Terremoto de Cinchona, 2009
El 8 de enero de 2009, un movimiento sísmico de 6,2 grados en la escala de Richter, localizado 4 kilómetros suroeste de Cinchona, distrito de Sarapiquí de Alajuela, provocó la muerte de al menos 23 personas, la desaparición de unas 7 y al menos 100 heridos. La población damnificada se calculó en unas 125,584 personas.
Desde el punto de vista de las condiciones de desarrollo, el territorio afectado aparecía como uno de los principales sitios de visitación turística. Incluso era un paso obligado en la ruta hacia la zona norte del país dentro de un amplio circuito turístico que llegaba hasta el fronterizo río San Juan. La región que bordea el Volcán Poás alberga una población de tipo rural y propietaria con las condiciones de vida suficientes para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa familiar agropecuaria y turística. La afectación ambiental ha sido significativa y diversa sobre ecosistemas y cuencas hidrográficas. Tal es el caso de los cambios sufridos en la morfología de la cuenca del Río Sarapiquí que ha complejizado los riesgos ya existentes.
Transformar el desastre en oportunidades
Los daños y pérdidas en infraestructura hidroeléctrica, de caminos, servicios públicos, telecomunicaciones, vivienda, medios de vida, infraestructura social y productiva a causa del terremoto, fueron de US$ 500 millones aproximadamente.
En este contexto, el PNUD Costa Rica ha lanzado el Proyecto “De la recuperación al desarrollo humano sostenible: Más allá del terremoto de Cinchona, 2009”, en apoyo a los esfuerzos del Gobierno de la República por acelerar el proceso local de recuperación.