Contexto
La frontera norte de Costa Rica limita con Nicaragua y tiene 309 km de extensión. La región es muy dinámica en términos de diversidad poblacional y múltiples dinámicas de movilidad humana, incluyendo la permanencia, pendularidad y tránsito de personas con necesidades de protección internacional y de migrantes. Existen desafíos importantes derivados del carácter rural y disperso de la región, que también enfrenta retos sociales y ambientales para el desarrollo sostenible. A la vez, la inclusión de las personas refugiadas, solicitantes de asilo, apátridas y migrantes, predominantemente nicaragüenses en la región, dada su afinidad cultural, su vocación agrícola y sus aportes a la sociedad, representa una oportunidad.
El poblamiento de la zona Norte, como suele suceder en contextos transfronterizos, da cuenta de la historia de integración y convivencia permanente entre nicaragüenses y costarricenses, evidente desde el liderazgo institucional y comunitario que han formado su visión social, económica y política. De esta historia ha resultado la conformación de familias binacionales de distintas generaciones, que incluyen nicaragüenses, y costarricenses de nacimiento o que adquirieron la nacionalidad. La economía se basa en actividades diversas y principalmente desarrolladas en el ámbito rural, como la agricultura de gran escala junto con algunas pequeñas y medianas propiedades y, en menor medida, otros rubros como turismo y servicios en el ámbito urbano.
Esto también ha significado movimientos permanentes por la frontera norte. Existen dos pasos fronterizos oficiales principales: Peñas Blancas (oeste, cantón La Cruz) y Las Tablillas (este, cantón Los Chiles). Además, se encuentra habilitada una salida regular hacia Nicaragua por el Río Frío en Los Chiles y un puesto temporal para la empresa Ticofrut durante la cosecha de naranja. También se han identificado al menos 24 pasos fronterizos irregulares que, por distintas razones, utilizan las personas refugiadas y migrantes, tanto de manera pendular como para ingresar al país con intención de permanencia.
En abril de 2018, la zona Norte fue puerta de entrada de más de 80.000 personas refugiadas que ingresaron a distintas zonas del país; algunos permanecieron en la zona Norte y otros hicieron movimientos secundarios para asentarse allí, particularmente para ejercer el trabajo rural. Dado el lazo histórico de las personas en esta frontera, algunas personas refugiadas lograron acudir a redes de apoyo para iniciar sus vidas en Costa Rica, esto continúa sucediendo con una porción importante de los ingresos recientes y paulatinos que persisten. A partir de 2019, organizaciones de la sociedad civil refugiada nicaragüense, particularmente de los movimientos campesinos, han tomado un rol significativo en estas redes de apoyo.
ACNUR trabaja en 15 cantones de las provincias de Huetar norte y Chorotega, incluyendo cuatro cantones fronterizos con Nicaragua: La Cruz, Upala, Los Chiles y San Carlos. En estos 15 cantones residen aproximadamente 803.500 personas1, de las cuales unas 110.100 son personas extranjeras (92% de nacionalidad nicaragüense)2, que han ingresado paulatinamente al territorio, especialmente desde 2018 buscando protección internacional. La mayoría de estas personas residen en unas 630 comunidades rurales, dispersas y de difícil acceso; algunas permanecen allí y otras se movilizan de manera estacional en busca de medios de vida relacionados a las cosechas agrícolas. Otras personas residen en los cascos urbanos, principalmente de Los Chiles y Upala.
La mayoría de las personas solicitantes de asilo enfrentan retos para integrarse en el país, lo cual en parte tiene que ver con restricciones estructurales de la región, como deficiencias en la infraestructura vial y de servicios como salud y educación. Esto también se relaciona con la ruralidad dispersa y los bajos niveles educativos en algunos segmentos de población, que limitan sus prospectos de medios de vida, así como su conocimiento de y acceso efectivo a derechos.
Por otro lado, existen limitaciones relativas a inseguridad en la tenencia de la tierra que representan desafíos para hacer inversiones en el territorio. Esto se debe a que muchas familias se ubican dentro del Refugio de Vida Silvestre Corredor Fronterizo, conocido como “La Milla”, que es un área administrativa especial con limitaciones para el uso del suelo y el acceso a bienes y servicios. Finalmente, de acuerdo con el Informe Estado de la Nación 2024, la zona Norte se destaca a nivel nacional por su susceptibilidad ante fenómenos climáticos, sumada a la construcción social de riesgos que resulta en un riesgo importante de impactos humanitarios cíclicos asociados al clima.
La zona fronteriza norte también observa el paso de personas en tránsito provenientes del sur del continente y con destino a Norteamérica. Entre enero de 2023 y septiembre de 2024, según la DGME, más de 726.000 personas han transitado por Costa Rica rumbo a Norteamérica. Casi la totalidad de estas personas salen de Costa Rica a través de cruces irregulares cercanos al distrito central de Los Chiles.