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Cuba

Cuba: Científicos cubanos obtienen experiencias de Ike y Gustav

Yamile Castro Ibarra
Servicio Especial de la AIN

El Ministerio cubano de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) estudia el impacto ambiental provocado por los huracanes Ike y Gustav, con el propósito de disminuir vulnerabilidades ante eventos meteorológicos futuros.

Herminia Serrano, de la Agencia de Medio Ambiente del organismo, explicó a la AIN que los especialistas enfocan los análisis por ecosistemas, de los cuales se priorizan los más vulnerables, como la cuenca del río Cauto, en la provincia de Granma, o la del Cuyaguateje, en Pinar del Río.

A los elementos naturales de los ciclones y de la geografía nacional se suman, en ocasiones, los de origen humano, que aumentan los riesgos de perjuicios al ambiente y a la economía, indicó.

Las afectaciones por penetración del mar están motivadas por los vientos; pero también por la tala de los mangles, el derribo de vegetación, las construcciones en las líneas de costas y la extracción indiscriminada de áridos, ejemplificó.

Agregó que ubicar viviendas en zonas de inundación, además de la rotura y falta de mantenimiento de los sistemas de riego, drenaje y de otras obras hidráulicas, incide en que la subida del nivel de las aguas por intensas lluvias sea más perjudicial.

En el IX Encuentro de Empresas y Medio Ambiente, la experta informó que el suelo resultó de los recursos naturales más impactados, y los trabajos de rehabilitación de estos se perdieron en todas las provincias.

Los deslizamientos de tierra -ocurridos en número récord en el país- modificaron el relieve en la zona oriental y en Pinar del Río, fundamentalmente, subrayó, en tanto construcciones en pendientes y la escasez de vegetación hacen que los deslaves se manifiesten con mayor intensidad.

Líneas de costa de Holguín, Las Tunas, Guantánamo, Santiago de Cuba, Camagüey, Villa Clara y Matanzas fueron alteradas, sobre todo por los elementos de los organismos ciclónicos, dijo.

Serrano instó a los representantes de todos los organismos a buscar soluciones con respecto a la acumulación de desechos, problema que más contribuye a contaminar las aguas superficiales y subterráneas y a las inundaciones.

A diferencia de lo acontecido con la vegetación de las zonas costera y del litoral, precisó que el patrimonio forestal no tuvo muchas afectaciones en el número de ejemplares, pero sí en la estructura de los bosques, por lo cual planteó crear un programa para complementar la capacidad de recuperación que posee la propia flora.

En los daños que sufrió el arbolado de las zonas urbanas, intervinieron acciones del hombre como la siembra de especies no adecuadas, estar demasiado cercanas a las edificaciones y la falta de poda, la cual debe ser acometida con mayor rigor, señaló.

El estudio del CITMA menciona a las violaciones de normas técnicas en el diseño y construcción de viviendas e instalaciones, unido a tipologías constructivas inadecuadas -lo cual se trata de subsanar- como otras causas de aumento de vulnerabilidades.

La especialista alertó sobre el riesgo que en el sector industrial ocasionan las contravenciones en los radios de protección, y también cómo la obstrucción de ríos y canales y la abertura de diques para regar originan anegamiento de las tierras cuando se producen las inundaciones.

Expresó Serrano que la ausencia de estudios de riesgo en las instalaciones de producción y servicios trae consigo la inexistencia de medidas para enfrentar eventos extremos, como huracanes de categoría 4, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.