuarse, el ciclón que anda por ahí nos amenaza".