M. Sc. Enid Gamboa
Colegio de Geólogos de Costa Rica
Presidenta Colegio de Geólogos de Costa Rica
Desde hace muchos años ha existido la inquietud de tratar de desarrollar algún método que permita la predicción de los terremotos, con la certeza suficiente para poder tomar las medidas del caso en prevención y poder salvar muchas vidas. Entiéndase por predicción cuando se dice con anticipación el lugar, fecha, hora y magnitud de un sismo mientras que pronóstico es cuando se da la región geográfica, lapso aproximado (años) y rango de magnitud.
Muchas ideas se han barajado al respecto como por ejemplo, las variaciones en las condiciones meteorológicas, las fuerzas gravitacionales, el campo magnético y hasta el comportamiento de algunos animales antes de un terremoto. Otros métodos como los estudios geodésicos, la medición de niveles de agua de pozos, las variaciones en la emisión de gases (Radón) o anomalías en las mediciones de resistividad eléctrica o el campo magnético en la corteza terrestre, han sido puestos en práctica en algunos países con potencial sísmico importante como Japón, China y Estados Unidos al igual que en Europa. Sin embargo, aún no han tenido resultados concluyentes y, en su mayoría, las correlaciones positivas son visualizadas después de la ocurrencia y no con antelación, siendo muchas las variables en juego.
Otros investigadores han propuesto diferentes teorías basadas principalmente en estudios “estadísticos” del historial sísmico de una región que dentro de la ventana del tiempo geológico, suelen ser insuficientes, para tratar de definir los periodos de repetición (frecuencia) en la ocurrencia de los terremotos, y de esta manera, poder estimar cuándo podría ocurrir el próximo gran sismo. También se analizan el incremento o la ausencia de sismicidad en ciertas zonas en el tiempo, teoría que se ha denominado como la del “gap o brecha sísmica”. Estas metodologías supuestamente permitieron pronosticar con éxito un terremoto en China en 1975, aunque en realidad, la predicción de Haicheng fue inflada por la propaganda y no fue tal, fueron los sismos premonitorios que empezaron a ocurrir diariamente, semanas antes, los que alarmaron a la población y, por la reacción natural de la gente, decidieron construir cabañitas frente a sus casas y mudarse con bastante anticipación. No hubo pues una "evacuación" de la ciudad como se dijo después. Además, no se pudo predecir otro fuerte terremoto ocurrido en 1976 que produjo 650.000 muertes en ese mismo país. Este ejemplo y muchos otros intentos fallidos, nos muestran que no se ha podido todavía lograr con éxito una metodología confiable para la predicción. Precisamente, ese evento fue el que movió a las autoridades políticas de esa nación a emprender una sistemática y sostenida campaña de investigación en el tema de la prevención, convirtiéndose en el país que más está invirtiendo en ese campo. Esa fue la razón principal del CGCR de organizar el simposio “Las ciencias geológicas, base esencial para el desarrollo en países con una elevada exposición a la amenaza sísmica: Experiencias en China y Costa Rica”, celebrado el pasado mes de septiembre. He de comentarle que derivado de esa actividad científica, hemos recibido una propuesta de cooperación del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de China y la Agencia de Terremotos de ese país, que estamos estudiando en estos momentos.
En los últimos meses han surgido algunos sitios en internet que pretenden hacer predicción de sismos como el sitio RedQuakeAlert también conocido como el “Método Brasileño” los cuales tratan de jugar con las estadísticas y como la sismicidad en ciertas regiones del mundo, como América Latina, que de por si, es muy alta y frecuente, pues en alguna ocasión pueden acertar y en otras no, pero no podemos considerar a esos sitios web como verdaderamente científicos y, a nivel internacional, tampoco han sido aceptados dentro de la comunidad científica por ningún centro sismológico mundial y, suelen ser más los desaciertos que los supuestos pronósticos.
Un aspecto importante a considerar, en este tema de la predicción y pronóstico sísmico, es el gran impacto que esto puede tener en la sociedad, economía y psicosis, ya que una supuesta predicción de un terremoto puede afectar la calidad de vida y hasta causar graves perjuicios económicos a una población, depreciación de propiedades y, quizás, el sismo dure años sin que ocurra.
Se debe también tener en cuenta que la realización de experimentos para determinar signos precursores de posibles terremotos requiere un personal científico y un instrumental muy sofisticado, que resulta sumamente costoso y, además, estos esfuerzos solamente se podrían hacer en un limitado número de sitios, por lo que no van a cubrir todas las posibles fuentes sísmicas de un país, por lo que naciones en desarrollo difícilmente pueden dedicar recursos a este tema, salvo que se pueda obtener asistencia técnica internacional para llevar a cabo algún proyecto específico. Pero se debe entender, sobre todo las autoridades de gobierno y el público en general, que un proyecto de investigación de este tipo no asegura que se vaya a predecir el próximo terremoto en el país, pues solo se está considerando una fuente sísmica y no todas las posibles.
Frente a esta realidad, creemos que para el caso de un país como Costa Rica, con un historial sísmico confiable de tan solo dos siglos, y pocos recursos para investigación en este campo de la predicción, es más valioso el esfuerzo que se realice en el buen conocimiento de la geología y la tectónica (fuentes sísmicas), definiendo su potencial a mediano y largo plazo y, así mismo, desarrollar estudios de amenaza sísmica y la actualización permanente del Código Sísmico. Todo esto permitirá la planificación del desarrollo urbano y territorial en general, contando con información precisa para el diseño sismorresistente de las edificaciones e infraestructura en general. Por supuesto, todo lo anterior debe ir acompañado de buenas prácticas de diseño y construcción, incluyendo los materiales y la fundación, como debe ser en todas las regiones que se ven periódicamente afectadas por sismos severos.
Desde hace más de treinta años, la Escuela de Geología de la Universidad de Costa Rica y la Red Sismológica Nacional, conformada por personal de esta escuela y del Instituto Costarricense de Electricidad, han venido haciendo investigación en los campos de la sismología, tectónica y amenaza sísmica del país y se ha logrado recabar un amplio banco de datos de los sismos que diariamente ocurren en Costa Rica, lo cual ha permitido hacer investigaciones muy importantes y tener un conocimiento adecuado de nuestro entorno que, sin embargo, debe ser mejorado constantemente. Estos estudios, aunados a planes de planificación urbana y territorial, así como de la coordinación de esfuerzos en el manejo de crisis sísmicas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y las instituciones públicas y privadas del país, permitirán reducir considerablemente los daños y las muertes que puedan ocasionar futuros terremotos.
En este campo, Costa Rica, desde principios del siglo XX, luego de la amarga experiencia que nos dejó el terremoto de Cartago de 1910, las autoridades se han preocupado más por la seguridad de su población, en particular la construcción ante los terremotos y, por ello, pese a que hemos sufrido sismos grandes como el de Limón del 22 de abril de 1991 (Mag. 7,6), las pérdidas económicas y de vidas no han sido tan catastróficas como en otros países latinoamericanos, como el reciente caso del terremoto de Haití. Sin embargo, no debemos bajar la guardia y debemos seguir en esa misma ruta tratando de que nuestras ciudades y la infraestructura sean más seguras y que la población esté siempre bien educada y preparada ante los terremotos.
Como lo propuso el experto mexicano en Sismología e Ingeniería Sísmica Cinna Lomnitz en 1990:“Mi interpretación es la siguiente: El "enemigo" es el sismo. El "juego" que jugamos es la estrategia de control del riesgo sísmico. El "comandante" es el sismólogo. El consejo que nos da Sun Tse desde su remota prehistoria es el siguiente: la invulnerabilidad contra los sismos puede hallarse solamente en la prevención. No busquemos predecir las movidas del enemigo (o sea, el temblor) hasta que no seamos invulnerables al sismo.”
Ciertamente, el rol de una organización como el CGCR, es impulsar iniciativas y planes de prevención, que es lo que puede garantizar a una sociedad como la costarricense que vive en un territorio altamente sísmico, mirar con mayor claridad y seguridad su futuro. Alabamos su gestión, que ha ido la más orientada a la prevención.