14 fallecidos, 642 comunidades afectadas y 3 mil personas evacuadas fue parte de lo que dejo la Tormenta Tropical Nate
- La CNE realizará una valoración de campo para determinar que haya concordancia en los reportes municipales.
- Las afectaciones severas se concentraron en un 45% de este territorio nacional.
San José, 12 de enero del 2018. En sesión extraordinaria No. 01-01-18, la Junta Directiva de la Comisión Nacional de Emergencias CNE, aprobó el Plan General de la Emergencia ante la situación provocada por la Tormenta Tropical Nate, siendo este el fenómeno hidrometeorológico de mayor impacto que ha azotado el país.
Cómo se forma Nate
El Instituto Meteorológico Nacional IMN, conforme a protocolos de operación nacional, emite el 03 de octubre, un informe meteorológico sobre el desarrollo de un sistema de baja presión en el suroeste del Mar Caribe el cual generaría fuertes lluvias en el país en el Pacífico, Valle Central y Zona Norte.
Un día después de emitido el informe del IMN el fenómeno se convierte en Depresión Tropical #16 siempre manteniéndose al suroeste del Mar Caribe; los efectos fueron inmediatos en el país con fuerte aguaceros y la tendencia en ese momento fue que la Depresión se fortaleciera y alcanzara la categoría de Tormenta Tropical.
Para el 05 de octubre el ciclón pasa a categoría de Tormenta Tropical y recibe el nombre de Nate con vientos de hasta 65 km/h y una velocidad de desplazamiento de 15 km/h con dirección hacia el noreste del Mar Caribe; en toda la vertiente del Caribe se reportan ríos crecidos y desbordados.
Efectos de Nate
El paso de la Tormenta Tropical Nate por la Cuenca del Caribe tuvo un efecto indirecto de lluvias, vientos y marejadas en el territorio costarricense, según Werner Stolz, Jefe de Pronóstico del IMN este temporal fue de gran envergadura y dejó en promedio lluvias de 400 litros por metro cuadrado en el Valle Central durante 48 horas, lo que equivaldría a las precipitaciones totales del mes de octubre.
Los incidentes reportados al Sistema de Llamadas 9-1-1 alcanzaron casi los 6 mil, y se relacionan principalmente con inundación en amplios territorios del país y gran cantidad de deslizamientos a orillas de los ríos, en taludes de carreteras y en zonas urbanas.
Los principales datos de la emergencia, desarrollados con base en los informes de situación emitidos por los comités de emergencia durante la fase de primera respuesta son los que se presentan en el siguiente cuadro
Estos incidentes provocaron una afectación que alcanzó el 85% del territorio nacional, sin embargo, de los 76 cantones que cubre el decreto de emergencia, las afectaciones más severas se concentraron en 38 de ellos.
“La Comisión Nacional de Emergencias va a continuar trabajando con el mismo compromiso que lo ha venido realizando donde se ha generado atención en las distintas fases desde el punto de vista humanitario y de rehabilitación, pero donde se ha enfocado principalmente a la atención de población vulnerables como lo son la niñez, la atención al adulto mayor, a la persona con discapacidad, a las poblaciones indígenas, productores agropecuarios y también desde la perspectiva de preservación de medios de vida y afectividad familiar la atención a la parte de bienestar animal”, manifestó el Dr. Iván Brenes Reyes, Presidente de la CNE.
Recuperación
Posterior a la Tormenta, las instituciones del sistema nacional de gestión de riesgo realizaron el levantamiento de información sobre los daños y pérdidas en coordinación con la Comisión Nacional de Emergencias.
Desde el punto de vista histórico, los efectos de esta tormenta sobrepasan a otros eventos ciclónicos que se han desplazado por la Cuenca del Caribe, tales como el Huracán Johan (1988), Cesar (1996) y Mitch (1998) y muy recientemente la Tormenta Tropical Tomás (2010).
Realizando un ranking de sectores con mayor afectación por el paso de Nate, se define el siguiente orden:
1.Red vial: carreteras, puentes, alcantarillas y vados.
2.Ríos y Quebradas.
3.Vivienda.
4.Sector agropecuario.
5.Sistemas de agua.
6.Obras de control de daños.
7.Centros educativos.
El monto estimado para la fase de reconstrucción por la afectación de la Tormenta Tropical Nate en territorio costarricense es de 309,503,644,840 (trescientos nueve mil quinientos tres millones seiscientos cuarenta y cuatro mil ochocientos cuarenta colones). Del total del estimado, 81, 606, 020, 865 (ochenta y un mil millones seiscientos seis mil veinte ochocientos sesenta y cinco colones) serán financiados con recursos ordinarios por parte de las instituciones vinculantes.
La situación fiscal por la que atraviesa el Estado costarricense, imposibilita la transferencia de recursos financieros del Ministerio de Hacienda al Fondo Nacional de Emergencias para el financiamiento de la totalidad de los proyectos de reconstrucción.
Un equipo técnico conformado por funcionarios del Ministerio de Hacienda y la CNE estarán elaborando una propuesta para la optimización de los recursos internos que la ley establece para el financiamiento de los proyectos de recuperación.
Siendo así, que algunas posibilidades de financiamientos provengan de recursos ordinarios de las instituciones, modificaciones presupuestarias, financiamiento externo o recursos provenientes de la Ley 9329 Ley especial para la transferencia de competencias: atención plena y exclusiva de la red vial cantonal.
Para garantizar la transparencia de la ejecución de los recursos durante el proceso de recuperación, la CNE realizará una valoración de campo que determine si la afectación reportada por los municipios corresponda efectivamente a la situación generada por la emergencia.
Acciones de atención tras el paso de Nate
Hasta este momento la CNE, con recursos financiados por los costarricenses a través del Fondo Nacional de Emergencias, ha destinado un total de 3, 601, 856,674.00 (tres mil seiscientos un millones ochocientos cincuenta y seis mil seiscientos setenta y cuatro) en acciones de primera respuesta, rehabilitación y ejecución de proyectos por extrema urgencia, que han servido para la reactivación económica de las comunidades.
Equipos técnicos – científicos de la CNE y del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo han colaborado en la realización de inspecciones de campo, levantamiento de daños y elaboración de informes para apoyar los trabajos realizados por los Comités Municipales de Emergencia del país.
Además, se ha trabajado en la capacitación y acompañamiento de las Unidades Técnicas de los municipios para el fortalecimiento de los procesos de coordinación con la institución.
Con relación al aporte que deben de realizar las municipalidades para la etapa de reconstrucción, Leonardo Chacón, Alcalde de la Municipalidad de Osa y Presidente de la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias indicó que:
“Debemos desarrollar un proyecto país para que las municipalidades podamos aportar de lo poco o lo mucho que tenemos, debemos que estar todos sincronizados y que mucha de la inversión que se vaya a hacer de aquí en adelante tenga que ver con lo que sucedió en la Tormenta Tropical Nate, para que se tomen las previsiones en cuanto a los trabajos a desarrollar como revisar alcantarillas, ríos, etc., y hacerlo coordinadamente.
Debemos tratar de que la inversión que vayan a hacer las municipalidades con fondos propios vaya enfocada a resolver los problemas que surgieron tras Nate y a prevenir lo que pueda seguir sucediendo.
Es importante, insisto, en que esto sea un proyecto país, para que se pueda invertir en reconstrucción y prevención, y que los recursos salgan expeditos para las municipalidades con el fin de construir un plan de inversión y caminar en el restablecimiento de las zonas como tal para fortalecer el país.
Ya en Costa Rica merecemos que nos sentemos a hablar de proyectos país con una visión a futuro pensando preventivamente y agilizando la reconstrucción.”
La atención de la CNE para la Tormenta Tropical Nate ha sido integral y su cobertura ha abarcado poblaciones vulnerables como el trabajo realizado en zonas indígenas, población con discapacidad, niñez, adulto mayor, y la atención de bienestar animal en el contexto de desastres desde la perspectiva de protección de medios de vida y la afectividad familiar.