Durante 2016, nuestro trabajo en zonas afectadas por el conflicto y la violencia armada benefició a 152.000 personas. Estos son algunos de los resultados de un intenso año de trabajo realizado, en muchas ocasiones, en conjunto con la Cruz Roja Colombiana. Queda mucho trabajo por delante.
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1.770 niños y niñas de escuelas afectadas por enfrentamientos estudian en mejores condiciones gracias a la reparación o construcción de instalaciones escolares como aulas, albergues, baños y comedores.
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750 personas amenazadas por actores armados recibieron apoyo para trasladarse a lugares más seguros.
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5.900 víctimas del desplazamiento y la violencia mejoraron sus ingresos tras recibir formación para el trabajo, apoyo para obtener un empleo formal o recursos para fortalecer sus negocios.
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980 personas que viven en cascos urbanos mejoraron la productividad de sus negocios gracias al programa de apoyo que realizamos en alianza con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y la Cruz Roja Colombiana.
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64.000 detenidos se beneficiaron del trabajo del CICR en las prisiones.
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6.100 trabajadores de la salud y de entidades estatales recibieron capacitaciones sobre derechos y deberes de la Misión Médica y las normas de seguridad que deben seguir en zonas de conflicto y violencia.
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1.900 miembros de la Fuerza Pública y autoridades penitenciarias se formaron en estándares internacionales de uso de fuerza y normas humanitarias.
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2.080 miembros del personal sanitario, autoridades y comunidades fortalecieron su capacidad para salvar vidas a través de entrenamiento en Primeros Auxilios y manejo de heridos y enfermos.
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540 familiares de personas desaparecidas fueron orientados por el CICR y recibieron apoyo económico para continuar con la búsqueda y ruta de reparación.
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17 cuerpos de personas que fallecieron en zonas de conflicto fueron recuperados y entregados a autoridades para su identificación.