En las últimas dos décadas, los fuegos han sido los causantes de más de un cuarto de las pérdidas de todos los bosques del mundo. Tan solo en 2023, fueron consumidas por las llamas 400 millones de hectáreas, lo que equivale a dos veces el tamaño de México.
Que un bosque se queme significa mucho más que la destrucción de árboles. Los incendios forestales provocan la pérdida de biodiversidad al arrasar con hábitats naturales, liberan grandes cantidades de dióxido de carbono, lo que contribuye al cambio climático, y degradan el suelo y contaminan los recursos hídricos.
Hoy en día, más de la mitad de los gastos relacionados con los incendios forestales se destinan a la respuesta inmediata. Sin embargo, se asigna menos del 1 % a la planificación y prevención a este peligro medioambiental.
Una llama de esperanza
En Costa Rica, si hay vocación y espíritu de servicio para proteger las áreas forestales del país está sin lugar a duda en este grupo: las Bomberas y los Bomberos Forestales Voluntarios.
"Esta es una profesión de alto riesgo", confiesa Pamela, bióloga y bombera voluntaria. "Pero es lo que amamos", puntualiza con gran energía.
Algunos se han expuesto a la muerte en más de una ocasión. Otros han visto afectada gravemente su salud. Este grupo de 154 mujeres y 373 hombres conforman una de las pocas profesiones donde el altruismo tiene cabida. Han decidido cuidar de manera voluntaria, aún a costa del propio bienestar, de un 26 % del territorio nacional, espacios naturales que son refugio y hogar del 6 % de la biodiversidad del planeta.
Pamela contribuye desde hace seis años con la prevención y atención de incendios forestales para proteger los bosques y el bienestar de las personas. Recuerda un momento que marcó su vida: "En una ocasión fui a hacer un voluntariado para una obra preventiva. Las personas de la comunidad nos decían que si se quemaba la cobertura vegetal se iba con ella el agua porque ahí estaban sus fuentes nacientes. Al ver una necesidad tan puntual como la escasez de agua y saber que también estamos ayudando a las personas fue muy motivador”.
Cada año, los incendios forestales se presentan con mayor severidad y frecuencia impactando gravemente la salud, la economía, la infraestructura y los biomas de las naciones. Según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) de Costa Rica, durante los últimos 10 años se registraron un total de 1.467 incendios forestales en el país que consumieron 408.916 hectáreas de bosques en áreas silvestres protegidas y zonas de amortiguamiento; un espacio equivalente a más de 572.000 estadios nacionales en este país.
Un fenómeno sin fronteras
Las Naciones Unidas estiman que, a nivel global, los incendios extremos podrían aumentar en todo el mundo hasta un 14 % en 2030, un 30 % en 2050 y un 50 % a finales de este siglo. Las sequías prolongadas, los fuertes vientos, la pérdida de bosques provocada por la tala comercial, la deforestación para tierras de pastoreo y las ciudades en expansión son algunas de las causas.
En junio de 2023, el Canadá vivió uno de los momentos más angustiantes de la historia. 184.493 kilómetros cuadrados bajo las llamas, más de 200.000 personas obligadas a evacuar sus comunidades y columnas de humo que ensombrecían Nueva York. Tras el llamado de ayuda internacional emitido por este país y de acuerdo con información oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, se trató de la mayor movilización de recursos humanos hecha por Costa Rica como asistencia humanitaria a otra nación, enviando un total de 144 personas, entre ellas, 24 bomberas.
Pamela recuerda con claridad esa experiencia:
"El Canadá es una potencia mundial en el manejo de incendios, así que me sirvió para darme cuenta de mis capacidades y fortalecer mis conocimientos. Y nos evidenció a todos que tanto hombres como mujeres somos sumamente importantes. Me di cuenta de que una, como mujer, tiene un gran potencial y si bien es cierto que seguimos siendo minoría, también es cierto que vamos por el camino de la igualdad", expresa.
La necesidad de contar con más recursos para frenar los incendios forestales está, a su vez, calcinando las fronteras de género que existían en esta profesión. Óscar Mora, coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego del SINAC, enfatiza que actualmente una tercera parte de las personas que colaboran con la plataforma son mujeres. “Hemos estado trabajando e impulsando para que cada vez sean más mujeres las que integren los equipos de trabajo”, puntualiza.
Pamela insta a otras mujeres a sumarse al grupo y también agradece “a los hombres que nos respetan y tratan por igual". Y sigue:
"En esta vocación encontré la oportunidad de dar un granito de arena a la protección de los recursos naturales a nivel mundial y entiendo perfectamente que no importa si se quema [el bosque] en el Canadá o en Costa Rica, los efectos los sufrimos todos a nivel mundial".
Acción local, impacto global
Durante los últimos 30 años, y de manera ininterrumpida, el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha apoyado al SINAC en la lucha de los incendios forestales en las áreas silvestres protegidas y zonas de amortiguamiento.
"Yo pertenezco a la Brigada Madre Verde que nació con fondos del PPD. Nos capacitaron a 23 personas y nos dotaron completamente de equipo de protección personal. Somos hijas del PPD”, asegura Pamela. "Antes teníamos que ir a tres lugares diferentes a recoger cosas. Hoy todo está en el mismo lugar. Nos ayuda a reaccionar más rápido”, finaliza.
Con una inversión de 1.115.274 de dólares estadounidenses (USD) en el periodo 1993-2023 se ha promovido el fortalecimiento de capacidades y estructura operativa para su operación y movilización, equipo y herramientas, así como infraestructura (bodegas) para resguardar los equipos, intercambios de experiencias, estrategias de comunicación, divulgación y capacitación, así como apoyo al Programa Nacional de Manejo de Fuego.
En la protección del pulmón verde de nuestro planeta, cada iniciativa cuenta. A través de su altruismo, las Bomberas y los Bomberos Forestales Voluntarios de Costa Rica están salvaguardando uno de los sumideros vitales de carbono del planeta.
Los bosques, pilares de vida para 1,6 mil millones de personas y refugio del 80 % de las especies terrestres, proveen el 75 % del agua dulce del mundo y generan 76 millones de toneladas de alimentos. Además, son responsables del 40 % de la energía renovable global, rivalizando con la combinación de energía solar, hidroeléctrica y eólica.
Por este motivo se implementó el Plan Estratégico de las Naciones Unidas para los Bosques (UNSPF por sus siglas en inglés), una guía global que establece metas para promover la gestión sostenible de los bosques en todo el mundo, abordando temas como la protección de la biodiversidad, los impactos del cambio climático y las consecuencias de la deforestación por incendios.
Del 6 al 10 de mayo tiene lugar en Nueva York la 19ª sesión del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (UNFF19 por sus siglas en inglés), una reunión bianual centrada en promover la gestión forestal sostenible y la conservación. Reúne a estados miembros, organizaciones internacionales, ONG y pueblos indígenas para discutir temas clave como la deforestación, la tala ilegal, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.